five

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Durante toda la clase de deportes me pase mirando atenta cada movimiento de Alvaro que era casi un mago jugando al futbol, lo admitía se miraba muy guapo corriendo y con ese sudorcito en la frente, más. A este punto me importaba cinco quien me viera, yo solo lo quería a el.
El sonido duro y seco de algo o alguien cayendo al suelo me saco de mi trance, pude ver a mi hermano en el suelo luego de toparse con un grandulón que lo saco de su camino empujándolo. Todos los del grupito fueron auxiliarlo, Salcedo fue el más agresivo y de ahí le seguía Alvaro que se puso a discutir con otros jugadores de ahí, díganme loca porque este muchacho así me trae.
-Párese
-¿Qué le pasa eh?- salcedo quería terminar con la cara partida
-¿El no se puede defender solo o que?, ¿Le tocó con niñera o que?
-No hermano, ¿Cómo me va a dar así? ¡No sea cerdo!
Wow, mi hermano echando bulla, cosa que nunca imaginé ver pero este muchacho cada vez hacía cosas tontas para impresionar a Eva.
-¿Qué va hacer eh?
-Pítelas, pítelas, mhmm
-¿Mañana en el portero?
-Pues...- la poca valentía que había tenido mi hermano se fue por un tubo en cuanto vio en lo que se estaba metiendo pero para todos los demás del curso quedaría como un cobarde si no aceptaba y entonces dijo..
-De una pues, hágale
Solo atiné a cerrar los ojos y negar con la cabeza, este no podía ser más bobo.
-Usted tranqui, no se preocupe por su hermano, yo lo cuido con tal de que usted esté tranquila- me iba a orinar de los nervios, me estaba hablando a mi.
Gire mi mirada hacia el, mirándome a los ojos me sonrió y acarició mi hombro.
-Gracias Alvaro pero es un bobo, déjelo.
-Bueno, pero igual no se preocupe pero aquí yo la cuido.
Iba a sonar muy mal pero a mi si me gustaba eso de tener a alguien que se preocupara por mi y estuviera todo el tiempo para cuidarme, obvio sin quitarle importancia a mi opinión y respetándome siempre.
-Gracias Alvaro, que lindo.
Más lindo se vió sonrojándose, quería salir de ahí pero mi impulso era más fuerte en ese momento, le di un beso en la mejilla con despedida para después salir casi corriendo, estaba roja como tomate eso estaba seguro.

Más lindo se vió sonrojándose, quería salir de ahí pero mi impulso era más fuerte en ese momento, le di un beso en la mejilla con despedida para después salir casi corriendo, estaba roja como tomate eso estaba seguro

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Después de clases salimos junto con Eva y vimos a los chicos caminar apurados, no pensaba acercarme pero la mano de mi amiga me llevó hasta ellos.
-¿Y qué?, ¿Para donde van?
-Al cine- siendo sincero la actitud de Salcedo en lugar de molestarme me daba muchísima risa.
-¿Y no invitan?
-No, es que no creo que la película que vamos a ver le guste.
-¿Cuál?
-El pecado de las colegialas, en el imperio.
Nos quedamos paradas, estaba confundida por la repentina pausa pero lo que dijo me dejó anonadada.
-Ya la vi- la cara de Salcedo fue causa de mi risa que luego deje porque me miró como si quisiera matarme.
-Hey no la esté mirando así que ella no está de cansona con usted, es otro el que tiene una actitud pa la mierda desde hace días- este chico de verdad me estaba ganando y si seguía a ese paso me iba a enamorar de el más de lo que empezaba a estar.
-Bueno ya, ¿le gustó?
-No, es muy mala. Puro porno sin argumento pero en cambio en el Metro Rivera están dando una llamada Fiebre de sábado por la noche con un actor nuevo que se llama John Travolta. Que dizque baila como los dioses.
-¿Una película de baile?, ¿A lo bien?- Salcedo estaba incrédulo de que sus amigos dudaran.
-Sí, ¿Vamos? Yo invito.
Yo asentí con la cabeza y en cuanto Alvaro se dio cuenta de tal acción camino lento hacia mi lado, con la mirada penetrante de Salcedo y mi hermano en el. Le sonreí y me alegré, realmente quería pasar tiempo con el.
Al final el único idiota que le siguió bola a Salcedo fue mi hermano, que sorpresa y yo que pensé que estaba haciendo de todo por impresionar a Eva.
 
...

¿Todo? -Alvaro CastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora