Quemarse vivo por dentro

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No me quitaba de la cabeza qué se sentiría, cuando te queman viva por dentro.

Creía que debía ser lo peor del mundo.

Que se sentiría cuando te queman viva por dentro.

Quizás no lo he experimentado físicamente, pero el dolor que tenía cada vez se profundizaba más, quemándome por dentro, porque en el fondo, sabía que todo era mi culpa.

Era mi culpa no salir de las relaciones tóxicas, era mi culpa sentirme mal, era mi culpa ese intento de suicidio en la bañera.

Fue mi culpa dejar a aquel hombre que me amaba después de que yo lo amara.

Es mí culpa sentir como me quemo por dentro al no saber qué será de mi futuro, y mucho más me quema no saber quien soy en mi presente.

Me gustaría ser como una de las muchachas que te encuentras en las jóvenes calles de Nueva York, tan guapas y tan decididas en el caminar.

A veces siento que no pertenezco a este mundo, que yo debería estar en la clasificación de personas raras.

Me gustaría salir más, pero a la vez me gustaría no salir nunca.

Odio ser tan contradictoria conmigo misma, siento que me destruyo lentamente al no saber de mí.

Quemarme viva por dentro. ¿Podría hacer tal cosa yo sola?

Si me costó cortar una de mis venas, creo que me costará más matarme quemándome por dentro yo sola.

El fin de mis días, eso sí, será de la misma forma de la que hablo y de la que leí en algún lado que no logro recordar y de la que nadie dejaba de pregonar por ahí y por allá.

Me quemaré por dentro cuando mi sufrimiento sea multiplicado por dos.

~

Me levanté de golpe. Todo era un sueño.

Seguía siendo la misma, ninguna marca de terrorismo contra mi cuerpo.

Que alivio sentí de pronto, pero sudaba tanto que tuve que ir directamente al baño a lavarme un poco el rostro.

Dos golpes sonaron en mi puerta y a continuación esta se abrió.

Chica, me dijo mi madre, han electrocutado...

Apagué su voz de mi cabeza, no me interesaban las personas, me interesaba el como.

Y ahí entendí que mi sueño tan sólo fue el presagio de la cruda realidad.

Mi piel se puso blanca como la nieve y mi respiración se entrecortó.

Miedo, eso es lo que sentí. Pero cuando me quedé sola en mi cuarto, la misma incógnita voló por mi mente como en el sueño.

Que se sentiría cuando te queman viva por dentro.

Y todo lo que soñé se repitió de forma larga, tan larga que podría escribir un libro antes de morir...

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