El aire trajo a sus fosas nasales el peculiar olor de Naraku, sin embargo había algo diferente en el y sabía que se trataba de ella. Ella se encontraba con Naraku, pero este encuentro también tenía algo diferente, algo que le daba muy mala espina. Había percibido el olor de ambos en más de una ocasión, pero la carga negativa que este encuentro poseía, cuanto menos lo inquietaba.
Entrecerró sus ojos levemente antes de dar aquel salto y comenzar a volar.
- ¿Amo bonito? - fue lo último que le escuchó decir a Jaken mientras se alejaba. Como siempre, sabía que él se encargaría de la seguridad de Rin en su ausencia.
A medida que se acercaba, aquella energía se intensificaba y su mal presentimiento se volvía una realidad. Luego de unos pocos minutos de vuelo, logró divisar ambas figuras, frente a frente, mientras Naraku esbozaba una peculiar y siniestra sonrisa. Sin embargo, decidió mantener su distancia sin dejar de observarlos.
- Kagura, debería dejarte en libertad. - entrecerró sus ojos al escuchar sus palabras, comprendiendo a la perfección a lo que se refería.
- ¿Quieres liberarme? - sabía de su desesperación, pero jamás pensó que sería tan ilusa como para creerle.
- ¿Acaso no querías librarte de mi? - él jamás iba a dejarla ir así de fácil. - Es por eso que desobedeciste mis órdenes, dejando escapar a Goryomaru y luego aliándote a Hakudoshi.
No pudo negarlo, en el fondo si le sorprendió hasta donde había llegado ella sólo para poder irse.
- Entonces, si sabes de todo eso. - Naraku siempre estaba varios pasos por delante de todos, incluso de él. En ese momento, algo apareció sobre la palma del híbrido. - ¿Mi corazón?
¿Su corazón? ¿De esa manera la tenía controlada?
- Exacto. Si regreso esto a tu cuerpo, entonces ya no estarás bajo el control de nadie. Ni siquiera bajo mi control. Serias completamente libre.
Basura miserable... tu manera de manipular a las personas es repugnante.
Segundos después, ella llevó su mano a su pecho y él supo que debía intervenir. Lo siguiente sucedió en cámara lenta. Aquellas extensiones que emergieron de su cuerpo, tenían por finalidad el atravesarla, sin embargo, por fortuna para la mujer, su látigo fue más rápido y logró destruirlos.
- ¿Qué? - murmuró ella, mirando en su dirección. - Sesshomaru...
- Vaya, Kagura. - la sonrisa de Naraku no desaparecía. - Al parecer, le importas a alguien después de todo. - su mirada de fuego se posó en el demonio, el cuál también lo miraba fijamente. - No pensé que, precisamente tú, tuvieras un corazón tan comprensivo, Sesshomaru. - volvió a mirar a la yokai. - Mejor dicho, jamás pensé que sentirías compasión por una mujer tan insignificante como Kagura.
Esquivó su látigo, el cual salió despedido de las manos del peliplata, deseoso de acabar con él.
- ¿Qué sucede? Es como si te molestara que hablara mal de ella, ¿o no?.
- Dices demasiado. - se abalanzó sobre él, clavando sus garras venenosas en el campo de energía con el que el hanyo se protegió. - Nunca dejarás de ser un cobarde.
- Te equivocas, Sesshomaru. - su característica altanería se mantenía intacta. - No tengo tiempo que perder con ustedes dos. - volvió a mirarla. - Kagura, no creas te has liberado de mi. No importa que tengas tu corazón, tarde o temprano voy a destruirte.
- Maldito. - murmuró ella, frunciendo el entrecejo.
- Nos volveremos a ver pronto. - le sonrió una última vez al demonio antes de lanzar una poderosa energía venenosa, la cuál la obligó a ella a retroceder, ya que él se mantuvo imperturbable.
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Multishipp
FanfictionConjunto de pequeños relatos de los diferentes shipps (oficiales y no oficiales) del universo Inuyasha. Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Rumiko Takahashi.