parte 7

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Me despierto sola en la cama. No hay rastros de James por ningún lado. Reviso mi celular y nada, ni una señal del paradero de mi novio.
Decido levantarme y hacerme el desayuno, cambiarme y arreglarme.
Recién 30 minutos después aparece James por la puerta de la habitación.

-¿En dónde estabas amor? Me asustaste- digo abrazándolo.

-Salí a caminar un rato nomas, para aprovechar la mañana- responde con un tono de voz medio raro.

-¿Estás bien?- le pregunto preocupada por él.

-Sisi, tranquila. Me voy a acostar un rato más- y camina hacia la cama. Yo me siento en el silloncito y prendo la televisión.

Aprovecho para hablar con las chicas que ya se habían vuelto para Argentina, y también converso con Juli sobre su triunfo de ayer.

James se despierta para el horario del almuerzo, así que me levanto a darle un beso y le pregunto si podíamos salir a comer. A lo cual el asintió y empezó a prepararse.

Caminamos hacia un comedor tipo Dean & Denis y nos sentamos en una mesa contra la ventana.

-Tengo muchas ganas de arrancar mi gira por Europa y conocer lugares increíbles- hablo bastante emocionada y sonriendo de oreja a oreja.

-Ojalá pudiera acompañarte, en serio, me encantaría poder conocer esos lugares junto a vos- dice medio desilusionado y yo le tomo la mano.

-Tranquilo amor, son solo 4 meses y después ya voy a estar en latinoamérica y nos podemos ver- intento animarlo pero en vano.

-Es mucho tiempo Sabri...- la mesera nos interrumpe dejando los menús sobre la mesa y ambos nos ponemos a leer para elegir nuestra comida.

Yo me pido una hamburguesa con papas fritas y él se pide una pizza de muzzarella. Ambos esperamos en un silencio incómodo a que llegue la comida. Siento que James no tiene ganas de hablar y lo respeto. Llega la comida y también, intento establecer una conversación con él pero es imposible, ya que me responde con monosílabos.
Terminamos la comida, pagamos y volvemos al hotel.

Puedo presentir que le pasa algo, después de todo, hace 4 años que estamos juntos. Así que no lo dudo y lo enfrento.

-Amor, ¿te pasa algo?- pregunto dejando mi celular y las llaves sobre la mesa.

-No Sabri, ¿por qué me preguntas?- responde sentándose en la cama.

-Porque te conozco y estás bastante raro- le digo apoyando mis manos sobre mis caderas.

-Nada, por ahí sigo medio triste y cansado por el partido de ayer, no te preocupes- James se recuesta y me invita con los brazos a que me recueste con él.
Yo me acerco y me acuesto a su lado y reposo mi cabeza sobre su pecho. Pero él ni siquiera me abraza como lo solía hacer. Mis instintos me indican que claramente algo está mal, pero decido no prestarles atención y fingir demencia.

Dormimos un rato y yo me despierto antes que James. Me levanto y busco mi termo y mi mate para prepararlo. El ruido despierta a mi novio, el cual se da vuelta y se vuelve a acomodar. Ya no lo aguanto mas y le digo.

-¿Podemos hablar? Porque es obvio que estas molesto. Se supone que este es nuestro último día juntos antes de que me vaya a Europa y ni siquiera sos capaz de abrazarme cuando me acuesto con vos. No me hablas, no me miras, no me tocas, nada. Y la verdad que no lo entiendo, así que explícame por qué estás así- suelto casi gritando y James se sienta mirando a la pared.

-Quiero que terminemos- dice de la nada y no lo puedo creer. Mi mundo se derrumbó. Mis ojos se llenan de lágrimas y lo único que se escapa de mi boca es un "¿que?" -Siento que va a ser lo mejor para ambos.

-¿Vos me estás jodiendo? Dame por lo menos motivos- le recrimino.

-Sabri, yo ya estoy para sentar cabeza y formar una familia. Es lo que deseo. Pero vos sos más joven y aparte recién arrancas con tu carrera. No podemos continuar con una relación en la cual nos vemos cada tres meses con suerte. Y lamentablemente, aunque te amo con todo lo que soy y quiero que vos seas la madre de mis hijos, en este momento no se puede y me parte el alma- me es difícil procesar las palabras de James ya que las lágrimas se escapan de mis ojos sin parar.

Me encuentro incapaz de producir algún sonido. James se levanta y viene a abrazarme, lo cual me hace peor ya que el llanto se vuelve incontrolable.

Él guarda todas sus cosas y, con lágrimas en los ojos, abre la puerta.

-Te amo James, en serio, no te vayas- logro articular mirándolo con la mayor tristeza posible.

-Yo te amo más, tal vez más adelante nos reencontremos y las cosas sean diferentes. Suerte Sabri, no me olvides- finaliza James y se va cerrando la puerta suavemente.

No lo puedo creer. Todo estaba bien y de la nada se terminó. Estoy en shock y lo único que me sale hacer es llorar sin parar. Voy hacia la cama y me escondo entre las sábanas. Lo que quiero es morirme. No proceso la situación.

Pasan las horas y solo me la pasé llorando en posición fetal. Siento mi celular vibrar y con pocas fuerzas lo agarro. Es Juli llamándome. No le contesto, no puedo hacerlo. Él insiste e insiste, llamando 4 veces más, pero no respondo.

Una hora más tarde, se hace de noche y escucho un golpe en la puerta. Me levanto a regañadientes y la abro, encontrándome con Julián del otro lado. Apenas me ve, se lanza sobre mi y me abraza. No hace falta que le diga algo, él se da cuenta.
No hablamos, pero sólo con su compañía logro sentirme un poco mejor. Y me siento agradecida, de tener un amigo como él.

The Alchemy - Julián Alvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora