XIII

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Saliste de la casa para tomar un poco de aire fresco

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Saliste de la casa para tomar un poco de aire fresco. Aún te sentías un poco en shock por lo que acaba de pasar, fueron muchas cosas en un muy poco tiempo.

Reigen y los demás se habían quedado adentro para llegar a un acuerdo del costo.
De todas formas, Reigen te había dicho que les haría un descuento por ti. Tu te negaste, pero él insistió. Dijo que quería reparar los daños hechos.

Diste un largo suspiro de cansancio y miraste el cielo oscuro iluminado por las estrellas que se extendían a los largo de la gran oscuridad que proporcionaba la noche.

Pensaste en lo que había sucedido hace unos minutos atrás y en como casi morías. Sentiste como el aire se te fue por un momento. ¿Qué hubiera pasado si Serizawa no hubiera actuado?

Una mala sensación se apoderó de ti, pero también te sentías llena de adrenalina. Claro, aunque en ese momento te habías quedado totalmente paralizada.

Pero... él no lo hizo.

Reigen, aunque no tiene poderes de ningún tipo, se lanzó contra ese espíritu como si de una persona se tratara.

Sonreíste al pensar en él y pensaste en lo genial que es Reigen, y también en su valentía.

Escuchaste la puerta abrirse y te diste la vuelta con la esperanza de que esa persona fuera Reigen, pero sentiste un poco de decepción al ver a Akane.

Akane caminó hacia ti y se paro a tu lado. "¿Todo en orden?" Te Preguntó preocupado.

Tu le diste una sonrisa pequeña. "Claro, solo... un poco en shock." Volviste a mirar el cielo. "¿Como está tu madre?"

"Ella está bien. ¡Reigen-san es realmente genial, hasta nos hizo un descuento!" Dijo entusiasmado.

Reíste ante su emoción. "Sí... realmente lo es." Tu voz se había suavizado y tus ojos brillaron ante esa declaración.

Akane te observó atento. "Entonces..." Hizo una pausa para que tu lo miraras, y cuando obtuvo tu atención, continuó. "Él es la persona que me habías mencionado, ¿no?"

Bajaste la mirada con nostalgia. "Sí, es él."

Akane notó la expresión en tu rostro y frunció el ceño con preocupación. "¿En qué estás pensando?" te preguntó suavemente.

"En él." Eso querías contestar.

Justo cuando ibas a responder, la puerta de la casa se abrió de nuevo. Reigen, Serizawa, Ekubo y la mamá de Akane salieron al jardín. Reigen levantó la mano en señal de victoria.

"¡Todo ya está terminado!" Anunció Reigen con una sonrisa orgullosa.

La señora Sakuragi no dejaba de darles las gracias a Reigen y Serizawa, inclinándose repetidamente en señal de gratitud. "No sé cómo agradecerles lo suficiente." Decía entre lágrimas de alivio.

Lo Que Nunca Fuimos | Reigen Arataka x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora