Tony caminaba de un lado otro con Peter entre sus brazos, el cual tenía casi una hora de llanto constante. Podía ver que incluso sus ojos estaban ligeramente irritados.
¿La razón?
Quería a su madre, la cual estaba desaparecida desde ese mismo día en la mañana, sin mencionar que lo mismo había ocurrido los tres días anteriores a este. Tony había prometido no interferir en su trabajo porque sabía que era importante para ella continuar su formación como periodista. Pero es que ni siquiera mostraba el interés mínimo en su hijo.
—Vamos, cariño... Mami está trabajando —comenzó a arrullar a su hijo en un intento de calmarlo. Cosa que no funcionó; en su lugar, intensificó el llanto.
Tony comenzaba a debatirse entre si debía respetar y esperar en casa o tomar las llaves del coche e ir a la elegante cena del candidato a senador para buscar a su compañera.
Afortunadamente, no tuvo que decidir. Escuchó a Friday anunciar que el auto de Elizabeth había entrado a la residencia.
—Estoy de regreso —anunció ella mientras cerraba la puerta de la entrada y caminaba hacia Tony.
—Gracias por el aviso. De no escucharlo, no me habría dado cuenta —respondió con molestia.
—¿Qué le pasa? —preguntó Elizabeth, mirando a Peter que lloraba en los brazos de Tony.
—Oh, no mucho. Simplemente espera que su madre lo tome en brazos para poder dormir.
Al escuchar eso, Elizabeth fingió una sonrisa y se acercó para acariciar la cabeza de Peter, sin intención de tomarlo en brazos. Afortunadamente, aquello pareció ser suficiente para el menor.
—¿No lo vas a cargar? —preguntó Tony incrédulo.
—Oh, vamos, cariño. Vengo muerta —le sonrió a Tony esperando que entendiera mientras tomaba asiento en el sofá—. ¿Sabes lo que es perseguir por todo el Gran salón al señor Smith? Ese lugar parece un palacio.
Tony suspiró, tratando de contener el reclamo dentro de su garganta. Pero era sorprendente. Ella simplemente llegó y acarició a Peter como si fuera un perro.
—No. No puedo imaginarlo —comenzó a hablar—. ¿Pero sabes qué sí imagino? El cuidar de un pequeño que busca desesperadamente el calor de su madre, quien lo ignora y simplemente acaricia su cabeza como si de un cachorro se tratase. Eso es lo que entiendo.
Elizabeth pareció entender la molestia en las palabras de Tony.
—¿Acaso me estás reclamando? —murmuró con indignación.
Tony respiró profundo. No quería iniciar una discusión. No con Peter entre sus brazos. Así que con toda su fuerza de autocontrol, logró mantener un tono neutral para hablar.
—No... Cariño —sintió un ligero malestar. Aún no se acostumbraba a llamarla así—. Solo... Solo me preocupa que dejes de lado a Peter —notó la molestia en sus ojos y tomó asiento a su lado—. No me malinterpretes. Me parece asombroso que continúes con tu carrera y que tengas la oportunidad de hacer nuevas conexiones... Pero debes recordar que ahora tenemos una responsabilidad —ambas miradas se posaron en Peter.
Al parecer, su esfuerzo había funcionado. La expresión de molestia en Elizabeth desapareció y ella asintió, posando una de sus manos sobre el brazo de Tony.
—Lo sé... Es solo que antes de ser una buena madre, quiero ser alguien digna de ser la compañera de Tony Stark y madre de su hijo... ¿Qué crees que pensarán todos al saber que simplemente soy una periodista sin nada más que notas pequeñas?
Tony se sorprendió por lo que ella decía. Y de alguna forma se sentía mal. No quería que ella se viera de tal forma. Quería apoyarla en sus sueños. Eso era lo que hacían las parejas... Eso es lo que él debía hacer. Debía hacer que esta relación funcionase. Peter merecía a sus dos padres juntos y con una buena relación. Así que simplemente suspiró, sintiendo como la mano de ella se posaba en su mejilla.
—Eres tan comprensivo... —murmuró Elizabeth, acercándose a Tony para depositar un suave beso en la comisura de sus labios—. ¿Por qué no vamos a dormir por hoy y mañana en la noche me acompañas a una pequeña reunión de espectáculos? Puedes dejar a Peter con Pepper.
Al escuchar eso, Tony rápidamente se levantó y negó con la cabeza.
—No. Sabes que yo estoy fuera de esos rumbos por este momento. ¿Sabes cuántos paparazzis hemos sacado de los alrededores en las últimas semanas? Si voy, será como meterme a la cueva del lobo.
Elizabeth soltó una risa por su comentario y se levantó para mirar a Tony.
—Estarás bien. Será una reunión controlada, por lo que los grupos de prensa estarán asignados a determinados famosos. Yo tengo que encargarme de algunas entrevistas y después de eso podemos disfrutar de la noche. ¿No crees que es una gran oportunidad para conocernos mejor y hacer recuerdos?
Tony miró a Peter, que dormía profundamente entre sus brazos, dudando en si sería correcto separarse de él. Sabía que Pepper estaría encantada de cuidar del pequeño, pero no le apetecía estar rodeado de miles de ojos a la espera de la exclusiva de su nueva familia.
—Prometo que esta cena será el último evento nocturno que tome. Simplemente aceptaré cubrir foros y eventos deportivos. Así podré pasar más tiempo con Peter y contigo —Elizabeth lo miró con una sonrisa a la espera de su respuesta.
Finalmente, suspiró, asintiendo con la cabeza, provocando que ella sonriera mientras lo rodeaba con sus brazos.
—Gracias, cariño. Prometo que vamos a pasar una noche agradable que marcará el inicio de nuestra familia feliz. —Elizabeth besó la cabeza de Peter—. Iré a confirmar nuestra asistencia.
Tony la vio partir mientras mantenía una sonrisa fingida. Miró a Peter, quien había relajado más su respiración después de sentir la muestra de cariño por parte de su madre.
—¿Es esto lo que te hace feliz? —preguntó con voz suave, sin esperar una respuesta—. Prometo que haré todo lo posible para construir la familia que mereces... —besó la mejilla de Peter, provocando un leve quejido de molestia que le hizo reír.
Mientras sonreía, admirando cada facción de su pequeño, no podía evitar perderse ligeramente en ese sentimiento que dudaba que molestaba constantemente su mente. Él era consciente de que no sentía nada por Elizabeth, sabía que en ese momento su corazón tenía tatuado el nombre de un anciano histórico. Pero debía desistir de aquello. Él debía tomar la responsabilidad de su vida, sentar cabeza y tomar la decisión que le asegure un futuro sólido y una vida tranquila a su hijo. Aquel romance destinado al fracaso solo viviría en su mente, siendo solo un triste recuerdo de lo que pudo provocar la incertidumbre.
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¿Me extrañaron? 🦆❤️
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Mal Padre
Fanfiction-No me lo voy a quedar- -¿Que?- Steve no podría creer lo que estaba escuchando -Lo daré en adopción-