Elizabeth Parker. Una joven de apenas 22 años de edad, estudiante de periodismo, cabello castaño, de hermoso figura entre otra cantidad de incontables buenas cualidades.
Había sido invitada a la gran inauguración del salón de la ciencia y conocimiento de la ciudad de Nueva York. Estaba realmente emociona pues asistirían científicos importantes, principales funcionarios de gobierno y todo aquel con un apellido de valor. La invitación se la hizo un amigo de la Universidad pues asistirían el gran Anthony Stark, o mejor conocido como el sorprendente hombre de hierro. Estaba claro que su participación sería de suma importancia. ¿como no invitar al hombre más inteligente del mundo?.
Ella se encontraba acomodando su peinado en el baño del salón. Necesitaba dar su mejor perfil tanto profesional como el estético. Una vez todo listo salió de ahí dirigiéndose a donde debería estar ese amigo suyo. Estaba tan metida en su celular que no pudo notar que alguien se acercaba igualmente distraído
Cuando ambos chocaron la bebida que traía en sus manos aquel hombre se regó sobre su vestido y parte de la camisa de el. Estaba a punto de maldecirlo cuando se dio cuenta de quién era.
-Una disculpa, no veia por donde andaba- se disculpó aquel hombre por el que había asistido
-No se preocupe señor Stark, los accidentes ocurren.- Sonrió para después dirigirse al tocador. Ella sabía muy bien cuál era la debilidad de Anthony así que lo usaría a su favor para tener la mejor nota.
Antes de que ella pudiese avanzar el la detuvo.
-Pero si ha sido culpa mía, permitame ayudar a limpiarla - Habló Tony mostrando una sonrisa coqueta.
Ella sólo asistió y juntos fueron a conseguir algo para limpiar. Después decidieron pasar a la barra a tomar algo pues el había accedido a tomar su entrevista como compensación por la Mancha de vino en su vestido
- Y digame señor Señor Stark, ¿Que fue lo que lo motivo a ser hoy en día el aclamado "Hombre de hierro"?-
-Esta gracioso que lo menciones en esa manera, mi traje no está basado en ese material- Tomo un trago de su whisky y prosiguió a contestar - Para ser lo que hoy yo soy no se necesita una razón en concreto, si no una ideal. Antes de mis divertidas vacaciones con mis amigos terroristas solía sentirme bien fabricando armas porque sentía que le estaba dando al mundo un escudo. Una ayuda, pero estado ahi solo descubrí que tanto les daba ayuda como les daba su perdición. Mi tecnología estaba siendo vendida a persona que no deberían tener acceso. Pude ver como las personas por las cuales yo creaba mis armas eran las que las portaba. Cuando por fin mis ojos se aclararon pude ver que el mundo no necesitaba un escudo, necesitaba un héroe.- Elizabeth quedó sorprendida con aquel comentario, esto era único. Ningún medio jamás había podido rescatar tal comentario. Esta era su nota.
-Realmente me ha sorprendido señor Stark. Finalmente descubro que tiene corazón.- Tony Sonrió por aquel comentario.
-No es lo único en lo que ha mentido la prensa. Tengo algunos secretos que podría mostrar cuando gustes-
-Con esto realmente tengo lo que necesitaba. Muchas gracias.- se levantó para despedirse de el cuando el la tomo del brazo.
-Pero si me has caído muy bien. Esto está realmente aburrido. ¿por que no te quedas y charlamos un poco?. Ya sabes de mi, ahora quisiera saber un poco de ti.- finalmente decidió que sería una gran idea conocerse en plan menos formal, así que acepto.
Se pasaron la noche metidos en una plática donde ella le contaba como es que vivía con su hermana puesto que sus padres fallecieron, su sueño de llegar a ser la mejor periodista entre otras cosas que dejaron fascinado al famoso empresario.
Llegó un punto donde el alcohol había hecho lo suyo subiendo un poco el nivel de la plática terminando con ellos dos en el lujoso penthouses de Tony.
Al otro día ella amaneció sola en la cama, sabía cómo iban los juegos del millonario así que solo tomo un pesado de papel y un bolígrafo para escribir una nota de agradecimiento por la entrevista. Tomo sus cosas y al salir se encontró con Pepper la cual la guío a un auto que esperaba fuera para llevarla a su casa o al lugar donde ella quisiera.
Antes de que el auto llegase a avanzar pepper lo paro.
-Realmente fue fácil, algunas incluso comienzan a gritar.- dijo soltando una pequeña risa.
-Es porque ya tengo lo que quería - Sonrió estirando su mano para despedirse
Pepper le entrego una tarjeta con su nombre y teléfono
-Si necesitas algo solo llámame y estaré a tu disposición- La tomo y volví a agradecerle
-Muchas gracias- y el auto avanzó.
Pasados los días ella entrego la entrevista ganándose muy buenos comentarios con su trabajo, pudo conseguir un trabajo de medio tiempo con una reconocida revista mientras terminaba sus estudios. Se mudó de casa de su hermana para independizarse.
Un mes después de todo lo ocurrido ella empezó a notar leves malestares, náuseas entre otros síntomas que la alarmaron. Fue entonces cuando se dio cuenta que ese día estaban tan ebrios que se habían olvidado de utilizar condón. La vida de ella dio un giro de 180 grados pues estaba embarazada. Embarazada de Anthony Edward Stark.
Intento por todos los medios dar con él, pero su empresa había cambiado de propietario, se había mudado e incluso estaba ahora formando un grupo llamado los "Vengadores". No podía terminar con el embarazo pues su moral no se lo permitía.
Decidió tener al bebé y después darlo en adopción, ella no podría cuidarlo y menos si tenía un futuro brillante por delante.
Pasados los casi 9 meses de embarazo buscando entre sus cosas encontró una pequeña tarjeta de presentación donde se encontraba un número de alguien que ella recordaba. Marco el número y por suerte ella le contesto.
-Pepper potts ¿puedo ayudarle?-
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Mal Padre
Fanfic-No me lo voy a quedar- -¿Que?- Steve no podría creer lo que estaba escuchando -Lo daré en adopción-