Toda la vida siempre será dolor, solo era cuestión de saber controlarlo. De saber cuando el dolor te mataba, y cuando podías soportarlo.
La vida es hermosa, vivirla no.
Apesar de entender ese consejo, personas eran tan cobardes para dejar ir el dolor que los mataba. Aquello era un secreto, un secreto que debía ser guardado, muy dentro de su corazón...
—...Snfi....snfi....snfi....- el pequeño cuerpo del menor... Ah, ni que decir. No parecía un cuerpo. Bill sollozaba de dolor, llenando la habitación de su dolor quemante e su piel.
Al final, Tom si pudo lograr su cometido, y ahora, sin razón, o quizás, se encontraba "arrepentido" de lo que había hecho. De lo que le había hecho a su esposo. Su cuerpo se encontraba erguido, manteniéndose sentado en el borde de la cama, dejando su mirada en algún lugar de la habitación. Respiraba con pesadez, sin tener cierta conciencia y sintiendo sus piernas pezadas con sangre derramada entre ellas.
La violacion que provocó en Bill, hizo que rompiera la próstata del menor, dejándola sangrar en el proceso y escuchando los gritos de dolor de Bill, sus gritos desgarradores. Pero sin detenerse, sólo haciéndolo más rápido para que Bill sufriera más. Todo el cuerpesito flacido del menor se encontraba en la cama, hecho cuchara y con las manos aún sujetadas por la bufanda que Tom había requerido para su trabajo. Todo su trasero se encontraba roto, sangrando al igual que las mantas blancas se encontraban manchadas de su sangre derramada.
El golpeado cuerpo de Bill temblaba, sus piernitas manchadas de su sangre no paraban de vibrar, Tom no tuvo ni un poco de piedad con Bill, por eso mismo, lo dejo roto, muy roto.
Lo único que se podía oír en esa habitación eran la respiración irregular y los sollozos de Bill.Tom, avergonzado y sumiso en ese momento, se levantó a duras penas, caminando hacia el lado de su pareja la cual temblaba. Dio el paso, dando toques frágiles hasta quedar sentado al lado de Bill. No pudo haber más sinismo en Tom en ese momento. Con cierto temor elevo su mano al lado desnudo de Bill, sin debajo por completo por la vergüenza que sentía al hacerlo. Un salto escapo de Bill, cuando sintió los dedos de Tom rozar su cuerpo, ahora no quería ni verlo.
— Shh... tranquilo. No debes tenerme miedo, Bill. Soy tu esposo, quiero cuidarte.– habló entre palabras húmedas, acariciando con sus dedos el cuerpo de Bill. El menor sacó más lágrimas, de las pocas que le quedaban al tener encima sus manos.
— D-dejame, Tom. No quiero que me toques.
— Bill... sabes que no quería hacerlo.- repitió en susurros.– No sabía lo que hacia, estoy arrepentido, créeme.
Bill solo apretó los ojos, soportando palabras con significados de mentiras que ya no creía.
— Me engañaste Tom, no puedo perdonarte eso. Y menos que hayas abu...– no termino de hablar, las palabras no le salían. Tom aparto sus ojos del cuerpo de Bill, sin palabras que ofrecerle.
— Ignora todo lo que dije amor, lo dije sin pensar. No te soy infiel.– si algo estaba seguro en Bill, era que volver a creerle a Tom no era una opción, y menos después de haber tenido una conversación directa con el amante de su esposo.
— Deja de mentir... por una vez- sus lágrimas y su quebrada voz volvieron a hacerse latente en Bill, apretando sus labios y tragando saliva.— No mientas, ya no.Un pesado suspiro salió de Tom, contrayendo su respiración y arreglando el rostro. Claro que él era consiente que ahora, Bill no podía creer ni confiar en él, y a consta de eso, haría todo lo posible para volver a tener el respeto y cariño Bill. Con ello, también quería tenerlo consigo, amarrado, atado a su lado, a pesar que fuera contra su voluntad.
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Tu eterno regreso | Toll |
Romance1...2....3 días sin saber de Bill ¿Dónde estás? Tom espera "tu eterno regreso...."