EL CAMINO HACIA TI (SASUHINA)

Amor y ambisión

Kiba estaba emocionado, y cuando llegó el momento, Hinata y Shino aplaudieron con entusiasmo mientras él recibía su diploma. Luego de la ceremonia, hubo risas, abrazos y fotos. Hinata se sentía feliz de estar allí para apoyarlo, pero a medida que pasaba el tiempo, no podía evitar mirar el reloj. La ceremonia de Sasuke ya debía haber comenzado.

— ¡Ve, no te preocupes! Ya hemos tomado todas las fotos, y además, estaré con Shino y Takami —dijo, sabía lo que su amiga sentía.

—No te preocupes Hinata. Te entendemos —añadió Shino.

Hinata le agradeció sinceramente y, después de despedirse de sus amigos, se apresuró hacia la graduación de Sasuke, que para suerte suya estaba cerca. Al llegar, el corazón le latía con fuerza, temiendo haberse perdido todo, pero para su sorpresa, la ceremonia aún no había comenzado. Escuchó que hubo problemas técnicos con el equipo de sonido y algunos graduados habían llegado tarde, lo que retrasó todo.

— ¡Qué suerte! —pensó aliviada mientras entraba al auditorio.

Para sorpresa suya se  topó con caras conocidas que lo hicieron detenerse a saludar. Había olvidado que su hermana mayor también se graduaba.

Kankuro, le sonrió levemente al verla.

—Hinata, qué sorpresa verte aquí. 

—¿Vienes por Sasuke? —preguntó Gaara sorprendiéndose así mismo, y sorprendiendo a Hinata y su hermano—. Nosotros... estamos aquí por Temari. 

Hinata asintió, su nerviosismo disminuyendo poco a poco. 

—¿Sasuke Uchiha? —preguntó el castaño, arqueando una ceja—. Creo que es un buen tipo, aunque algo reservado —a penas lo conoció hace unas horas por su hermana.

La Hyuga desvió la mirada, recordando lo mucho que eso la había atraído de él al principio. Justo cuando la conversación se hacía más fluida, las luces del auditorio parpadearon, anunciando que la ceremonia estaba por comenzar.

Se despidió cuando ellos le señalaron donde estaba el pelinegro.

—Hinata, llegaste... —Sasuke la interceptó a penas la vio— Luces hermosa... —no mentía, ese vestido azul oscuro le quedaba increíble. 

—Tú luces hermoso... —comentó casi al instante sin pensar bien. Y es que el traje lo hacía ver tan perfecto... 

Él sonrió de lado y la tomó de la mano para guiarla hacia los asientos donde estaba familia.

Su estómago se encogió un poco de nervios al ver a varias personas pelinegras hablando y casi sintió desmayarse cuando las miradas carbón se dirigieron a ella, dejando de hablar para mirarla como si se tratara de una especie rara. 

—Familia, ella es Hyuga Hinata, mi novia —la peliazul al ver sus caras sorprendidas supo que Sasuke hasta ese momento no les mencionó nada—. Hinata, te presento a mis padres; Fugaku y Mikoto Uchiha, él es mi hermano Itachi y ellos mis primos; Shisui y Obito.

Hubo un silencio prolongado después de eso. Como si los estuvieran procesando la información.

La ojiperla para ese punto ya no sabía qué hacer, hasta que la mujer le sonrió cálidamente, lo que le dio un poco de consuelo.

—Hola, Hinata. Es un placer conocerte —dijo, extendiendo la mano en un gesto amistoso.

—El gusto es mío, señora Uchiha —se apresuró a responder, intentando mantener la voz firme mientras estrechaba su mano.

Fugaku observó con atención, y aunque su expresión era neutral para sus conocidos, Hinata sintió el peso de su mirada. Aunque en el pasado Hinata buscó a Fugaku para un servicio policial, no lo encontró, así que no lo había visto hasta esa noche. Itachi sonrió ligeramente, un gesto que parecía decir que estaba contento de conocerla, y Shisui, quien la reconoció de inmediato, con su habitual energía, se inclinó un poco hacia ella.