Entre libros y casos

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— Shino, ¿así que sigues interesado en especializarte en obstetricia? —preguntó Hiashi mirando al otro lado de la mesa al muchacho.

Ahora se encontraban en un restaurante, cenando. Al día siguiente ya volvía a Francia y decidió pasar una agradable noche con aquellos muchachos. 

Al inicio a Hiashi no le gustó ver a su hija jugar con dos chicos, pero luego simplemente aceptó esa amistad al ver que ellos cambiaron a su hija. Hinata siempre estaba triste por la muerte de su madre que apenas hablaba con otros niños, pero desde que ellos llegaron a su vida, su pequeña hija volvió a sonreír. Así que ahora les guardaba cierto aprecio a Kiba y Shino.

—Es gineco-obstetricia señor, y sí, me gustaría especializarme allí. 

—Es bueno que ya sepas lo que quieras —asintió—. Kiba, ¿sigues participando en deportes? Hinata dice que incluso en estas vacaciones tuviste un torneo.

—Así es señor, y aunque no gané el primer puesto en la etapa final, estoy feliz con mis resultados.

—Eso está bien, solo ten cuidado. Por cierto, ¿si ya empezarás tus prácticas, cómo harás con tus torneos?

—No se preocupe por eso, como ya lo dije, el campeonato ya terminó y obtuve el segundo puesto. Ahora solo me enfocaré en mis prácticas.

—Me parece bien —bebió un poco de vino y luego miró a su hija, quien estaba contenta entre ellos—. Una cosa más Shino y Kiba, ¿podrían decirle a mi hija que es bueno para ella irse allá con nosotros el año que viene? 

—¡Papá! —se quejó bajo la peliazul. Últimamente aquel asunto había aparecido muy seguido durante su tiempo juntos, no es que se negara completamente solo que quería más tiempo para tener una respuesta clara. 

—Sí, Hina nos lo viene comentando desde hace tiempo —reconoció Kiba—, creo que sería una buena oportunidad para ella y su carrera, pero...

—Creemos que ella debe decidir eso —completó Shino.

—Si, bueno. Antes ya había dicho que lo haría, pero no sé que pasó que ahora parece tener que pensarlo. No es difícil, ¿o sí?

Ambos chicos miraron de reojo hacia su amiga, sabían a qué se debía el cambio, pero no se lo diría a Hiashi.

—De todos modos, aún hay tiempo para hablar de eso. Ahora quiero brindar por ustedes tres y el gran futuro que les espera —levantó su copa, y el trío juvenil lo siguió contentos.

Al día siguiente Hiashi pidió un taxi, ya que salió demasiado temprano y no quería que su hija manejara a esa hora. Sin embargo, su hija estuvo despierta y lo despidió en el taxi.

Le quedaba libre una semana, antes de volver a clases y ese tiempo la pasó con sus amigos, yendo a la casa de playa de los Aburame. Luego ambos ayudaron al Inozuka a ordenar y sacar algunos documentos que debía presentar para sus próximas prácticas.

El castaño estudiaba medicina veterinaria y ese año terminaba la universidad, saldría antes que ella y Shino.

No pasó los últimos días libres con Sasuke porque no estaba en la ciudad, ya que días después de su cumpleaños le avisó que junto a su familia viajarían al extranjero por cosas no tan vacacionales. 

Las clases del segundo semestre comenzaron y el ambiente se sentía más calmado debido a que los de último año ya comenzaban sus prácticas y no estaban en la universidad siempre.

Cuando Kiba comenzó con el suyo, Hinata y Shino prácticamente se quedaron solos en esa universidad, ya que a su amigo ya solo lo veían unos pocos minutos cuando este venía por un par de materias que aún debía llevar o cuando tenía tiempo los fines de semana. 

EL CAMINO HACIA TI (SASUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora