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Jia y Taehyung se miraron mutuamente.

—¿Crees que las cosas saldrán bien? —preguntó la chica.

Taehyung seguía observando a la pareja sentada en el borde de la piscina.

—No lo sé —admitió Kim—. Jeon Jeongguk es alguien a quien no comprendo.

Jia suspiró con pesadez mientras se alejaba de la mampara para dejarse caer sobre el sofá del salón. Taehyung la siguió.

—Temo que sea mucho para Jimin. ¿Viste como lo mira? Yo seguro me derrito ahí mismo si alguien como Jeongguk me prestara esa cantidad de atención —lloriqueó la muchacha.

Taehyung alzó una ceja mientras cruzaba sus brazos.

—¿Alguien así como Jeongguk? —preguntó Kim.

Jia sólo asintió mientras quitaba algunos de sus largos cabellos de su rostro para observar mejor la lámpara colgando del techo.

—Guapo, deportista y además siendo él una de las personas más populares de toda la escuela. ¿Qué clase de sacrificio debo hacer para que alguien me mire así?

El de cabellos negros miró con atención a la chica. Jia al ver que su amigo no contestaba o soltaba algún comentario burlón, se giró confundida. ¿Acaso Tae se había ido y la había dejado hablando sola? No sería la primera vez de cualquier forma.

No obstante, al girarse, él estaba ahí.

Taehyung la miraba de forma extraña y que no dijera nada la ponía nerviosa. Por algún motivo, su corazón dio un vuelco.

—¿Tae? —preguntó en un susurro.

Pocas veces usaba ese tono inseguro y consternado. Por lo general ella era una chica bastante segura y confianzuda pero, ¿cuando se trataba de Taehyung? Cuando se trataba de él simplemente fallaba algo en ella. Algo que la dejaba confundida.

—No debes hacer ninguno —dijo Kim finalmente—. Sólo deberías abrir los ojos.

Jia se quedó en silencio, incapaz de relacionar sus palabras con las de su amigo. ¿Qué quería decir con eso? Abrir los ojos? Ella era muy atenta con las cosas que pasaban a su alrededor. Es por ello que se había quedado paralizada cuando por primera vez observó a Taehyung darle una mirada como esa. Era demoledor y emocionante en cierto punto.

—Hasta mañana, enana cobriza —sonrió Taehyung, dejando de lado aquella extraña expresión.

Jia no pudo contestarle mientras lo veía subir las escaleras en dirección a su habitación.

¿Qué demonios había sido todo eso?


***


—Nos vemos —se despidió SeokJin de Jimin mientras se abrazaban.

Taehyung los vio con una ceja levantada y mirada estrecha.

—¿No se conocieron hace menos de veinticuatro horas? —preguntó el muchacho con tono juzgador.

Jimin lo miró con ojos de cachorrito.

—¡Pero Jin hyung es muy linda persona, Tae! —mencionó el castaño—. Además es mayor que tú, le debes respeto.

SECRET CRUSH ─ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora