SECRET CRUSH ─ KOOKMIN

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—Llegó la hora —susurró Jimin mientras se daba palmaditas en sus mejillas.

Frente a él, su reflejo lo saludaba. Ese día Jimin se veía... bien. Consideraba por primera en tanto tiempo que su cabello no se mostraba rebelde, todo lo contrario, estaba prolijo. Su ropa no parecía tan arrugada y aunque sus mejillas rosas delataban sus nervios, no le importó antes de salir del baño.

—Ahí estás —sonrió Namjoon al ver que Jimin salía de los servicios.

Jimin se quedó de piedra. ¿Ahí estás? ¿Acaso lo había estado buscando?

—Ho-Hola, hyung...

—Jeongguk me pidió que te busque porque me dijo que podrías huir de nosotros fácilmente —sonrió el de hoyuelos.

"Ggukie...", pensó Jimin con el corazón acelerado.

—Sólo necesitaba entrar al baño antes —susurró Jimin, bajando la mirada.

Namjoon asintió.

—Oh —susurró el morocho mientras se acercaba a Jimin.

Park sintió que sus mejillas se tornaban rojas pero no se movió. ¿Namjoon lo tocaría? Sus dedos estaban demasiado cerca de su rostro.

—Tienes agua —susurró Kim mientras quitaba el líquido de la mejilla de Jimin.

El pequeño castaño se alejó del toque porque vamos, ¿cómo es que no había muerto de un paro cardiaco?

—¡Lo-Lo-Lo siento! —dijo Jimin retrocediendo un paso más.

Namjoon pareció sorprendido pero luego soltó una risa divertida. Aunque esta desapareció al ver que Jimin estaba retrocediendo más y la puerta del baño no estaba cerrada.

—Jimin, te vas a cae-

Y sucedió.

Jimin cayó de trasero al suelo, gimiendo adolorido por el golpe. Namjoon rápidamente lo ayudó a ponerse de pie, haciendo que Jimin se sintiera más avergonzado.

"Gracias piernas", pensó irónicamente el castaño con sus lentes chuecos.

—Lo siento, no sabía que no te gustaba el contacto físico —musitó Namjoon, algo tímido.

Jimin negó y se arregló las gafas.

—No es eso —musitó el castaño mientras se quitaba sus cabellos de su rostro.

Estaba actuando demasiado torpe y no quería arruinar ese momento. Jeongguk lo había mandado porque confiaba que Jimin lo haría bien. No quería decepcionar a Jeon.

—Yo me sorprendo con fa-facilidad porque no suelo tratar a muchas personas —soltó finalmente, ocultando que de hecho era así solo porque se trataba de él.

Namjoon asintió, comprendiendo.

—Espero nos volvamos más cercanos entonces, Jimin —sonrió el moreno mientras estiraba su mano—. Ese día creí que tú me lo pedías a mí.

—¿Eh?

—Lo de ser amigos. El domingo en la mañana... pensé que me lo decías a mí —aclaró Kim con la mirada en otro lado.

¿Namjoon estaba... avergonzado?

—S-Sí —afirmó Park, tomando todo el valor del mundo—. Te lo decía a ti... ¡p-pero me alegró mucho que todos me dijeran que éramos amigos!