Once

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Intenta nadar con todas sus fuerzas hacia la superficie, extendiendo su mano cuando cree ser capaz de poder aferrarse a algo que lo mantenga fuera del mar que lo ahoga, fallando en el intento y hundiéndose por cada segundo. La sensación es lamentablemente familiar, cerrando sus ojos para permitir hundirse en la desesperación y terror que lo envuelve, que se adentra a sus pulmones y le arrebata el poco oxígeno que tiene.

"Voy a morir" piensa mientras su cuerpo sufre un espasmo y el poco aire que tiene se escapa de su boca, tragando agua de aquel mar que lo arrastró con olas agresivas; sin embargo cuando la humedad deja de rodear su cuerpo y es remplazada por calor, decide abrir sus ojos violetas, examinando el tan conocido campo que hace mucho ya no veía, un campo que en su momento estuvo rodeado de flores, pero ahora yace chamuscado, con llamas salvajes que se extienden por las pocas zonas verdes con el fin de arrasar toda la vida y belleza que queda.

Su corazón golpea con fuerza su pecho, está intentando recuperar todo el aire que creyó perder en el mar, pero puede colocarse de pie lentamente, examinando a su alrededor en busca de alguien que no puede recordar bien. Camina con cuidado, esquivando el fuego como puede y tosiendo un poco cuando ahora es el humo que se adentra a sus pulmones.

Sabía que volverías, Duxo — gira rápidamente cuando la voz a sus espaldas lo sobresalta, encontrando a un castaño de ojos negros sonriendo, con sus brazos abiertos a la espera de algo que no capta, decidiendo retroceder cuando el aura que desprende no es como imaginó que sería — No vas a dejarnos solos... ¿Cierto?

¿Dé qué hablas? — puede reconocer el rostro de Aquino, aun cuando no porta la pañoleta que cubre su boca y su cabello está lleno de flores marchitas y no de un sombrero, ni siquiera sabe porque está vestido de ese modo, con una capa morada algo chamuscada en la punta, probablemente a raíz del incendio del campo.

Su cabeza comienza a palpitar con fuerza, como si hubiera alguien atrapado adentro y estuviera golpeando sin parar al intentar salir; algo le grita que tiene que marcharse, pero permanece allí de pie, mirando al castaño como si fuera un bicho raro. El menor parece percibir su lejanía, bajando sus brazos pero sin borrar la sonrisa de su rostro en ningún momento.

Estamos muriendo, Duxo — la voz hizo eco en sus oídos, retumbando y provocando que se queje de dolor — Necesitamos ayuda, tienes que regresar — con pasos firmes, el castaño llegó hasta él y posó su mano sobre su hombro, con su sonrisa disminuyendo hasta acabar en frialdad — Vuelve a casa.

Abrió sus ojos de golpe y despertó en una cama, pero no en la cama donde descansaba. No tuvo tiempo para examinar su alrededor, atormentado por la tos que lo obligó a encorvarse y cubrir el desagradable sonido con su mano, un intento inútil cuando se transformó en un ataque de tos más grave al punto en que su pecho dolió por cada esfuerzo y sintió como si pudiera ahogarse; no puede detenerse.

Se levantó como pudo de la cama, pero sus pies se enredaron entre sí y su cuerpo cayó contra una pared, consiguiendo muy a duras penas no desplomarse; la tos parece disminuir un poco conforme se va arrastrando por la pared hasta el suelo. Cuando el ataque se ha detenido y se ha tomado el tiempo suficiente para tranquilizar su respiración y que se aclare su visión, puede sentir la humedad en su mano, con algo deslizándose por su brazo y goteando en el suelo.

Cuando su visión se enfoca en la palma de su mano, puede ver la sangre deslizarse por entre sus dedos, una cantidad lo suficientemente preocupante como para despertar el pánico en su ser, colocándose de pie para dirigirse al baño a tropezones, chocando contra la puerta antes de poder salir y mirar con algo de confusión los pasillos diferentes; le cuesta un par de segundos recordar que se encuentra en la granja, en casa de Estailus, pero una vez lo hace, le resulta más sencillo localizar el baño, entrando de golpe para meter su mano en el lavabo y poder utilizar el agua para limpiar lo mejor posible la sangre que ha expulsado.

The Sheriff | WBNSxMCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora