"Ayúdame a regresar a mi mundo, hechicero"
Ha transcurrido un día entero desde que el pelinegro soltó aquella petición y seguidamente cayó inconsciente. Actualmente él se encuentra recuperándose de todos los eventos anteriormente vividos en la comodidad de su habitación, pero sabe que ha despertado y se encuentra bajando por el pueblo mientras su oficial permanece a su lado cuidándolo silenciosamente.
Por su parte, sólo puede pensar en que fue lo que sucedió para que cayera tan enfermo repentinamente; tiene sus teorías, pero no puede lanzarse a ellas así como si nada, necesita hacer preguntas, tener más pistas que lo lleven al resultado real, pero no puede hacer nada de eso si no se acerca personalmente a Duxo. No debería ser tan complicado, tal parece ha descubierto su "habilidad", pero está seguro de que nunca fue lo suficientemente descuidado junto a él como para revelarse así como si nada, y eso no es todo lo que le preocupa realmente, sino lo cambiado que parece el mayor en tan poco tiempo.
Algo más estaba sucediendo y no le gustaba para nada.
Suspira frustrado mientras pasa sus dedos por su cabello castaño y tira de sus hebras con algo de fuerza, como si esa simple acción fuera a aliviar todos sus malestares, pero como es de esperarse no sucede nada. Permanecer en su oficina en la comisaría sólo lo está asfixiando, así que decide dejar el papeleo esperar por otro día más para así colocarse de pie y tomar sus cosas con el fin de salir. Se coloca su sombrero y realiza el nudo de su pañoleta con facilidad incluso si no presta mucha atención a ello, sumido en la familiaridad de los movimientos que ha hecho cada día en la gran parte de su vida; una vez está listo, empuja la puerta para atravesarla y escucha como sus botas resuenan en el suelo de madera de la entrada de la comisaría.
Afuera puede ver movimiento en el pueblo, justo como cualquier mañana normal, pero aquella no era una mañana normal. Su atención es atraída a donde el mayor ruido se estaba generando, y pudo ver desde su lugar a cierto pelinegro de ojos morados continuar con la construcción de su hogar, justo como si el día anterior no hubiera caído en una especie de coma.
Desde que él llegó, ha estado luchando duramente con sus pensamientos negativos sobre ese tipo, no es sencillo ver a la figura de autoridad del pueblo y mejor amigo morir frente a sus ojos para que tiempo después llegue alguien con el mismo rostro y ojos. Se ha esforzado por aceptarlo y que pueda instalarse, pero ahora no piensa que eso sea una buena idea, haciendo una pequeña mueca con su rostro en lo que sus ojos se tornaron naranjas y pudo vislumbrar el leve aura oscura que lo rodeaba; era preocupante.
— ¡Diego! — reaccionó al escuchar su nombre, parpadeando un par de veces con confusión para luego sentir como su cuerpo se tambalea debido a la acción repentina de cierto chico rubio de lanzarse encima suyo para abrazarle; no necesita ver su rostro para saber que se trata de "Gustavo" o como normalmente lo llaman, Kendo — Tiempo sin verte, viejo amigo.
— Ya — responde apartándose del abrazo con cuidado, dedicando una última mirada al pelinegro antes de regresar su completa atención al rubio — ¿Qué haces aquí? — rueda sus ojos cuando el mayor hace un gesto que da a entender que algo le dolió; se da una idea de que se trata pero no decide comentar nada al respecto.
— Soarinng me dijo que alguien interesante había llegado al pueblo hace dos meses — hace una pequeña mueca al escuchar lo pronunciado con diversión por el contrario, sabiendo que seguramente esas no fueron las palabras exactas del castaño de ojos azul y amarillo, al rubio le gustaba distorsionar historias a su propio gusto — No creí que fuera tan interesante... ¿Desde cuándo Duxo tiene un hermano gemelo que se llama igual?
La risa le molesta un poco, especialmente ahora cuando duda de sus decisiones, se siente como una burla que lo carcome lentamente y le hace moverse con incomodidad.
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The Sheriff | WBNSxMC
FanfictionDuxo despierta en un universo que no es suyo, por segunda vez en su vida, y debe encontrar como salir de allí, refugiándose en un pueblo habitado por personas que poseen el rostro de sus amigos. Ante la falta de piezas importantes en sus recuerdos...