❛2. El secreto del principe❜

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 Diez años después

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Diez años después.

71 d.c
Desembarco del Rey.

Alynerys miró por la ventana de su dormitorio hacia la ciudad de Desembarco del Rey. Hacía nueve años que se habían trasladado de Rocadragón a la capital, pero para Alynerys esto no fue un gran cambio, pues siempre había considerado Desembarco del Rey como su hogar, donde había nacido y crecido.

Recientemente, unas sirvientas habían venido a ayudarle a prepararse. Su padre le había convocado para ver al maestre, con el objetivo de encontrar la razón detrás de su apariencia delicada y femenina. A diferencia de sus dos hermanos mayores, que eran fornidos y altos, Alynerys, aunque no era bajo, era delicado y delgado, con largas piernas estilizadas y brazos finos.

A pesar de tener solo diez años, su cuerpo había comenzado a cambiar, pero no de la manera habitual en un varón. Sus padres, Jaehaerys y Alysanne, no le habían dado mucha importancia a estos cambios. A pesar de tener ya varios hijos, todos podían notar cómo se suavizaban con su tercer vástago. Alynerys no era caprichoso en su mayoría, aunque hacía travesuras, cosas que nunca pudo hacer en su vida anterior por miedo a que Alicent se enojara. Aquí, podía hacer lo que quisiera siempre y cuando sus padres no se enteraran. Y cuando lo hacían, siempre era rescatado y puesto en el regazo de sus hermanos mayores, que eran muy dulces con él.

Todo era perfecto. Pero, como siempre, las víboras de la corte habían empezado a hablar al notar los cambios del príncipe. "¡Demasiado delicado!" o "¿Acaso no es un niño?" Alynerys no les prestaba atención; al final, había aceptado que su cuerpo era diferente. Alyssa le había otorgado un cuerpo distinto, y él sabía exactamente lo que ocurría en su interior.

Suspiró mientras apoyaba la cabeza en el vidrio de la ventana y giraba los anillos en su mano derecha por los nervios que sentía. Alisó la falda de su túnica. Hoy había decidido vestirse como siempre había deseado desde joven. Cuando aún era Aemond, llegó a usar alguna que otra bata, pero tuvo que dejarlo para ser un guerrero.

Tuvo que ser un monstruo.

Llevaba una larga túnica de un púrpura claro, hecha de un tejido ligero y translúcido. La parte superior tenía un escote en V profundo y mangas amplias y sueltas, que caían elegantemente sobre los hombros. El tejido de las mangas y la parte superior estaba plisado, con un cinturón ancho en la cintura decorado con intrincados bordados dorados. La falda era larga y del mismo tejido translúcido lila, con un drapeado central que le daba un aspecto elegante y fluido, cayendo con gracia desde la cintura hasta el suelo. En el centro de la falda, en la parte inferior, había un pequeño adorno que mantenía el drapeado en su lugar y facilitaba su movimiento.

Había optado por un recogido bajo, con trenzas elaboradas que se entrelazaban simétricamente en la parte posterior de su cabeza, formando un elegante nudo que le daba un aire de nobleza y cuidado detalle. Las trenzas enmarcaban suavemente su rostro y aseguraban que el adorno de su cabeza permaneciera en su lugar. Este adorno era una estructura dorada intrincada, adornada con amatistas que combinaban con sus ojos y perlas. En el centro, un gran cristal en forma de corazón era el punto focal, rodeado de pequeños cristales y perlas que colgaban delicadamente, reflejando la luz con cada movimiento.

 '𝐌𝐘 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃' ¡✰彡˚House of the DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora