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Elyan



Con Erys ha mi lado , ya me sentía más seguro , a pesar de haberme resistido a tenerla cerca todo lo que he podido , una vez más los vínculos con la familia me ganan una vez . 

Piensa Elyan , que las emociones nublan el juicio . 

Erys y yo nos fuimos decididos a la sala de conferencias a buscar al resto del grupo , no teníamos apenas información , pero a lo mejor alguno podría tener una idea de lo que buscamos , el submundo es demasiado grande y tenemos que reducirlo a una sola persona . 

Una vez allí , estaban todos los del grupo incluyendo al mismísimo Magnus Bane que me miraba con seriedad por lo ocurrido hace un rato , Alec me miraba confundido por el hecho de que el resto del grupo , apenas me miraba era como si fuera invisible . 



- ¿ Que tenéis ? - Preguntó Alec mientras manejaba la pantalla que mostraba la ciudad de New York - 


- Buscamos un subterráneo específico - Empezó a hablar Erys hasta que yo la interrumpí terminando la frase - 


- Lo suficientemente inteligente como para robar una reliquia y no salir malherida. 


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Dejé mi arco nuevo encima de la mesa a la vista de todos y seguí hablando 

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- Y lo suficientemente talentosa como para manejar un arco con tanta precisión - Y cuando tenía pensado terminar Alec me interrumpió - 



- Sin ser una de los nuestros - Alec terminó mi frase mirándome autoritario y asintió con la cabeza-



- ¿ Y que puede ser ? Porque un vampiro está descartado - Habló Erys para quedarse pensativa - 



- ¿ Un hombre lobo ? - Pregunté algo confuso mirando al grupo que me devolvían la mirada de forma bastante burlona - 




¿ Acaso he dicho alguna gilipollez ? Ninguno de ellos sabe la respuesta ¿ Por que una vez más soy yo el que queda fatal ? ¿ Me consideran el típico tonto que hay en los grupos de mundanos ? No creo que eso sea verdad . 




- Lo dudo bastante...... - Habló de repente Ikia - 




Me quedé mirándola fijamente algo confuso , es cierto que últimamente no he tenido mucho contacto con ella , que apena hemos hablado porque he estado más con Erys animándonos el uno al otro en momentos de necesidad . Es increíble lo mucho que cambiamos Erys y yo de cara al público , hace unos simples minutos en nuestra habitación éramos unos simples bebés y ahora delante de ellos somos duros como la piedra . 

El Beso De La Sangre - Alec LightWood -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora