Capítulo 7

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~•~ Flashback hace 5 años ~•~

El sol se colaba suavemente por las cortinas del hospital, iluminando la habitación con una luz cálida y dorada. Horacio estaba sentado al lado de la cama, observando con ternura a Volkov, quien sostenía en sus brazos a su recién nacido, Sammy. Su primogénito dormía plácidamente, ambos miraban cómo el pequeño pecho de este iba subiendo y bajando con cada respiración. Horacio no podía dejar de sonreír, amaba sentir cada una de aquellas oleadas de amor y felicidad que le daban aquellos momentos.

— No puedo creer que ya esté aquí... — dijo suavemente el omega mientras que sus ojos brillaban de emoción — es... perfecto...

El alfa levantó la vista de su cachorro y miró a su omega con una expresión de profunda adoración.

— Sí, que lo es... — respondió sonriente — nunca pensé que podría sentirme de esta forma... — se acercó al moreno para otorgarle un leve beso en la frente — gracias por esto...

Hubo un momento de silencio lleno de significado, mientras ambos contemplaban el milagro de la vida que acababan de traer al mundo. Así fue hasta que Volkov rompió el silencio con una risa suave.

— ¿Te imaginas cómo será cuando tengamos más hijos? La casa estará llena de risas, caos y... bueno, muchas más noches sin dormir — añadió recordando aquella conversación que habían tenido al enterarse que estaban esperando a su primogénito.

— Sí, será una locura — dijo el omega riendo, encantado con aquella idea, esa ilusión que ambos compartían por tener una familia como la que no pudieron disfrutar del todo cuando eran niños — pero una buena locura... — añadió, mientras se imaginaba aquella escena en su cabeza — ¿Cuántos crees que deberíamos tener?, ¿Dos, tres...?

— Bueno, siempre he pensado que una familia grande sería increíble — respondió luego de pensarlo por un momento, una sonrisa juguetona en sus labios — tendremos todos los que tú quieras, después de todo, eres quien hace la mayoría del trabajo, no me gustaría hacer que te comprometas con...

— Viktor... — lo interrumpió el omega con una tierna sonrisa mientras colocaba su mano sobre la mano de este — serán nuestros pequeños, de ambos, no sólo míos, jamás me sentiría presionado ni obligado por ti — le pidió que le pasara a su pequeño para tomarlo en sus brazos y observarlo mientras peinaba su cabello dorado — además, mira a este pequeño preciso, imagínate cómo serán sus hermanos y hermanas.

— Seguro que igual de hermosos que tú — dijo muy seguro de aquello mientras tomaba asiento junto a este para abrazarlos a ambos.

— ¿Qué dices?, si Sammy es idéntico a ti — añadió aquello entre risas — yo hago todo el trabajo y sale igualito a ti — fingió molestia.

— Entonces ya sabemos quien tiene los genes más fuertes — continuó la broma para luego volver a besarle — tendremos que continuar buscando a nuestro pequeño o pequeña morenita.

— Poco a poco Viktor... poco a poco — dijo para luego quedar ambos observando a su pequeño recién nacido, aquel que luego de tanto había llegado como resultado del profundo amor que sentían el uno por el otro.

Sabían que la vida con una familia grande traería desafíos, pero también sabían que estarían juntos para enfrentar cada uno de ellos.

— Sea cual sea el número, mientras estemos juntos, todo estará bien... — dijo el alfa, inclinándose para besar suavemente a Horacio en los labios — Construiremos una familia hermosa y llena de amor.

— Sí, lo haremos — susurró el omega mientras cerraba sus ojos, disfrutando de ese momento — una familia perfecta, llena de amor y aventuras.

Los dos se quedaron en silencio, disfrutando del momento y de la paz que los rodeaba, con Sammy durmiendo entre ellos, el primer paso de la familia que siempre habían soñado tener juntos.

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