Capítulo 4

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— ¿Y bien, Viktor?, ¿te gustaría contarme lo que ocurrió ayer en la oficina? — le preguntó la Dra. Martínez mientras lo observaba amablemente.

Luego de aquella recaída, el alfa fue llevado por su hermana a su hogar para que este pudiese descansar y volver a caer en tiempo. Sin embargo, su compañero director se había negado a que este regresara al trabajo hasta que tuviese una consulta con su psicóloga. Petición con la que Aleksandra estuvo de acuerdo y por consiguiente, el ruso. Aún así fue una noche difícil, el alfa mentiría si dijiste que había pegado un ojo y descansado. Cosa que fácilmente se podía apreciar en este instante en el interior de una oficina cálida y acogedora de la Dra. Martínez. Esta estaba sentada detrás de un escritorio de madera, tomando notas, observando a Volkov el cual se mostraba visiblemente afectado y un tanto nervioso.

— Estaba trabajando... — comenzó a decir soltando un suspiro — como siempre desde que regresé a la sede, he creado una pequeña rutina como usted me recomendó — inició a detallarla — suelo patrullar durante las mañanas, luego reviso algunos informes y proceso a entrenar o asistir a briefing para intentar recordar más... — enumeró el orden en el que solía realizar estas cosas — pero ayer mientras leía los informes... de repente, me sentí abrumado. Comencé a recordar fragmentos de cosas que no podía entender. Me sentí atrapado, desesperado... no podía respirar... — finalizó viendo como esta asentía.

— Entiendo... — dejó de lado su libreta de notas — y esos fragmentos, ¿puedes describir alguno de ellos?

—Había una sensación de... familiaridad — confesó en — como si... como si algo muy importante estuviera justo fuera de mi alcance... vi caras, lugares, pero todo estaba borroso — comenzó a expresarse un tanto más enojado — No entiendo por qué no puedo recordar...

— Es natural que te sientas así, Volkov — intentó tranquilizarle con una voz suave y calmada — tu mente está tratando de reconectar con esos recuerdos perdidos. La amnesia puede ser extremadamente frustrante y confusa. Pero recuerda, no estás solo en esto.

— Es difícil no... sentirme solo... — respondió cerrando sus ojos — cada día me pregunto quién era antes y... qué es lo que he perdido — confesó ahora dejando sentir su tristeza — esos vacíos... me están consumiendo.

— Esos vacíos — inició nuevamente la doctora tomando un suspiro profundo — eventualmente comenzarán a llenarse, poco a poco. Vamos a trabajar juntos en técnicas para manejar estos episodios de ansiedad. Pero también necesito que te apoyes en las personas cercanas a ti. Ellos pueden ser una fuente de consuelo y conexión.

— ¿Y si nunca recupero todo? ¿Y si siempre soy esta versión rota de mí mismo? — se expresó con un tono de desesperación.

— No estás roto, Volkov — respondió mirándolo fijamente — eres un ser humano pasando por una experiencia extremadamente difícil. La recuperación no siempre significa volver a ser exactamente quien eras. Puede significar aprender a vivir y encontrar paz con quien eres ahora. Vamos a explorar esas posibilidades juntos.

— Dicen que ya he pasado por esto antes... — volvió a hablar luego de unos segundos — ¿es posible que pueda recuperarme otra vez?, ¿y si me recupero y esto vuelve a pasarme?

— Así es... ya has pasado por esto antes — tomó de nuevo la palabra la contraria — y no hay nada que pueda decir que asegure que te recuperarás de nuevo, como tampoco no hay nada que pueda asegurar que no te ocurrirá de nuevo — hizo una pausa pequeña — sin embargo, no podemos preocuparnos por eso ¿verdad?, ya hemos hablado de no preocuparnos por aquellas cosas que no podemos controlar.

— Lo sé, lo sé... — respondió ahora intentando calmarse a sí mismo — es solo que... es difícil... no sé cómo logré superarlo la primera vez...

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