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En secreto, HongJoong había estado evadiendo volver a su casa materna, y ahora, en frente de esa puerta, tenía un nudo en el estómago y podía sentir el peso de la manipulación de solo pensar que tendría que subir esas escaleras y discutir con su madre. Habían muchos asuntos pendientes entre ellos, no sólo la casa, sino que también ahora defendería su libertad y sus elecciones.

Abrió la puerta y subió la escalera, el aire cada vez se hacía más pesado, sabía que no sería fácil, y estaba más que dispuesto a no ceder.

-¡HongJoong! Estaba tan preocupada por ti- grito su madre, corriendo a abrazarlo con una enorme sonrisa-. Te he extrañado, te necesito tanto...

-Detente- suspiró, haciendo que lo suelte-. Detente mamá... Tenemos que hablar- suspiró, con la voz tensa y entrecortada-. Hablé con MinGi y me enteré que has titularizado la propiedad de la abuela. Sabes que ella me dejó la casa a mí.

-Oh, vienes por eso- dijo ella, cambiando su expresión jovial-. Es lo único que te importa, HongJoong- agregó, caminando hacia la cocina y sirviéndose una copa de vino-. Estás sin dinero y no sabes de dónde sacar. ¿Aún no conseguiste empleo? - preguntó con ironía, enarcando una ceja-. Te dije que esa carrera de mierda no te serviría para nada.

La sangre de HongJoong comenzaba a circular rápidamente, la sentía latir debajo de su piel, apretando los puños y frunciendo los labios.

-Mamá, me estás robando. Ni siquiera es tu madre, nunca la ayudaste ni quisiste saber nada de ella. No mereces sacar ningún beneficio de esa propiedad- le dijo, no debía permitir que cambie de tema. Uno a la vez.

-Tu abuela no se merecía ni mi lástima.

-Yo la amaba, y ella a mí. La abuela me dio lo que tú no pudiste darme, mamá. Me crio cuando tú no pudiste hacerlo. Se justa y déjame lo único que me queda de ella- su voz se quebró, respiró profundamente.

-¡No puedo creer que me trates así!- estalló, golpeando la copa contra la mesa-. Después de todo lo que te di, todo lo que he hecho por ti... esa vieja, incluso muerta, es más importante. ¡Vienes sólo por los malditos papeles! "Mamá, ¿Cómo estás?" Nunca ¿no? Hace días que no sé de ti.

-¡Me has sacado el maldito móvil en mi última visita! ¿Cómo podría comunicarme contigo? - se justificó, aunque podría haberlo hecho, prefirió no darle su nuevo número-. Móvil que además estás usando como si fuera tuyo- agregó, observando que su anterior móvil estaba arriba de la mesa- ¿Estuviste viendo quienes me contactan? ¿Cuántas empresas rechazaste por mí?

Su madre no dijo nada, bebiendo tranquilamente de su copa de vino.

-¿Sabes qué siento?- le dijo, casi sollozando-. Que prefieres a esa gente antes que a mí. No puedes irte así, HongJoong.

-¿Esa gente?- preguntó.

-A SeongHwa.

El corazón de HongJoong dio un salto y estaba seguro de que había palidecido. Una suave sonrisa de victoria apareció en los labios de su madre.

-Oh, eso era. Tu nuevo noviecito SeongHwa. Sabía que no habías cambiado.

-No cambiaré, mamá. Soy así- aseguró-. Sólo vine a buscar los papeles, será lo mejor a futuro, para que no tengamos problemas legales, y no tengamos que poner abogados entre nosotros, y sabes que perderías.

-¿Serías capaz...?

-Tu fuiste capaz de sacarme lo que era mío primero, y sé que lo haces para fastidiarme. Porque quieres que vuelva siempre a ti, por una cosa o la otra... pensaste que sin móvil me quedaría contigo porque no tenía con quién comunicarme, pero tengo gente afuera que me quiere bien, y la libertad que me brinda es suficiente para que siempre vuelva. La casa es un capricho tuyo, sé que no necesitas el dinero, papá te dejó una buena pensión. Estás esperando que te lo pida, que venga a ti de rodillas a que me ayudes económicamente y quedarme contigo, enjaulado como un exótico pájaro. Quieres obligarme a ser quien tú quieres que sea mientras me pudro por dentro.

Take me Home (SeongJoong, YeoSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora