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Vio a YeoSang caminando sobre la tierra. Abajo había agua helada, no la veía, pero sabía que estaba allí. La tierra se abrió como si fuera un rompecabezas, haciendo que el niño se tambalee sobre las placas en la superficie, llamándolo, pero por más que quisiera, no podía llegar a él, y cada vez lo veía más lejos, como si una fuerza externa lo alejara de él, mientras el niño corría sobre la tierra que se movían peligrosamente. Más adelante, agua y tierra dejaban de existir. Miró con desesperación que su hijo corría hacia él con la mano extendida hacia arriba, como si SeongHwa estuviera en un plano más alto, como si volara, pero, aunque lo intentaba con toda su fuerza, no podía alcanzarlo. ¿Qué podía hacer? ¡YeoSang caería al abismo! Una persona apareció corriendo hacia el niño, quien sea, detenlo, ¡Se va a caer! ¡HongJoong!

-Aquí estoy, Hwa.

SeongHwa se despertó, aún con los vestigios del sueño y la última imagen de HongJoong sosteniendo la mano de YeoSang cuando cayó al abismo, balanceando sus piernas sobre la nada.

No podía moverse, escuchaba los latidos acelerados de su corazón en sus oídos, su cuerpo frío y húmedo, y unas manos tibias que sostenían las suyas.

-Despierta, es una pesadilla- le dijo una voz, tocando sus mejillas.

SeongHwa aún no podía moverse, estaba paralizado. Un hormigueo casi doloroso recorría su cuerpo. Respiró profundamente, intentando salir del mundo onírico y volver a la realidad.

-¿Estás bien?

HongJoong lo miraba cuidadosamente sentado en el borde de la cama, esperando una respuesta. SeongHwa afirmó con la cabeza.

-¿Otra vez las pesadillas con Yeo?- preguntó, acariciando el cabello del mayor.

-No se detienen- se quejó SeongHwa, apoyando su antebrazo en su frente y mirando el techo.

-Es normal, tienes miedo de que le pase algo a Yeo... No pararán hasta que eso no se resuelva.

-¿Qué hora es?- consultó con un suspiro, porque no importaba qué pasaría con su hijo, el mundo seguía girando, y él tenía que seguir trabajando y llevar a YeoSang a la escuela, y estos días, desde que habían ido a la casa de HongJoong, SeongHwa se sentía cansado todo el tiempo, no podía dormir por las noches dándole vueltas al asunto entre MinGi y YeoSang y cuando lograba dormirse, tenía pesadillas. Por lo que también, para mantenerse despierto, había aumentado su consumo de café, lo que a su vez provocaba que por las noches no pueda dormir. Era un círculo vicioso del que no podía salir.

-Son casi las 4 de la mañana- respondió HongJoong, mirando su móvil-. ¿Quieres que te traiga agua?

-No, gracias.

-Llámame si me necesitas- le dijo, levantándose para apagar el velador de la mesa de noche.

SeongHwa agarró su brazo, ¿cómo decirle que se quede con él, de nuevo? Como la noche anterior, y la anterior a la anterior... abrió y cerró la boca varias veces-. Hwa, si quieres algo sólo dilo- sonrió.

-¿Puedes dormir conmigo?- susurró.

HongJoong apagó el velador y dio vuelta a la cama para acostarse del otro lado.

-¿Quieres hablar?- preguntó en la oscuridad.

-Quiero dormir sin pensar, sin sueños o pesadillas donde pierdo a Yeo- le dijo, un escalofrío recorrió su espalda. Se giró hacia HongJoong, rozándolo, estaba demasiado cerca. Podía oler su perfume y sentir el calor de su piel. HongJoong se giró hacia él.

-¿Quieres que te de la mano? ¿o un abrazo?

SeongHwa no respondió. Tomó primero la mano de HongJoong, que el menor apretó suavemente y, como no fue suficiente, se acercó más. HongJoong soltó su mano y lo envolvió con sus brazos, en esa fortaleza que también hacia con YeoSang, y que SeongHwa había tiernamente envidiado, y con mucha razón, se sentía muy bien ahí adentro, tan cerca de su pecho que podía escuchar su corazón latiendo.

Take me Home (SeongJoong, YeoSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora