YeoSang todavía no comprendía por qué debía conocer a su otro papá. A su papá, al de verdad, le había dicho que estaba bien, que no había problema, pero si lo había. Le molestaba y lo hacía sentir incomódo. Le daba vergüenza ponerse a llorar frente a todos casi sin explicación, pero YeoSang si la tenía.
Tenía miedo.
Y aunque se papá le había asegurado que estaría en todo momento con él, y que así había sido el encuentro anterior, no pudo evitar asustarse cuando el señor MinGi se acercó un poco.
Recordaba lo que había visto cuando se encontraron en la puerta de la casa de HongJoong, a pesar que en ese momento no conocía a ninguno de los dos, HongJoong había sido amable con él, y le había caído bien desde que su papá lo trajo a casa.
Ahora esas imágenes aparecían de nuevo en su pequeña cabeza, poniéndolo en alerta cuando llegaron a la institución de asistencia.
-YeoSang- lo llamó su padre, sacándolo de sus pensamientos-, te lo diré de nuevo. Si te sientes incómodo, si no quieres estar, puedes decirme y nos iremos. ¿Cómo estás de la pancita?- preguntó, apoyando su mano suavemente sobre su estómago y haciéndole unas suaves cosquillas.
-Bien- sonrió, hacía un par de días que había estado vomitando, y su papá aún seguía preocupado, cuidando cada una de sus comidas, y recién en la mañana permitió que YeoSang tome la chocolatada especial que HongJoong había preparado para él, y si había algo que hoy lo desanimada, es que después de la sesión con MinGi, no habría pollo frito como la vez anterior.
Cuando bajaron del auto, YeoSang tomó los perritos de peluche que había llevado para jugar con MinGi, esperando que esta vez se hagan amigos, y automáticamente tomó la mano que su papá le brindaba, caminando a pasitos acelerados por el sendero hacia la puerta de la institución.
YeoSang miró a su papá, el sol le pegaba sobre su cabello negro, y amaba lo alto y hermoso que se veía, caminando tranquilo. YeoSang aceleró sus pequeños pasos, divertido, siempre tenía que hacerlo para estar a la par con su papá y no quedar atrás, aún sabiendo que no soltaría su mano.
La secretaria les permitió pasar, conduciéndolos hacia la misma habitación que habían ido antes, abriendo la puerta. Los juguetes habían cambiado de lugar, y YeoSang lamentó no ver el enorme barco con el que había jugado la vez anterior, aunque la alfombra suave y de colores seguía inmaculada sobre el piso de madera. Había olor a cera recién pasada y perfume de bebé, y YeoSang sintió deseos de cubrirse su nariz, no porque oliera mal, sino porque una punzada llegó a la vez a su estómago y su cabeza con el perfume.
Rebecca los recibió con una enorme sonrisa.
-¡Buen día, YeoSang!- lo saludó, dándole la mano-. ¿Viniste con amigos hoy?- preguntó, observando que YeoSang llevaba sus perritos de peluche, el Doberman que le había regalado MinGi, y un Maltés Beige, que su papá le había regalado para uno de sus cumpleaños.
-Si- dijo, sentándose en una silla, al lado y muy pegado, de su papá.
-MinGi llegará en un momento, me dijo que está retrasado por el tráfico- comunicó Rebecca, observando la pantalla de su móvil-. Mientras podemos hablar de cómo te has sentido desde la última vez que nos vimos, YeoSang.
-Bien- mintió.
-Sé que no te has sentido muy cómodo- le dijo, exponiéndolo-, ¿quieres contarme?
YeoSang miró a su papá en busca de afirmación, había sentido muchas cosas, y no había podido ponerlas en orden en su cabeza. Se paró de la silla para acercarse más a su papá, se sentía desprotegido, y la pregunta que Rebecca le hizo se hacía muy difícil de responder.
La puerta sonó dos veces, y Rebecca se levantó a abrir. Cuando MinGi entró, saludando a la asistente y ofreciendo una disculpa, YeoSang se subió al regazo de su padre, abrazando los perritos de peluche, que no había soltado. MinGi se sentó del otro lado mientras los saludaba distante a ambos.
-Le estaba preguntando a YeoSang cómo se había sentido sobre nuestro primer encuentro- explicó Rebecca.
YeoSang sintió los brazos de su padre abrazarlo con calidez y seguridad. Si no decía nada, estaría bien ¿verdad?.
-YeoSang estuvo con indigestión estos días- explicó su papá, cuando el silencio había sido prudencial-. Quizás se siente un poco débil- justificó, acomodando su flequillo, un toque suave y reconfortante.
-No me dijiste- murmuró MinGi, seriamente.
El cuerpo de su papá debajo de él se tensó.
-¿Disculpa?
-No me dijiste que YeoSang estuvo enfermo. Deberías decirme- aclaró MinGi, mirando a Rebecca.
-He pasado 6 años de enfermedades de YeoSang, y no has estado nunca ¿por qué te avisaría ahora?.
-Porque soy su padre también, y si no estuve fue porque no sabía de su existencia.
Su papá bufó y no respondió, pero YeoSang podía sentir su corazón latiendo rápidamente en su pecho y la tensión acumulada en los brazos que lo envolvían. Por inercia, abrazó con más fuerza a sus peluches, parpadeando para quitar la humedad que se acumulaba en sus ojos. Si había algo que no quería, era ser parte de la discusiones de sus papás.
-Papis, vamos a relajarnos- ordenó Rebecca-. Es cierto que MinGi ahora es parte de la vida de YeoSang, pero en esta instancia, SeongHwa no tiene que darte un parte diario de cada paso del niño. Debes entender que es un proceso lento y progresivo para todos, no solo para YeoSang. A excepción que pase algo gravísimo, ojalá que no, el único momento que tienen para pasar y saber de YeoSang, es este.
MinGi golpeó sus muslos con las manos en reprobación, exhalando fuertemente.
-Entonces si un día YeoSang está conmigo y se enferma, ¿yo no tengo que comunicarle a SeongHwa?
-SeongHwa es su cuidador principal, debe estar al tanto de todo lo que le pase a su hijo en tanto el tenga la tenencia completa. Pero no nos adelantemos, el momento es este, MinGi.
-No es justo... Yo no sé nada de la vida de mi hijo.
-Tampoco es justo que nos hayas dejado todos estos años- murmuró su papá-, y ahora no es justo para YeoSang tener que atravesar este proceso. ¿Has pensado en él? ¿O solo miras tu nuevo ombligo de padre?
En un parpadeo YeoSang se vio apresado por los brazos de su papá, y al mirar hacía el otro lado, MinGi se había acercado tanto que podía oler su perfume picante y amaderado, otra punzada llegó por detrás de sus ojos, sintiendo el aliento de MinGi en su cara, su expresión se había desfigurado y su rostro no se mostraba agradable y gentil, su papá, sin embargo, se había mantenido tranquilo en sus facciones. YaoSang lo conocía mucho, y lo único que podría decirle a MinGi en este momento, es que por su bien, se aleje. Las miradas entre ambos padres se congelaron frente a su cara durante unos tensos segundos.
-El enano sabe más de YeoSang que yo- expresó entre dientes.
-El enano se llama HongJoong, vive conmigo y se ha ganado por su cuenta el corazón de YeoSang y el lugar como padre- dijo su papá-. Si quieres estar cerca de él, esta no es la manera, MinGi.
-El enano tiene la ventaja de vivir con él.
-HongJoong- aclaró-, pasó muchos días fuera de casa, y YeoSang ha preguntado por él durante todo ese tiempo, tres veces por día. ¿Sabes cuántas veces preguntó por ti?
MinGi revoleó los ojos hacia atrás, alejándose y exhalando el aire que YeoSang no sabía cuándo había respirado.
-No quiero que mi hijo esté con ese tipo- dijo, con las manos apretadas alrededor de su cintura.
-No me dirás con quién estar ni quien es mejor para YeoSang- murmuró su papá.
-Me está sacando mis derechos y mi lugar- le dijo a Rebecca, señalando a su papá con el dedo.
-MinGi, no puedes decirle a SeongHwa con quién estar o no. Es su vida, su casa, y también tiene derecho a tener amigos o pareja y que ocupen un lugar en la vida de YeoSang. Eso no te saca tus derechos a ti como padre. Lo que te hace quedar en desventaja, son estas actitudes, en donde en vez de pelear con SeongHwa no estás aprovechando estos escasos minutos para conocer a tu hijo- un silencio incómodo se hizo en la habitación mientras MinGi parecía procesar la información.
-Estás sesiones son una mierda- exclamó- ¿Qué hago con 80 minutos mensuales, con dos personas en medio, cuando YeoSang no me dirige la palabra ¡Lo quiero conmigo, en mi casa, conociendo mi vida!- exclamó.
YeoSang percibió las manos heladas de MinGi, tirándolo del abrazo seguro de su padre. Por instinto, cerró sus manos alrededor de la ropa de su papá, dejando caer sus peluches, y un grito de ayuda salió de su garganta cuando ambos adultos tironeaban de él, escuchó a Rebecca pedir auxilio saliendo de la habitación y a sus padres forcejeando de su cuerpo mientras él seguía aferrado a la ropa de su papá.
Estaba ahogado en llanto y el desayuno que HongJoong había preparado con tanto amor se revolvió en su estómago, pulsando por salir, sintió su boca llenarse de saliva salada, y soltó a su papá para llevarse las manos a su boca y contenerse. MinGi lo apretó con fuerza mientras se decían palabras ahogadas y retrocedían, y YeoSang se preguntó si estaban bajo el agua ahora.
Levantó su cabeza, su papá seguía delante de él, pero lo veía lejano. Extendió su brazo para alcanzarlo, pero no llegaba. Algo chocó con él por detrás, apretando su estómago muy fuerte. Sintiendo una sacudida de su cuerpo y apretando la carne de los brazos que los sostenían, dejó salir la chocolatada con galletitas.
Los brazos que lo envolvian con rudeza se aflojaron y lo bajaron al suelo, y antes de que las náuseas lo obliguen a arrodillarse, otros brazos seguros lo sostuvieron cuando otra arcada hizo vibrar su cuerpo. Escuchaba voces, pero no entendía que decían. Tosió ante otra arcada, obligando a su estómago a expulsar lo que sea que haya aún, dejando caer un hilo de baba en la alfombra perfectamente rosada.
-YeoSang- lo llamó su papá, dándolo vuelta y acunándolo, colocando una mano helada sobre su mejilla, un escalofrío recorrió el cuerpo del niño.
-Papá... HongJoong. Quiero a HongJoong- jadeó, haciendo un recorrido en la habitación, había más gente adentro, dos señores vestidos de azul, Rebecca y otra mujer, y MinGi, pero HongJoong no estaba.
-Lo llamaremos- dijo su papá, levantándose con YeoSang en brazos-. Esto también es ser padre, MinGi- le dijo, antes de salir de la habitación.
YeoSang se agarró de su papá de nuevo. El movimiento hacia que se sienta muy mareado. Atravesaron una puerta que crujió, y sentó a YeoSang sobre algo frío, sacándole la ropa superior.
-Te quitaré esto, está mojado- le dijo, parecía enojado.
YeoSang sintió el aire frío en su torso desnudo y se abrazó a si mismo, respirando rápidamente, mientras su papá secaba su cuerpo con la blusa que le había sacado, haciendo una llamada por el móvil.
-HongJoong, ¿estás ocupado?
-Más o menos...
-YeoSang vomitó, ¿puedes traer una muda? Hace frío afuera para ponerle solamente mi abrigo, y además quiere verte- dijo con seriedad.
-Buscaré algo y saldré de inmediato. Tomaré un taxi- dijo, escuchándose puertas y cajones abrirse y cerrarse- ¿Que pasó? Por qué vomitó mí bebé si estaba bien...
-Papá, MinGi... - alcanzó a decir YeoSang antes que se le forme un nudo en la garganta.
-¿MinGi? ¿Qué te hizo MinGi?- preguntó HongJoong, cambiando el tono de voz.
-Tuvimos una discusión y MinGi no pudo contenerse y me sacó a YeoSang de los brazos- comentó su papá, envolviéndolo con su chaqueta. YeoSang sentía que su voz temblaba.
-Ya me va a escuchar...
-Ven tranquilo, HongJoong. Hay policías en la habitación. La asistente social se asustó y los llamó.
-Hwa, pediré el taxi. Estaré en 10 minutos. ¿Dónde te encuentro?
-Estamos en el baño de hombres, busca a Rebecca sino. Te esperamos- dijo, finalizando la llamada.
-¿Te sientes mejor?- preguntó su papá, YeoSang afirmó, aunque no era exactamente verdad porque sentía su cuerpo débil y frio, pero por lo menos ya no quería vomitar.
-MinGi me apretó mucho aquí- dijo, señalando debajo de las costillas, no pude evitarlo- dijo YeoSang, aunque no estaba seguro que fuera solo eso, porque recordó que en algún momento anterior se sintió muy incómodo y le costaba respirar.
-Déjame ver...
Su papá lo giró hacia el espejo, levantando el abrigo, por algún motivo gruñó, luego suspiró, cambiando su expresión a esa que YeoSang conocía, de amor, y bajando el abrigo para cubrirlo, condujo su carita sobre el lavabo para limpiarla, echándole agua fresca suavemente. Cuando YeoSang se miró de nuevo en el espejo, con el agua cayendo por su rostro y su flequillo, estaba tan pálido como un fantasma, y su torso temblaba con cada escalofrío a pesar que tenía el abrigo puesto.
-¿Qué me pasa?- preguntó. Estaba confundido, no se sentía mal cuando se levantó, desayunó bien, estaba bien hasta que de golpe empezó a descompensarse.
-Puede ser por la indigestión... ¿o te afectó lo que pasó con MinGi?- su papá lo miró seriamente a través del espejo.
-No me gustó que me aleje de ti- confesó-, pero me sentía seguro porque seguía viéndote. Estabas ahí todavía.
-Voy a estar siempre, corazón- le dijo, abrazándolo con cuidado un largo rato.
-¡Hwa!- exclamó HongJoong, entrando al baño con prisa, dándole la bolsa con ropa a SeongHwa-. Yeo, ¿cómo estás?- dijo, abrazándolo.
-Papá- exclamó, devolviéndole el abrazó-, MinGi no quiere que viva contigo, y quiere que me vaya con él a su casa.
-¿Cómo?- exclamó HongJoong- SeongHwa, no permitirás eso.
-Por supuesto que no- dijo, acercándose con una blusa limpia, haciendo que YeoSang levante los brazos para vestirlo-, mira esto - le dijo a HongJoong, señalando la espalda de YeoSang, HongJoong soltó un grito ahogado-, ¿crees que lo dejaré ir? Además MinGi no estaba hablando en serio. Lo nublaron los celos. Casi vomita con YeoSang, ¿y quiere tenerlo de mascota?- indagó, colocándole sweter de lana-. No puede hilar dos palabras con un niño, ¿qué haría solo con él? Que ni se atreva a soñarlo, mi hijo se queda conmigo, con nosotros...
HongJoong afirmó, devolviéndole una sonrisa de seguridad a YeoSang.
-Traje pasta de dientes también- dijo HongJoong, buscando en su bolso y entregándole a YeoSang su mini cepillo de dientes y el dentífrico.
-Papá, ¿puedo pasar?- preguntó la voz de Rebecca desde afuera mientras YeoSang colocaba la pasta de dientes, sus papás afirmaron y Rebecca entró al cuarto de baño-. Quería saber cómo estaba YeoSang.
-Está mejor- dijo su papá-. Creo que se asustó y psicosomatizó.
YeoSang miró a su papá a través del espejo mientras seguía cepillándose los dientes. Cosomatizar era la palabra perfecta para describir lo que le pasaba. Era larga y complicada.
-Pero mira esto, Rebecca- dijo, levantando de nuevo la ropa de YeoSang-. Yo no quiero esto. Puedo entender mil cosas de MinGi, pero a mi hijo no le vuelve a poner un pelo encima.
-Hablaremos de esto, SeongHwa- dijo con seriedad y sorpresa-. Me alegra que esté mejor, si necesitas podemos llamar un médico.
-No, no hace falta.
-Bien. Tu debes ser HongJoong. Soy Rebecca, la asistente social y familiar, llevo el caso de YeoSang- dijo, extendiéndole la mano. HongJoong devolvió el saludo, presentándose también-. Cuando estén disponibles, pueden volver a la sala, tenemos que discutir algunas cuestiones- dijo antes de irse.
YeoSang creyó que la sangre se fue a sus pies, sintiéndose enfermo de nuevo.
-Papá, no me dejarán ir con MinGi, ¿no?- preguntó con miedo.
-Por supuesto que no, tesoro- dijo HongJoong, alzándolo. YeoSang se abrazó a él alrededor de su cadera con sus piernas, y alrededor de su cuello con sus brazos. Nadie lo sacaría de allí ni con toda la fuerza del mundo.
Al volver a la habitación, aún estaban los policías y MinGi se removió en su asiento. YeoSang observó con vergüenza que las mangas del alto estaban manchadas en diversos colores marrones.
HongJoong se sentó al lado de SeongHwa, intentando acomodar a YeoSang para que mire al frente, pero no hubo forma de que puedan soltarlo. Después de varios intentos y un puchero de YeoSang, Rebecca dijo que estaba bien, que podía expresarse libremente, y ahora YeoSang se sentía seguro con su otro papá.
-¿Cómo estás, YeoSang?- preguntó MinGi, casi un murmullo.
YeoSang giró su cuello para mirar a MinGi, su expresión era realmente preocupada.
-Bien. Papá dijo que cosomaticé- dijo, estrenando su nueva palabra.
Sus tres papás se miraron entre sí, y luego miraron a SeongHwa.
-Oh, psicosomatizó- dijo su papá. Los otros dos afirmaron.
Una joven entró a la habitación, traía una bandeja con tazas y teteras, y platos con galletas y dulces, seguida por Rebecca.
-Hice preparar un pequeño desayuno, por si YeoSang tiene hambre, puede comer. Los papás también, pueden servirse lo que deseen, hay té, café, leche...
-YeoSang, ¿quieres comer algo?- le preguntó HongJoong.
YeoSang afirmó, porque ahora que lo pensaba, tenía hambre, su estómago ardía y gruñía, más que su papá.
Se giró hacia la mesa, viendo con detalle las tazas y las teteras, eligiendo una de las galletas, una pequeña, por si le hacía mal también. HongJoong se ocupó de acomodar su taza, y servirle te con leche.
-No, no me sueltes- dijo, atrapando la mano de HongJoong cuando sintió que lo estaba liberando, seguramente para que coma mejor.
-Está bien, estoy detrás de ti.
-No- expresó, tomando con fuerza el brazo de HongJoong y obligándolo a acercarse a él y que enriede sus brazos en su cuerpo.
Cuando ambos estuvieron cómodos, YeoSang tomó su te y comió sus galletitas, mientras su otro papá y MinGi discutían nuevamente, Rebecca parecía escucharlos con atención, al igual que HongJoong, que cada tanto pasaba su mano por la espalda de YeoSang para decirle en ese toque que todavía estaba con él.
Mientras los adultos hablaban, a veces elevando la voz, su estómago se sentía pesado y el ardor no había pasado con la comida.
Se recostó sobre el pecho de HongJoong, reclinado su cabeza, HongJoong lo abrazó, acomodándolo sobre él, aislados de la conversación. YeoSang sabía que algo no estaba bien, el olor de la sala le molestaba de nuevo, se movió incómodo varias veces, un zumbido agudo interrumpió en sus oídos, intentando encontrar la fuente sonora para preguntar qué era. Su respiración se aceleró sin motivos y no entendía por qué giraba el techo, pero hizo que se sintiera mareado, y que su estómago se contraiga. Un quejido escapó de sus labios.
-¿Yeo?- susurró HongJoong en su oído, colocando su mano en su frente, y luego cambiándolo de posición para alzarlo-. Disculpen, vamos al baño- dijo. YeoSang se preguntó si podía leerle la mente.
HongJoong lo sentó en el mármol del lavabo, observándolo con cuidado, acariciando sus mejillas.
-No estás bien, bebé. ¿Quieres vomitar?
YeoSang negó, aunque no sabía en realidad. Sus ojos ardieron y las lágrimas se derramaron, HongJoong las secó con sus pulgares y abrazó a YeoSang, que agarró fuertemente sus ropas.
-Papá- su voz tembló más de lo que esperaba-, quiero ir a casa- sollozó.
-Está bien, le diremos a papá y nos iremos.
HongJoong marcó algo en su móvil, alzó de nuevo a YeoSang y volvieron al cuarto.
-Disculpen- anunció desde la puerta-, YeoSang no se siente bien. Si no es molestia, volveremos a casa.
SeongHwa se levantó de inmediato, acercándose a ellos y sacándolos al pasillo y cerrando la puerta tras él.
-¿Vomitó de nuevo?
-No, pero lo hará en cualquier momento. No está bien. Esto no está bien, Hwa.
YeoSang tembló ante el enojo de HongJoong, nunca había escuchado ese tono de voz en él.
La puerta se abrió y salió Rebecca. YeoSang giró la cabeza hacia ella.
-Rebecca, ya que estoy aquí me llevaré al niño. Él no tiene que presenciar las discusiones de los adultos. No se siente bien, acaba de salir de una indigestión y no deberíamos haberlo expuesto hoy- Rebecca retrocedió un paso, cautelosa-. Yo sé que no tengo voz legalmente, pero estoy viviendo con él, y desde que empezaron esto, YeoSang no es el mismo. Incluso me arriesgo a decir que la indigestión fue porque tenía sesión, considerando que hoy no se siente bien tampoco. Debería ser un llamado de atención, ¿no crees?
-Si, por supuesto- dijo Rebecca, mirando con compasión a YeoSang.
-Yo no voy a interferir entre sus padres biológicos, pero no quiero que le pase nada a YeoSang. Así que espero que tomen mejores desiciones, y que recuerdes que hoy YeoSang conoció la violencia y se va con marcas en su cuerpo.
-Entiendo tu angustia, HongJoong, a veces suele pasar..
-¿Angustia? ¡Estoy enfadado! ¿Y porque suele pasar, permiten que siga pasando? Llaman a dos policías después de que el niño fue lastimado, sabiendo que es una persona violenta la que está adentro.
-Hacemos lo posible...
-No, no hacen nada. Esto es burocracia. Un discurso banal del derecho de los padres, cuando el ser que está allí dentro jamás se interesó por él. En mis años de relación, jamás me dijo que posiblemente había un hijo en algún lado. Les dan derechos a las personas equivocadas, solamente por un lazo de sangre, y el que sufre es YeoSang- un silencio incómodo inundó el pasillo, siendo cortado por una notificación del móvil de HongJoong-. Mi taxi está afuera. Te mantendré informado, Hwa- dijo, suavizando un poco la voz y saliendo rápidamente al exterior.
El viaje en taxi fue lo peor que YeoSang había experimentado. Las casas y los árboles se movían demasiado rápido, y no ayudaban con su mareo, y si cerraba los ojos, su cerebro giraba dentro de su cabeza. Apenas escuchaba las palabras de HongJoong, dentro de su intento consciente de seguir respirando, eran reconfortante.
El ascensor hizo que finalmente el contenido de su estómago se libere de nuevo, vomitando sobre la espalda de HongJoong cuando apenas había cerrado la puerta de la casa.
-Perdón- se disculpó en un susurró mientras HongJoong se apresurada a llevarlo al baño antes de que YeoSang vuelva a vomitar.
Sin soltarlo, escuchó que HongJoong abrió la ducha, y la idea de un baño caliente se sintió agradable. Levantó la cabeza de la taza del inodoro cuando sintió que su estómago ya no se apretaba sobre si mismo, viendo que HongJoong se estaba sacando la ropa superior con una sola mano, mientras con la otra lo sostenía a él. Definitivamente, HongJoong era mágico.
-¿Te sientes mejor?- le preguntó, arrodillado a su lado y masajeando su espalda, mirándolo con ternura.
YeoSang afirmó, no era que se sentía mejor exactamente. Estaba en casa, con HongJoong, en su lugar de seguridad y protección. Faltaba que vuelva su papá para estar completamente seguro.
-Vamos a bañarte- le dijo HongJoong, ayudándolo a desvestirse.
El baño fue tal cual YeoSang esperaba, cálido y agradable, bajo las manos cariñosas de HongJoong, incluso el agua parecía más suave.
HongJoong lo envolvió en las toallas y salieron afuera, buscando un pijama en la habitación de YeoSang y luego yendo a la habitación grande.
-¿Ya es hora de dormir?- preguntó YeoSang cuando HongJoong lo vistió con la camisa del pijama en la cama de su papá.
-No, pero está bien si duermes un ratito, hasta que papá vuelva. ¿Quieres?
YeoSang no respondió, y se acostó sobre las sábanas limpias y frescas con olor a papá. HongJoong lo tapó con las mantas y se acostó a su espalda.
-Me quedaré contigo, ¿está bien?
YeoSang giró para abrazarlo, comprobando que aún seguía mareado. HongJoong lo acunó en un abrazo, acariciando su cabello mojado.
-Papá- susurró-, no quiero gomitar más.
-Lo sé, es muy feo. Pero es la forma en que tu cuerpo se protege de lo que le hace mal, sacándolo afuera.
-¿No puedo tomar más leche, entonces?
HongJoong sonrió.
-Si, si podrás. Es por estos días, cuando estés mejor, podrás volver a comer todo lo que te gusta.
-Gomité el desayuno que me habías preparado en la mañana- sollozó-. Lo siento...
-Oh, no te preocupes por eso. Te haré otro mañana, y pasado, y todos los días.
-Pero este era especial...
-¿Por qué?- preguntó HongJoong con sorpresa.
YeoSang sabía que era especial hoy, y como no supo decirle por qué a HongJoong, se removió incómodo y se limitó a ahogar un sollozo.
-¿Querías que esté contigo?- preguntó, atrayéndolo más a su cuerpo.
Si, eso era. Quería que sus dos papás estén con él, los necesitaba a ambos, y ahora, de nuevo tenía a uno solo.
YeoSang se hundió en el hueco del cuello de HongJoong, que acariciaba su espalda con suavidad sobre las mantas mientras el mundo desaparecía lentamente, se preguntó si aparte de MinGi, alguien más querría separarlo de su familia, y si la gente era así de cruel, porque él no quería estar con nadie, él necesitaba solamente a su papá, y ahora también a HongJoong.
Cuando ese pensamiento se estaba esfumando para darle paso a los sueños, escucho a HongJoong hablar. La voz se escuchaba lejana.
-Hwa, si. Estamos bien, YeoSang se durmió. No pude llamarte, vomitó en la entrada, le di un baño, y nos acostamos. No limpié todavía. Ten cuidado cuando entres. Oh, ¿no volverás aún? Oh, si, entiendo. Eso sería bueno... No me haré cargo de lo que dije, se lo merecía. Si, están más marcadas, no me preguntó nada. No sé si las vio, se sentía muy mal... ¿Con policías? No, YeoSang ya tiene miedo. ¿Sabes que me dijo? Que quiere que estemos los dos en estos encuentros. Uno de nosotros no es suficiente para que se siente seguro, SeongHwa... Si, tranquilo, le daré pollito si quiere comer... Gracias a ti, sabes que haría cualquier cosa por YeoSang. Le diré, cuidate. Te esperamos.
Cuando dejó su movil, HongJoong encontró los ojos abiertos de YeoSang.
-Era papá, va a demorar. Sigue durmiendo.
YeoSang cerró sus ojos nuevamente, esperando dormirse esta vez. El calor de HongJoong y una melodía suave que estaba tarareando hicieron su parte, y nada más interrumpió su sueño.
Cuando YeoSang despertó apenas reconoció la habitación, la luz de un velador estaba encendida. Ninguno de sus papás estaba con él, pero cuando se dio la vuelta encontró a Yuyu, que lo olisqueó con su hocico húmedo y frío. YeoSang arrugó la nariz ante las cosquillas, riendo y sentándose en la cama para evitar el hocico del perro.
Escuchó voces y pasos dirigiéndose hacia la habitación.
-Bebé, estás despierto- exclamó SeongHwa con dulzura, sentándose en la cama y acariciando a YeoSang- ¿Cómo te sientes?
-Bien. HongJoong me cuidó hasta que me dormí.
-Y después también- aclaró HongJoong desde la puerta, sonriendo.
-Estaba tan preocupado por ti- dijo su papá, abrazándolo-. Realmente me asusté- suspiró-. ¿Quieres comer?
Cuando YeoSang salió de la habitación, acompañado por sus papás, se sorprendió que afuera estaba muy oscuro. ¿Tanto había dormido?
-Papá, ¿qué hora es?- preguntó, mirando por el ventanal.
-Son las 16 pasadas.
-Está muy oscuro- acotó, acercándose a los vidrios.
-Se nubló, posiblemente caiga nieve esta noche- dijo su papá, colocándole una mantita en sus hombros y mirando también por la ventana.
YeoSang lo miró desde abajo con una sonrisa. Sabía qué significaba la nieve, la Navidad estaba cerca, y era la noche favorita de YeoSang, y ahora podría compartirla también con HongJoong.
Se dirigieron al comedor, donde HongJoong había preparado cafés y un sándwich de pollo caliente para YeoSang.
-¿Está bien?- preguntó HongJoong cuando YeoSang se sentó.
-Si, papá, muchas gracias.
Ambos adultos se miraron y sonrieron, YeoSang sonrió también, aunque no sabía por qué sus papás lo habían hecho, él estaba feliz de estar con ellos, seguro y protegido de nuevo.
Comió medio sandwich con ganas, porque lo había hecho HongJoong, que además había mejorado mucho en la cocina, y YeoSang muchas veces lo ayudaba y aprendía también.
-Papá- lo llamó, comiendo las migajas del platito, pareciendo casual, aunque la pregunta era muy importante-, ¿La próxima vez que veamos a MinGi, puede estar HongJoong con nosotros?
-Quería que hablemos de eso- dijo, intercambiando miradas con HongJoong-. Sabemos que en ninguno de los encuentros te has sentido cómodo, y hoy MinGi no se ha portado bien contigo, haciendo que te sientas enfermo.
-Cosomaticé.
-Psicosomatizar- sonrió SeongHwa-, exactamente. Entonces con Rebecca y MinGi hemos hablado durante mucho tiempo, y por ahora, las sesiones no van a continuar. MinGi tiene que mejorar sus acciones para estar cerca de ti, ser más respetuoso, amable y amigable contigo. ¿Estás de acuerdo?
-Está bien, pero papá- lo llamó, bajándose de la silla y subiéndose al regazo de SeongHwa, que ya había hecho lugar-, ¿se enojó MinGi porque gomité?
-No, no se enojó- respondió, acomodándose para acunarlo.
-MinGi- comenzó YeoSang, buscando los botones en la ropa de su papá, metiendo la manito debajo del sweater cálido-... Dijo que quería que viva en su casa... Papá, ¿estás seguro que no puede llevarme? Porque yo no quiero ir- no pudo evitar que su voz tiemble mientras enroscaba uno de los botones de la camisa, que en cualquier momento se soltaría.
-Nadie va a llevarte, ni puede hacerlo- dijo SeongHwa con tranquilidad-. Sanggie, deja de jugar con el botón, se va a romper- agregó, tomando su mano para distraerla del objeto, que finalmente se soltó cuando ambos se alejaron de la ropa, quedando apretado entre los deditos de YeoSang, que sonrió tímidamente ante una mirada severa y juguetona de su papá-. Quiero que tengas la seguridad de que no pueden alejarte de mí, YeoSang. Que aparezca otro papá no significa que va a venir a buscarte y llevarte. Hay un proceso muy largo para que eso ocurra, y también está tu decisión de por medio, pero por ahora, ten la certeza de que estarás conmigo, y con HongJoong siempre y cuando quiera quedarse.
YeoSang sonrió cuando vio que HongJoong estaba comiéndose lo que había quedado de su sandwich, devolviéndole una sonrisa a ambos.
-Por supuesto, me necesitas. Los dos me necesitan. Soy absoluta, total y completamente necesario en esta casa- expresó con los ojos cerrados y meneando la cabeza.
-Te necesito ahora- expresó su papá-, porque ya no sé qué ven mis ojos, ¿está pálido todavía, o es la luz?- preguntó, acariciando una mejilla de YeoSang.
-Por supuesto que está pálido, prácticamente no come desde ayer, Hwa, y ahora todo lo que tiene es la mitad de un sanwich.
-Se comió mí mitad...- susurró YeoSang con un puchero.
-Te haré otro- sonrió- ¡Miren! ¡Está nevando!- gritó HongJoong, dirigiéndose hacía el ventanal.
SeongHwa se levantó con YeoSang en sus brazos, y los tres vieron caer los pequeños copos de nieve hacia la calle, maravillados por la naturaleza.
-Papá, ¿a Santa sólo se le puede pedir juguetes?
YeoSang vio que los adultos intercambiaron una mirada nerviosa.
-Uf, supongo que depende si se puede conseguir o no. ¿Qué quieres pedirle este año? Recuerda que el año pasado hablamos que los unicornios no existen, así que no puede traer uno, y tampoco un dinosaurio, YeoSang- suspiró.
-Santa no sabe lo que es bueno- murmuró HongJoong, guiñándole un ojo a YeoSang, que estiró la mano para abrazar a sus dos papás.
-Quiero que estén conmigo siempre- dijo, abrazándolos más fuerte para que se acerquen más, dándose un abrazo entre los tres.
-Creo que eso es posible- afirmó su papá, sonriendo-, ¿HongJoong?
HongJoong solo contuvo el aliento, llevándose una mano temblorosa a los ojos, dándole un beso húmedo a YeoSang en la mejilla y alejándose sorbiendo mocos ante la mirada confusa de los Park.
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He revivido entre las cenizas 🧐.Extrañé mucho a YeoSang, así que tenía que escribir sobre él, aunque ya lo tenía planificado desde los dos capítulos anteriores tuve que hacer un parate en mi vida (pasaron cosas demasiado terrenales para mí gusto), y aunque escribía Kitty Kitty (la historia de HongJoong gatito), la cual pensaba que iba a ser tierna medio dark, tranqui para aprovechar cuando no podía dormir, se convirtió en un caos narrativo 🙃. Entre nosotros, tengo ideas, pero no sé cómo seguirla exactamente.
Volviendo acá, hemos visto poco del conflicto que tiene YeoSang para manejar lo que está pasando, por eso
Cosomatizó: definición de YeoSang, sentir cosos, que aún no sabe poner en palabras, pero que tienen muchos matices, como los colores y la música, seguramente HongJoong le explicó eso alguna vez 🤔, llega un punto que cobran vida propia los personajes.
En tanto MinGi ha revelado un poco de su color frente a Rebecca, habrá estado asustada la muchacha para llamar a la policia. La escena es contada a través de YeoSang, desde su visión de niño que no estaba del todo consciente (pobrecito 😭), y que sus síntomas venían porque no quería estar ahí. Un llamado de atención para SeongHwa de "Papá, esto no me gusta".
SeognHwa manejó la situación lo mejor que pudo, estaba tranquilo y la tensión la vemos solamente por las sensaciones de YeoSang, porque él aún no entiende todos los tonos de voz, ni todas las palabras que se dijeron, casi como un código para él. Pero si entendió cuando MinGi mencionó que lo quería en su casa, con él solo, sin su papá, y se lo saca a SeongHwa de sus brazos. No es muy consciente de lo que pasa, ni cómo se expresa su cuerpo, porque tiene dos prioridades, respirar, y llegar a su papá de nuevo, por la falta de aire le cuesta ver y su presión sanguinea va descendiendo (que ya se sentía mal cuando entró, cuando percibe el olor), mientras MinGi lo sujeta con sus brazos para que no se lo saquen, pero no sabe cuánta presión debe ejercer sobre YeoSang, lo que empeora toda la situación.
YeoSang no sabe, pero SeongHwa estaba desesperado, viendo a su hijo apresado en los brazos de otro tipo, de ese tipo 👀, ejerciendo fuerza y violencia, escuchando los gritos de YeoSang y viendo cómo se apagaba lentamente. Las cosas que SeongHwa le habrá dicho a MinGi 💀 para que él retroceda y golpee contra la estantería.
Que YeoSang vomite fue una bendición, seguramente sorprendió a MinGi, lo soltó como si fuera una peste, y SeongHwa lo sostiene antes de que caiga, y ahora tiene que luchar por respirar y vomitar ¿por qué se la hago tan difícil? 😐
Y pide por HongJoong, Awwwww... ¿Por qué? No es que cambio a un papá por otro, sino que en los días anteriores vio que se complementaron para cuidarlo, y cuando no estaba uno, estaba el otro, y lo que no podía hacer uno, lo hizo el otro. Incluso en los momentos en que SeongHwa no respondía al 100%, HongJoong supo manejar la situación. Entonces también lo necesitaba ahora, y lo quiere después, siempre.
Ya se le va a pasar ¿No?. Es porque está chiquito 🥹
HongJoong por supuesto que dejó todo y fue con ellos ante el pedido urgente de SeongHwa, aunque Hwa no se lo haya dicho de esa manera, para HongJoong, todo lo que tiene que ver con YeoSang es urgente.
¿Y lo que le dice a Rebecca?!!!! ¡Alguien tenía que decirlo! SeongHwa estaba muy concentrado en otras cosas, aunque no significa que no lo pensara, 2 son mejor que 1, no? Y YeoSang, aunque no comprendió ni la mitad de lo que HongJoong dijo, se sentía protegido de nuevo. HongJoong era como un dragón escupiendo fuego, poniendo a todos en su lugar, incluso a él mismo (no soy su papá, pero lo estoy cuidando también) y diciendo las cosas como son.
Ashhh, lo releeo y me enojo junto a HongJoong, que sistema de mierda, es así en todos lados 🙄.
Me pareció lindo mostrar que HongJoong también puede arreglarse solo, que puede resolver, y ocuparse de YeoSang (aunque lo vimos antes, por ejemplo, la primera vez que fue a buscarlo a la escuela porque Hwa se quedó dormido), SeongHwa rondaba mucho más cerca. Esta vez no sabría a qué hora volvería, ni cuánto tiempo debería estar con YeoSang, y claro que estaba muy preocupado por si empeoraba, estoy casi segura que tenía el móvil a mano con el número del médico listo para ser marcado 😨, y luego llamaría a Hwa, obviamente.
Y acá viene el momento épico, porque YeoSang nos cuenta a nosotros (en su voz narrativa) que lo que él quiere es estar con sus dos papás siempre, nosotros lo sabemos. A HongJoong le queda claro que en sus encuentros con MinGi, YeoSang quiere estar con los dos, pero ante su pregunta, solo ve que YeoSang se acurruca con él, y luego lo llama SeongHwa, y YeoSang se duerme.
Por eso, al final, cuando YeoSang pide su deseo de Navidad, HongJoong se emociona tanto 🥲.
Sentía que tenía que explicar, porque... Porque es un YeoSang bebé narrativo 😭.
Próximo capítulo....va a estar buenísimo, ¿Adivinen quién aparece? Muajejejjejejejejjeje 😈Tema aparte, estoy leyendo un fanfic hermoso 😭 sobre SeognHwa sirena y HongJoong Pirata. Espectro del mar se llama, en inglés, sale los domingos en AoE3. Yo le beso los pies a ese autor/a 😭😭😭😭.
Me he llorado la vida con sus historias, si ustedes lloran con mis narraciones, es culpa de él o ella 😅.
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Take me Home (SeongJoong, YeoSang)
FanfictionSeongHwa es un padre dedicado y amoroso, haciendo todo lo posible para dar lo mejor a su hijo YeoSang en medio de circunstancias difíciles. Cuando cree que ha encontrado la estabilidad, su vida da un giro inesperado cuando una situación complicada l...