Capítulo 7- Jugaremos en el bosque mientras el dragón no está

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Jacaerys Velaryon salía enfurecido de los aposentos de su madre. La mujer había regañado por sus acciones y cuestionado su lealtad hacia su hermano menor ¿Acaso no fue Lucerys quién comenzó el pleito? No había sido él quien movió su lealtad hacia el príncipe Aemond.
"Eres el mayor y debes proteger a tu hermano, no deberías discutir con él" Le dijo su madre. El mayor de los Velaryon conocía su lugar, sabía que debía velar por el bienestar del menor pero se le hacía difícil cuidarlo y quererlo cuando estaba siendo completamente ignorado por aquel niño al que tanto consideraba

_Trato de cuidarlo pero él solo se aleja- Murmuró para sí mismo

El muchacho seguía balbuceando frases y reprochando todo hasta que una figura le pareció familiar

_¡Abuelo!- Llamó al ver al anciano rey

_Jace...- Saludó _Acompáñame al jardín ¿Quieres?- Preguntó con esperanza

_Seguro- Aceptó

Ambos se encaminaron en dirección a su nuevo destino, entre palabras y risas llegaron hasta el bello lugar. En cuanto se sentaron el rey Viserys suspiró con añoranza y eso causó curiosidad en su nieto

_¿Qué sucede?- Preguntó intrigado

El mayor le sonrió con pesar

_Extraño los días en que mi salud no pendía de un hilo...- Admitió _Extraño los momentos en que Daemon hablaba conmigo y no solo discutía por defender a tus tíos- Susurró

Su nieto asintió, aunque no entendía la razón de la molestia del monarca por la cercanía de Daemon y sus tíos

_Daemon te aprecia, majestad- Comentó _Solo trata de cuidar a nuestra familia...- Concluyó

_¿Dices que yo no cuido de ella?- Cuestionó desconcertado el anciano

Jacaerys para nada había querido llegar a esa conclusión. Sin embargo, desde que tenía memoria... El príncipe Daemon se había autoproclamado como el padre de Aegon, Aemond, Helaena y Daeron. Lo más significativo es que no había sido con palabras, ya que podría ser considerado traición, la proclamación fue con acciones. Aquel príncipe desvergonzado  había tomado la responsabilidad de velar por aquellos niños y de enseñarles a vivir en la familia, los trataba como si fueran sus propios hijos. En cambio, el rey solo sabía decirles palabras hirientes y un tanto fuera de lugar a aquellos príncipes que verdaderamente eran sus hijos

_No, no fue lo que quise decir en absoluto- Dijo _Lamento si lo ofendí- Se disculpó

El hombre mayor asintió y resopló

_No hace falta que te disculpes, malentendí tus palabras, mi niño- Animó

El Velaryon asintió y dió una pequeña sonrisa.
Ahora entendía la razón por la que su madre quería que tuvieran una buena relación de hermanos, ella no quería que terminaran distanciados como Viserys y Daemon

_Es un lindo día...- Suspiró feliz _Estoy seguro de que la noche será hermosa para una cena en familia- Aseguró el anciano

El muchacho asintió

_Esta vez no habrá guerras de comida ¿Verdad?- Rió el rey

Jacaerys recordó aquel incidente y sonrió, también rememoró la ausencia de su abuelo al final de aquel episodio... Daemon se había hecho cargo de todo. Tal vez Viserys no era el gran rey que su madre siempre le había contado, tal vez esa imagen se veía distorsionada ante el amor que ella sentía por el anciano.
Ambos se quedaron contemplando el paisaje por un largo tiempo en silencio, disfrutando de la brisa y de su propia compañía.
La hora de la cena se hacía cercana y los siervos iniciaron los arreglos en el jardín.
Los residentes de la fortaleza se alistaban para hacer presencia en la cena, algunos parecían nerviosos y otros estaban un tanto frustrados pero debían asistir sin protestas al banquete.
Los Velaryon se alistaban con las prendas que su madre había escogido para ellos, los colores rojo y negro estaban intactos en las prendas, eran trajes elegantes pero discretos sin brillo o bordados. En cambio, el gusto de la reina Alicent era más extravagante los trajes de los Targaryen eran de un fondo negro y bordados de hilo verde esmeralda con algunos brillos para representar a ambas casas.
La luna estaba en lo alto y todos los integrantes estaban alrededor de la mesa disfrutando de la velada mientras esperaban la entrada del monarca.
Daemon y Gwayne estaban sentados uno junto al otro. Al lado izquierdo del príncipe se encontraba Aemond que miraba las estrellas que su tío le mostraba en cielo, en cambio, al lado derecho del Ser se encontraba Aegon que reía con las historias que su tío le contaba.
Alicent comentaba con Otto Hightower lo tierna que Helaena se veía hablando con Daeron y lo bonito que era tener al niño en la cena compartiendo con toda la familia.
Rhaenyra y Harwin hablaban con sus niños manteniendo una conversación amena y disfrutando de las risas en el ambiente

Amigos codo a codoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora