Epílogo- Nuevo juego

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La familia real nuevamente se encontraba en aquel puerto donde días atrás habían despedido a la casa Velaryon, pero, esta vez las despedidas sentidas y los abrazos eran destinados a alguien más.
Gwayne Hightower había llegado a la fortaleza con la intención de visitar a sus cuatro sobrinos, sin embargo, había permanecido más tiempo del programado inicialmente y esto se debía a que tuvo la responsabilidad de resolver el pleito entre los hijos de su hermana.
El pelirrojo se encontraba siendo abrazado por la reina, quien le susurraba palabras de cariño y pidiéndole que prometiera otras cosas a las que el menor asentía sin titubear

_Dejalo respirar, Alicent- Interrumpió su padre

_Lo siento...- Se disculpó la pelirroja alejándose

_Cuídate y no me avergüences- Fueron las palabras de Otto Hightower

Una leve sonrisa, que en realidad era una mueca, apareció en los labios perfectamente rosados del menor Hightower ante aquellos dichos tan poco alentadores.
El rey se acercó hasta él y le dió una leve sonrisa que parecía más por obligación

_Buen viaje, Ser Gwayne- Dijo

_Muchas gracias, majestad- Le agradeció inclinándose un poco

_La próxima vez espero que su estadía no esté acompañada de tantos problemas- Habló el mayor

¿El rey lo estaba culpando por las actitudes de unos niños?¿Era acaso él quién criaba a esos niños?

_Lamento si mi estadía no fue de gran aprecio para usted, su gracia- Se disculpó vagamente

_Mi padre no quiso decir eso, Ser Gwayne- Se acercó la princesa

Dioses, era evidente que el pelirrojo no había caído en gracia ante los ojos del rey y la platinada ahora quería tapar la realidad con una cortez mentira

_No es necesaria la mentira, alteza- Sonrió levemente _Supongo que por primera vez le afecta perder algo... Aunque no estoy seguro de la razón. Tal vez usted podría responderme- Miró a la heredera _¿Al rey le molesta perder el control sobre sus hijos o verdaderamente le importan como para odiarme por mí decisión?- Cuestionó con una sonrisa de burla

Rhaenyra Targaryen no era alguien que se quedara sin palabras muy a menudo pero, la pregunta que aquel hombre le estaba haciendo comprometía a su padre de forma negativa fuera cual fuera la respuesta dada

_Yo...- Iba a comenzar

_¿Se atreve insultarme?- Cuestionó el platinado

_Era una simple pregunta, alteza- Sonrió

_Hermano... Será mejor que te marches- Le susurró Alicent

El contrario dió un leve asentimiento y luego le dejó un beso en la frente

_Cuídate mucho- Pidió

_Lo haré y tú debes encargarte de cumplir tus promesas- Le dijo con seriedad

_No dude de ello, mi reina- Dijo dando una leve reverencia

_Adios, majestades- Reverenció ante la princesa, su consorte y el rey _Adios, Lord Mano- Saludó a su progenitor

Un último abrazo fue dado entre los hermanos y luego el joven Hightower subió a la gran embarcación que lo llevaría de nuevo a Oldtown o quizás a otro lugar, aún no lo decidía. El gran barco empezó a moverse y las manos en el puerto se levantaron en forma de despedida y perdiendo completamente el protocolo... La reina Alicent corrió por todo el muelle hasta el borde para seguir viendo a su hermano

_¡Te amo, gracias!- Exclamó con gran cariño

La sonrisa de Gwayne era una de las más sinceras que había tenido en toda su vida

Amigos codo a codoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora