Capítulo 9- Un dragón ha caído

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_Haz algo...- Volvió a pedir el Hightower

_¿Qué puedo hacer?- Dijo el platinado

_Se supone que ustedes son uno con los dragones...- Respondió con obviedad

Harwin observaba a los otros dos hombres discutir sobre la posibilidad de una intervención por parte del príncipe Daemon.
Aemond sostenía en el suelo a su sobrino mientras le proporcionaba golpes

_Es tu culpa...bastardo- Dijo mordaz

Jacaerys se enfureció ante el insulto y empujó al otro con más fuerza

_¡Al menos mi padre me ama!- Gritó en respuesta

El lugar quedó sumergido en un silencio sepulcral

_Maldito niño- Dijo enojado Gwayne

El pelirrojo iba a acercarse para enfrentarse al niño Velaryon, ignorando cualquier amenaza que los dragones impusieran. Sin embargo, Daemon le rodeó la cintura con uno de sus brazos y lo atrajo nuevamente hacia sí

_Sabes que Mond no debe ser inocente para recibir aquel insulto- Murmuró

La confusión e indignación en el rostro contrario mostraba el disgusto que se estaba formando en la mente del Hightower

_¿He de permitir que lo insulten de ese modo?- Cuestionó indignado

El Targaryen sonrió con ironía y negó con gracia

_Deja que se defienda él mismo, después de todo es un príncipe Targaryen debe poder hacerlo- Dijo soltándolo

Y como si los oídos de Aemond hubieran escuchado aquellas palabras, la reacción no se hizo esperar y otro golpe fue lanzado en dirección al castaño

_¿Debería querer el favor del rey?- Cuestionó riendo _¡Quiero el favor de mi hermano, no el de alguien al que no amo!- Gritó

Vermithor había embravecido con la misma facilidad que su jinete, sus gruñidos eran fuertes

_¿Vas a hacer algo?- Preguntó Harwin esta vez

Los ojos violetas del príncipe se colocaron en blanco pero asintió y miró a uno de los capa blanca que aún estaba allí

_¿Y los guardianes?- Cuestionó percatándose de las ausencias

_¿De dragones?- Preguntó confuso

Daemon suspiró disgustado y asintió con un poco de frustración por la falta de conocimiento del capa.
La ausencia de los guardianes fue resuelta fácilmente cuando el grupo ingresó en el lugar disculpándose por su falta al dejar a los dragones sin cuidado. El problema surgió en el momento en que las bestias perdieron el control e intentaron quemar a aquellos que se encargaban de su protección.
Los guardias corrían con desesperación por la fortaleza informando a la familia real sobre la escena que estaba siendo vivida en el Pozo de dragón

_¿Qué sucede?¿Por qué hay tanto alboroto?- Preguntó el príncipe asomándose fuera de su alcoba

_Alteza, su hermano...- Respiró _El príncipe Aemond está peleando con su sobrino en el Pozo de dragón, sus dragones están fuera de control- Dijo agitado

El joven Aegon no comprendía del todo lo que estaba sucediendo pero con rapidez abandonó sus aposentos con dirección hacia donde se encontraba batallando su hermano menor.
El Pozo de dragón estaba repleto de integrantes de la corte y guardias, la princesa heredera Rhaenyra intentaba calmar a Vermax y el príncipe Daemon trataba de mantener bajo control a Vermithor

_Vermax, lykirī- Dijo la mujer tratando de acercarse al dragón

El gruñido fuerte hizo que se detuviera y observara a su hijo

Amigos codo a codoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora