Parte 3: Placer y Deseo

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La puerta se cerró detrás de Kagami, su sonrisa radiante reflejaba una victoria incomparable. Retomó su camino por el largo pasillo alfombrado, el cual le resultaba familiar y solitario, igual que hacía apenas unas horas atras. Estaba a punto de llegar a las escaleras para descender al gran salón, cuando notó una mirada fulminante. Lila la observaba desde la rendija de la puerta de su habitación, con los ojos encendidos de furia.

-¡Hey! -gritó Lila, saliendo abruptamente de su habitación.

Kagami, sorprendida, se volvió para enfrentarla. La alta e imponente mujer pelirroja se acercó con paso firme y seguro, su caminar era espectacular y su vestimenta elegante, aunque reveladora, dejaba una estela de misterio a su paso.

-Wow, eres más bonita en persona que en las revistas de moda -halagó Kagami, sin poder contener su admiración.

Aquel gesto tomó a Lila por sorpresa, haciéndola tambalear un poco en su posición de diva. Aun así, ella mantuvo una sonrisa perfecta, aunque teñida de desdén.

-¿Así que me conoces? -preguntó, con una mezcla de escepticismo y vanidad al ser reconocida.

Kagami rió suavemente, una risa que resonó en el pasillo como una melodía.

-Supongo que todo París lo hace. Apareces en la gran mayoría de fotos con Adrien.

Lila inclinó la cabeza, sus ojos destilando una mezcla de orgullo y desprecio.

-Sí, lo hago. ¿Y tú eres? -preguntó con un tono déspota, evaluando a Kagami con una mirada de arriba abajo.

Kagami caminó hacia ella con paso firme y seguro, sin temor alguno. Extendió su mano con elegancia y se presentó.

-Mi nombre es Kagami Tsurugi. Soy... -su mirada se desvió momentáneamente hacia la puerta de Adrien antes de volver a los intensos ojos verdes de Lila- amiga de Adrien.

Lila estrechó su mano con fuerza, su manicura perfecta destellando a la luz.

-Sí, sonaba allá adentro como si lo fueras. ¿Esto será recurrente?

Kagami no pudo evitar soltar una carcajada suave.

-Bueno, eso depende de Adrien. Hasta luego, Lila, fue un gusto.

Sonriendo, se dio la vuelta y poco a poco desapareció por el pasillo, dejando a Lila sumida en sus pensamientos.

Lila tomó una gran bocanada de aire, sintiendo cómo su corazón se estrujaba en ese momento de celos intensos. Furiosa, caminó decidida hacia la habitación de Adrien, exigiendo una explicación.

Se detuvo frente a la puerta, escuchando la melodía del piano que resonaba nuevamente. Sin pensarlo dos veces, entró en la habitación de manera intrusiva.

-¿Ella es la famosa novia de Adrien Agreste? -preguntó con sarcasmo, sus palabras impregnadas de veneno.

Adrien, sin dejar de tocar el piano, alzó la mirada hacia Lila.

-Es solo una amiga.

-Aquello no sonaba como amigos.

Adrien suspiró, manteniendo la calma.

-Creo que es una amiga, así como tú lo eres.

Lila frunció el ceño, sus ojos brillando con desafío.

-Yo soy diferente, Adrien.

Adrien bajó la mirada, sus dedos todavía acariciando las teclas.

-Sí, y creí que ella también lo era... -susurró, apenas audible, pero suficiente para que Lila lo escuchara.

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