Parte 2

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Los nervios comenzaron a invadir su cuerpo apenas aterrizó sobre el balcón del piso número 20, Cat Noir estaba al frente suyo, ella solo pudo mirar su espalda cuando apenas intento llevar las manos sobre su cabeza.

Arrepentida.

Nerviosa.

"¿Que estoy haciendo aquí?" Pensó.

Las manos le comenzaron a sudar debajo de aquel traje de cuero, las manos le temblaban y al parecer la voz se le iba a empezar a quebrar.

- Cat... - apenas chillo.

Aclaro la garganta.

- Cat Noir... - repitió firme.

Cat Noir la miró alejándose del cancel de cristal frente a él.

- Yo... Creo que esto es una mala idea, yo... No estaba pensando en lo correcto, es decir, ni siquiera se en lo que estaba pensando hace un minuto, creó que no es buena idea que yo esté aquí... -

Cat Noir pudo notar en los ojos de Ladybug aquella profunda agonía acompañada de nerviosismo.

- No tienes por qué estar nerviosa mi lady -

Ladybug bajo la mirada.

- Yo... Creo que tropecé muy mal la última noche que estuvimos juntos, me avergüenza volver a tropezar está vez -

Cat Noir sonrió.

Camino hacia ella, y tomo sus manos.

- Mi lady... Fuiste tan perfecta como siempre, ¡Simplemente perfecta! -

Ella miró a Cat Noir y sus mejillas se sonrojaron.

Cat Noir sonrió.

Y sin soltar su mano la invitó a pasar.

- Ahora... Pasa... -

Abrió el cancel de par en par para Ladybug.

Tímida puso un pie dentro de la propiedad, rápidamente sus ojos se le escaparon, curiosa y asombrada comenzó a notar cada rincón en aquella lujosa habitación y aún que un poco vacía, la propiedad parecía bastante costosa.

Cat Noir cerro el cancel detrás suyo, él pudo notar el asombro de Ladybug ante tal imponente departamento.

Él miró a su alrededor y se sintió avergonzado.

- Lamentó, no poder encender todas las luces, pero... -

Ella lo miro.

- Nadie puede saber que estamos aquí, ¿No es así? -

- No es normal que Ladybug y Cat Noir se encuentren solos en un apartamento casi vacío - bromeó.

Ladybug río genuinamente.

- Claro que no, no es normal -

Cat Noir sonrió.

- Pero me alegra que estés aquí... Conmigo -

Cat Noir miró profundamente los ojos de Ladybug totalmente enamorado.

Estaba enamorado de ese azul perfecto.

Estaba enamorado de esas pecas.

Y de ese carmín en sus labios.

De pronto Cat Noir reaccionó y entendió que Ladybug estaba frente a él.

- ¡Ah! ¡Pero vamos! ¡Siéntate! ¿Puedo ofrecerte algo de beber? Me pareció tener un vino en la cocina -

Ladybug miró a su alrededor, buscando "en que sentarse".

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