Pasaron aproximadamente dos meses después de aquella conversación en el parque. Kevin trató de concentrarse en su carrera musical, trabajando incansablemente en nuevas canciones y presentaciones. Sin embargo, aún dedicaba tiempo a demostrarle a ___ que estaba comprometido a cambiar.
Por su parte, ___ se encontraba en una encrucijada emocional. Aunque apreciaba los esfuerzos de Kevin, no podía evitar sentir una atracción creciente hacia Daniel. La confesión de Daniel y aquel beso robado habían dejado una marca profunda en sus sentimientos, y ahora se sentía dividida entre ambos.
Desde aquel incidente, Daniel había tratado de mantener cierta distancia, respetando los sentimientos de ___. Sin embargo, ella seguía buscándolo, tratando de mantener la amistad que siempre habían tenido. Daniel, a pesar de sus intentos por mantenerse alejado, se encontraba cada vez más atraído por ___.
Un día, después de clases, ___ encontró a Daniel en la biblioteca. Estaba sentado en una mesa, rodeado de libros de historia y apuntes desordenados. Ella se acercó con una sonrisa, tratando de ignorar el nerviosismo que sentía.
—Hola Dani.. ¿Cómo vas con la tarea? —preguntó, sentándose a su lado.
Daniel levantó la vista y le sonrió cálidamente. —Hola, ___. Pues, aquí ando, intentando no ahogarme entre tanta información —dijo con una risa suave.
—Si necesitas ayuda, ya sabes que puedes contar conmigo —respondió, mirando los libros esparcidos.
Pasaron un rato estudiando juntos, intercambiando bromas y risas como solían hacerlo antes. La cercanía de Daniel, sus miradas y sonrisas, hacían que el corazón de ___ latiera más rápido. No podía evitar notar cómo él la miraba con cariño y amor.
Mientras repasaban algunos apuntes, Daniel tomó la mano de ___, causando que ella levantara la vista sorprendida. —Neta gracias por no alejarte de mí, ___. Sabes lo importante que eres para mí —dijo, apretando suavemente su mano.
___ sintió una oleada de emociones. —Dani, yo... —comenzó a decir, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. En ese momento, el sonido de una canción interrumpió el silencio de la biblioteca. Era el tono de llamada de ___.
—¿Es Kevin? —preguntó Daniel, soltando su mano lentamente.
___ asintió y contestó la llamada. —Hola, Kev. ¿Necesitas algo? —dijo, tratando de mantener su voz neutral.
