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"Me rindo"

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Después de la cena, había una pequeña fiesta para terminar.

Lando permaneció sentado en la mesa, o hablando con Checo y Charles la gran parte de la noche. Ya que Carlos no lo sacaba a bailar, como casi todas las parejas lo estaban haciendo. En ese momento estaba sentado, no veía a Charles por ninguna parte, y Checo estaba hablando, y con suerte tal vez casi besando a Max.

Miró a Carlos hablando con sus amigos en el fondo, pero después vio salir a Daniel por la puerta principal con sus cosas, seguramente a dormir. Sin dudarlo mucho, se paró y lo siguió.

—¿Ya te vas? —preguntó al verlo casi irse por el pasillo a la torre.

—Sí bueno, estoy muy cansado por lo de ayer y hoy casi estuve parado tomando fotos —rio un poco, Lando también lo hizo.

—Gracias por haberme llevado a ver el acantilado, y por el baile —dijo, mientras jugaba con sus dedos. Daniel sonrió.

—Así es la experiencia del mejor fotógrafo —respondió tranquilo.

Daniel suspiró y vio el salón donde todos estaban, luego miró a Lando, aún sin sonreír realmente.

—¿Así es como imaginaste que pasaría? —preguntó casi dolido.

—¿Qué? —Lando habló confundido.

—Esto, ¡todo esto! —respondió, movió sus cabeza hacia la sala —Te veías un poco confundido allá adentro... como sí tú y Carlos no se conocieran realmente.

Lando bufó.

—Eso es ridículo. Carlos y yo si nos conocemos...

—¿Charles Dickens? —preguntó con ironía.

—¡Cualquiera comete un error! —Lando alzó sus brazos desesperado, sabía que eso no era un simple error.

—Sí —suspiró Daniel —Y espero que tú no cometas uno —susurró, y Lando frunció el ceño.

—Tú no puedes decírmelo, Daniel —habló seco —A-Apenas nos conocemos, y sí, pasamos estos últimos días juntos, y acepto que fueron unos días hermosos. Ayer... con vistas increíbles y lluvia romántica —Daniel entrecerró los ojos, pensando en lo que sintió al verlo por primera vez —Pero no te da derecho a criticar mis elecciones... Mañana me voy a casa con Carlos Sainz.

—Porque se lo pediste —dijo Daniel, y comenzó a caminar por el pasillo.

—Espera, ¿crees que alguien como yo no puede pedirle a su pareja que se case con él? —contestó Lando, siguiéndolo.

—No, claro que no —paró al inicio de las escaleras y lo miró —Pero si fueras mi novio no habría esperado —Lando abrió sus ojos sorprendido— Te lo habría propuesto.

—¿Sa-Sabes qué? No creo que deberías venir a la boda —respondió alarmado. Él quería a Carlos, pero algo le decía que Daniel tenía algo más. Pero no lo podía aceptar.

—Se lo comentaré a Reyes —contestó irritado.

—Bien, ¡toma las fotos! —dijo ansioso.

—Bien, ¡porque no volverás a verme cuando termine las fotos y me vaya a Australia a fotografiar lagartijas! —Daniel iba a comenzar a caminar, pero Lando lo detuvo sosteniéndolo de la mano.

—¿Qué? —preguntó, asustado por lo que acababa de escuchar —¿Cuándo te vas?

—El domingo.

—Claro, justo a tiempo para seguir huyendo de tu vida —contestó dolido, pero luego recordó que no tenía derecho a decir algo así, Daniel solo dejó de mirarlo, él lo soltó —P-Perdóname por eso...

Deseo ‖ 𝐋𝐀𝐍𝐃𝐀𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora