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CAPÍTULO 19
-Mira, hay una película de acción que quiero ver-. Aclamó Bonus apenas vio la cartelera.
-Vamos-.
Bank miró divertido la actitud infantil de Bonus. Parecía un niño pequeño que pide con entusiasmo un juguete. Estas acciones hacían que su corazón se acelerara al cien.
Bonus lo tomó del brazo y lo arrastró hacia la boletería apresuradamente para lograr ser los primeros en obtener sus entradas.
-¿Quieres palomitas o una bebida?-. Invitó Bank.
-Sí, claro-.
Al oír la respuesta, el hombre compró inmediatamente los alimentos y entraron al cine, escogiendo el mejor lugar para ver la pantalla gigante. Se sentaron y se acomodaron antes de que las luces se apagaran.
-¿Sabes?, nunca he venido al cine con una pareja. Tú eres mi primera persona, P'Bo-.
El joven sonrió amablemente siendo correspondido con otra sonrisa, más su respuesta no era la misma.
-Pues, desgraciadamente no puedo decir lo mismo. Ya he hecho esto antes-.
-Con tu ex pareja, ¿no es así?-.
Bonus se atemorizó un poco al no saber cómo reaccionaría al decirle que estaba en lo correcto, pero sentía que era una obligación decirlo.
-Así es-.
-Bueno, al menos ahora estás conmigo. Ese tipo es tu pasado y yo soy tu presente. Razón más que suficiente para decir que de mi lado no te irás jamás... A menos que...-.
Bonus se volteó haciendo su cuerpo hacia adelante, acercando su rostro al de Bank.
-¿A menos que qué?-.
-Pues... a menos que... sea decisión tuya-. Respondió titubeante.
Bonus levantó su mano y la posó en la mejilla, acariciándola con suavidad.
-Yo no quiero que dejes que me vaya de tu lado. Quiero estar contigo siempre.-.
-Entonces, me volveré un novio posesivo que no te dará la oportunidad de alejarte de mí-.
-Lo tomo-.
El beso fue consumado sin temor a los comentarios negativos de la gente a su alrededor y en medio de la oscuridad que llegó cuando las luces se habían apagado para comenzar a proyectarse la película.
-Oye, ya va a comenzar-. Le dijo Bonus despegando sus labios de los de Bank.
-De acuerdo-.
Bank se acomodó correctamente en la silla y fijó su mirada en la pantalla, prestando atención al film que iniciaba después de unos minutos de trailers.
Al avanzar, momentos de suspenso y terror emocionaban a Bonus que parecía estar muy concentrado mirando alegremente. Bank no dejaba de mirarlo entretenido con ese actuar, por lo que prácticamente se perdió la mitad de la película.
Finalmente, esta llegó a su fin y las luces se encendieron. Bonus se veía satisfecho y feliz, mostrando su rostro sonriente, por lo que Bank no dudó en preguntar.
-¿Tanto te gustó la película?-. Habló antes de que se levantara de su asiento.
-Pues sí, ¿a ti no?-.
-Sí, estuvo entretenida. Pero más entretenido fue ver cómo la disfrutabas-.
Bonus volteó su cabeza mirando hacia otra dirección para no ser descubierta su vergüenza y se levantó de la silla, caminando hasta el pasillo que guiaba hacia la salida.
-Oye, espera. No te vayas tan rápido-. Respondió Bank.
Unos cortos pasos y Bonus fue alcanzado rápidamente en la puerta de salida del cine, siendo tomado de la mano sin que tuviera derecho a objetar. El chico sólo sonrió y soltó algunas palabras.
-No puedo creerlo-.
-¿Qué cosa?-.
-Que no puedo creer que seas la misma persona que me insultó y me amenazó apuntándome con un arma al principio-. Respondió mientras caminaban a paso lento por los alrededores del centro comercial sin importar si había gente murmurando que estaban tomados de la mano.
-Bueno, ya sabes que debía mostrar mi lado negativo. Sólo estaba haciendo mi trabajo, además de buscar una excusa para que pudieras conocerme-.
-Tengo que estar realmente loco como para haberme enamorado de ti. Aunque debo reconocer que sin ti, ya hubiera estado muerto-.
Bank miró hacia todos lados y tiró con suavidad a Bonus con la intención de que lo siguiera hasta el solitario estacionamiento subterráneo.
-¿Por qué me traes aquí?-.
Se acercó a su rostro y capturó sus labios para besarlos y lamerlos a su antojo.
-Necesitaba besarte-. Dijo después de un largo momento.
-Eres mi ángel, Bank-.
Bonus tomó la iniciativa y reanudó el beso con fervor y anhelo, luego susurró:
-Vamos a casa, por favor-.
Con voz seductora y entre besos, Bank respondió:
-No soportaré hasta llegar a casa, así que te lo haré aquí mismo-.
-¡¿Qué?!-. Bonus se sorprendió pegando un grito que fue callado inmediatamente por la mano de Bank.
-Shh...-.
-¿Estás loco?-. Refutó bajando la voz.
Bank consiguió llevarlo a un rincón del enorme estacionamiento, donde la oscuridad era absoluta y sin cámaras que pudieran registrar lo que estaba a punto de ocurrir. Lo arrinconó contra la pared e inició su cometido.
-No aguanto, lo siento-.
Su mano izquierda se introdujo bajo el pantalón y se apoderó del miembro erecto del chico.
-Ba... Bank... Mmmm...-. Bonus cerró sus ojos y se dejó llevar por la mano experta de su novio. Su cuerpo comenzó a temblar y las piernas a flaquear debido la estimulación provocada, lo que ocasionaba que intentara aferrarse a algo, pero la pared era lisa y no tenía forma alguna de poder sostenerse. Entonces, tiró sus manos hacia el frente y apresó el cuello de Bank para sostenerse.
Los gemidos que salían de su boca despertaban el deseo de Bank de entrar y poseer su cuerpo, pero quería tener más control sobre el miembro de Bonus.
Subía y bajaba su mano con una rapidez moderada que provocaba la agonía del chico, que cada vez se hacía más insostenible controlar su cuerpo.
-Eso... gime... no pares de gemir, que me excitas demasiado-. Decía mientras mordisqueaba su cuello y lo masturbaba.
-Ahh... Ahhh... Mhmm... quiero correrme, pero... no así... por favor... Métemela-.
-¿De verdad lo quieres?-.
-S.. sí-.
Bank no dudó en cumplir su anhelo, pues el fondo de su corazón también lo quería, así que volteó al chico arrinconándolo contra la pared y bajó su pantalón hasta por debajo de los glúteos. En tanto él, sólo se bajó el cierre de su pantalón y sacó su miembro acercándolo a la entrada, pero no lo introdujo. Separó los dos glúteos de Bonus y colocó su miembro, rozándolo en la entrada para estimularse. Aunque el chico protestaba para que pudiera ingresarlo completamente, Bank no escuchaba su petitorio y continuaba con su actuar.
-Mmm-. Musitaba Bonus mordiéndose los labios aferrándose inútilmente a la lisa pared.
Bank tiró su mano hacia adelante y capturó el miembro de Bonus, sintiéndolo completamente duro e hinchado, adivinando que ya quería liberarse, por lo que decidió dar el siguiente paso.
-Te voy a preparar-.
Separó sus piernas, se colocó un poco de su saliva en los dedos de la mano libre y mojó la entrada. Luego ingresó un dedo, dos, tres, hasta tener los cuatro adentro. Bonus dio un sobresalto cuando los sintió introducirse. Era la primera vez que Bank hacía este acto y realmente sintió vergüenza por ello. Tal vez para Bank sería desagradable, fue lo primero que pensó.
-Oye... no...-. Titubeó.
-Tranquilo, P'Bo-.
Entraba y salía a su antojo para darle más placer a su chico. Como ya sabía cuál era el punto exacto donde el hombre se retuerce bajo su cuerpo, no le fue tan difícil encontrarlo.
-Ah... Ah...Mmm... Se siente... bien-. Dijo entre jadeos debido la excitación provocada por la mano colocada en su miembro y la otra dentro de él.
-¿Te gusta?-.
-Sí, pero ya quiero.. lo otro...-.
Tiraba su cuerpo hacia atrás para hacerle saber lo que necesitaba, siendo entendido a la perfección por Bank, quien sacó sus dedos e introdujo con facilidad su miembro.
-Ahhh-. Soltó el propio Bank al sentir el caliente pasaje de su chico, que se estremeció por completo cuando el miembro anhelado ya estaba dentro.
-Sí... Eso... lo quiero... Bank-. Agregó.
Bank soltó el miembro de Bonus para llevarla a la cabeza de este y tirarla hacia atrás con suavidad para besar su cuello y encontrar una manera de saborear sus labios que ya esperaba con desesperación sentirlos. Bonus también cooperó para que el encuentro de sus bocas se hiciera concreto, y tiraba también de su cabeza para que aquello ocurriera.
El lugar oscuro pero público hacía este acto vergonzoso, algo más que excitante, que mezclaba los sentimientos de miedo y vergüenza, con lujuria y pasión, dando como resultado una enorme satisfacción por lo prohibido.
-Quiero... venirme... ya...-.
-Hagámoslo juntos-.
-Pero... No.. lo saques-.
Bank se sorprendió un poco, no por el petitorio, ya que no era la primera vez que dejaba todo su líquido dentro de Bonus, sino porque el lugar no era el adecuado y no podía dejar que el chico estuviera incómodo.
-No quiero que estés con todo eso-.
-No importa.. sólo hazlo-.
Como si fuera una orden, Bank obedeció sin protesta alguna y liberó todo su fluido dentro de Bonus, mientras que él dejó que salpicara por toda la pared.
Al sacar su miembro, vio que un hilito se deslizaba por uno de los muslos de Bonus, así que pasó el dedo y evitó el descenso de este. Al tener un poco del líquido blanco, volteó a Bonus para que lo mirara a los ojos.
-Abre la boca y saca la lengua-.
Bonus accedió y Bank pasó su dedo índice por la lengua.
-Esto me pertenece y quiero que me saborees, así como una vez te saboree a ti-.
Sin ningún tipo de desagrado, Bonus aceptó el dedo y lo chupó hasta no dejar ningún rastro, sosteniendo su mirada seductora hacia Bank, luego tiró su mano y apresó sus labios, besándolos con anhelo.
-No es justo que sólo yo lo saboree-. Respondió Bonus luego de terminar el beso.
Bank sonrió y se levantó los pantalones. Bonus copió el proceso.
-Esto es una locura. Nunca había hecho algo así-. Habló Bank mientras se arreglaba.
-Tampoco yo, pero es mejor que nos apresuremos antes de que alguien nos vea-.
No era mucho lo que tenían que arreglarse, pues no se habían quitado ninguna prenda, así que el tiempo que gastaron en eso no fueron más de cinco minutos.
-P'Bo...-.
-¿Sí?-.
-Realmente me gusta hacerte el amor. Me gustó esta experiencia arriesgada-.
Bonus se abalanzó sobre él y rodeó el cuello con sus brazos.
-A mí también me gusta que me hagas el amor. Amo que seas el dueño de mi cuerpo. Amo que seas mi ángel-. Respondió con un corto beso en la boca, para luego desprenderse de él.
-¡Oigan! ¡Ustedes dos!-. Habló una tercera voz que se escuchó con eco en el lugar justo cuando se disponían a retirarse.
Desfavorablemente, la persona que se acercaba tenía una linterna con una potente luz, que reveló a los hombres parados allí.
-¿Qué demonios están haciendo ustedes allí?-.
-Lo siento, señor-. Dijo Bank cuando vio la placa de guardia de seguridad del hombre.
-No me digan que vinieron a hacer...-.
Bonus estaba silenciado, sin poder mover ninguna de sus extremidades, siendo el propio Bank quien tuvo que dominar la situación.
-Por supuesto que no, señor. Sólo estoy acompañando a mi novio que está con náuseas y ha intentado vomitar, pero no puede-.
-Oh, entiendo. Oye, ¿te sientes muy mal?-. Preguntó el anciano alumbrando el rostro de Bonus.
-S..Sí... sí. En realidad, no me he sentido bien desde que salimos del cine-.
Se colocó de espaldas hacia el guardia y bajó su cabeza, haciendo los sonidos nauseabundos.
-Le he dicho que vayamos a un médico, pero él no quiere ir. Es demasiado testarudo-.
El hombre sintió pena por el supuesto enfermo y se acercó con preocupación a sobajear la espalda.
-Chico, deja que tu novio te lleve a un médico, para que descartes algo que pueda ser grave-.
-Sí, tiene razón-. Respondió Bonus volteándose hacia Bank.
-Bien, apóyate en mí, cariño-.
Bonus obedeció y se aferró a Bank, quien lo sostenía de la cintura hasta llegar hasta la motocicleta.
Bank se subió y dio el casco a Bonus, pero este se rehusaba a subirse.
-¿Qué sucede?-. Preguntó.
-Lo siento, pero... Quiero ir al baño, Bank. Necesito...-.
Bonus se silenció sin terminar la frase.
-¿Quieres orinar? ¿o del dos?-.
-No, no es eso. Es que... quiero... limpiarme-.
-Oh, ya entiendo. Pues no quiero decirlo, pero... te lo dije. Vamos-. Dijo sonriendo.
Una de las cosas que incomodó a Bonus era sentirse sucio. Y es que el trayecto que caminó hacia la motocicleta, sentía cómo algunas gotas se deslizaban por sus piernas. Era una necesidad imperiosa de ir al baño.
Después de realizar su aseo personal, ambos chicos salieron del centro comercial con rumbo a casa de Bonus.
-¿De verdad no quieres que pasemos la noche juntos?-. Preguntó Bank apenas se estacionó frente a la casa.
-No es que no quiera, es sólo que quiero pasar tiempo con mi padre y mis amigos. Además, aún tengo que hablar con Jet-.
-Está bien-.
Se quitó el casco y se lo entregó a Bank.
-Por favor, conduce con cuidado a casa-.
-Sí-.
Bonus se acercó para despedirse con un beso en los labios de Bank, pero fue interrumpido por una tercera persona que lo llamó por su nombre.
-¡P'Bonus!-.
Al voltearse, sus ojos se encontraron con una triste mirada que Bonus supo entender inmediatamente la razón.
-Jet, ¿qué haces aquí?-.
-Sólo vine a hablar unas pocas palabras con este imbécil-.
Bank sonrió y aceptó con una pequeña reverencia con su cabeza..
-Te escucho-.
Jet tomó un poco de aire y comenzó a hablar:
-No te voy a mentir con respecto a P'Bonus. Aún estoy frustrado porque te escogió a ti. Pero soy bastante maduro como para resignarme y afrontar que el amor no sabe de consideraciones. Él te ama y no puedo hacer nada al respecto-.
-¿A dónde quieres llegar con esto?-. Preguntó Bank intrigado.
-Quiero decirte que tienes a P'Bonus y no molestaré más con eso, ¿de acuerdo?-.
-Realmente aprecio lo que has hecho, pero no tienes que recordarlo. De todas maneras, no te hubiera permitido un acercamiento con él-.
Jet no estaba a gusto en aquel lugar, y quiso ser lo más breve posible, sin tanto rodeos.
-Sólo quiero decirte que lo cuides y lo ames como se lo merece-.
Bank estaba sorprendido, al igual que Bonus antes las palabras de Jet. Jamás pensó en el nivel de madurez que este tenía como saber cuándo debía retirarse.
-No tienes que recordarlo, sé lo que tengo que hacer-. Expresó Bank.
-En cuanto a ti, seguiré a tu lado como tu mejor amigo para cuidarte-. Soltó al final para luego alejarse y despedirse del amor que duró tanto tiempo en su corazón.
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El ángel de los guantes negros
FanfictionBonus y su padre viven de los ingresos de una librería que lograron levantar gracias a un préstamo que el anciano consiguió a unos prestamistas a espaldas de su hijo. Esto provocó que Bonus cruzara su vida con uno de los cobradores, llamado Bank. Am...