Laura Biel.
Mi cuerpo comenzó a temblar, mis manos comenzaron a sudar y mi nerviosismo era notorio, tenía miedo de cómo podría reaccionar Massimo y de lo que pudiese pasar.
— Laura, no me hagas perder el tiempo — Dice volviendo su mirada a aquellos papeles.
— Nacho... — Dije y pude ver como su mano que sostenía el papel se hacía un puño arrugando aquel papel — Nacho... me dijo que siempre debí ser suya y que pronto sería suya — Confesé y sentí un peso menos, pero no pude ver ninguna expresión en su rostro mas que una expresión fría y sin ningún sentimiento.
— ¿Y que, quieres ir con el? — Dice soltando una carcajada — Vete — Dice.
— Massimo... — Digo.
— ¡VETE! - Grita.
Me sobresalto y las lagrimas termina de caen por mi rostro. Ya no aguantaba esta situación.
Doy una vuelta para salir de la oficina pero la voz de Massimo me detiene.— Vete a Polonia — Dice y mi corazón comienza a romperse en pedazos, salí de la oficina y mis rodillas se debilitaron y caí al suelo, mis lágrimas caían desesperadamente de mi rostro y los sollozos salían de mi boca. ¿Por qué yo? Me preguntaba mil veces dentro mío, no soportaba vivir de esta manera, ya simplemente no podía.
A duras penas llegue a mi habitación y del closet saque una pequeña maleta que se encontraba ahí y lo que pude meter de mis pertenencias puse ahí. Llame a Domenico por teléfono para que me reserve un vuelo a Polonia lo mas antes posible, sabia que de mis sollozos no se podía entender nada.
Salí del dormitorio con mis pertenencias y llegue hasta afuera de la gran mansión que alguna vez pude ver como un hogar feliz. No había ningún chofer disponible, entonces opte por caminar hasta buscar un taxi.
Camine y camine hasta que los pies me comenzaron a doler, por el embarazo casi los calzados no me entraban porque se habían hinchado bastante, seguía caminando y pude ver un banquito, me senté ahí hasta que pude ver un auto deportivo frente mío.
Massimo Torricelli
Me encontraba viendo unos papeles de la propiedad que iba a vender, decidí vender todo para ir a España con Laura y poder vivir tranquilamente.
Mi plan en si, era llevarla a Polonia para que este segura y luego buscarla nuevamente. Sabia que la forma en que la trataba no era la correcta pero no podía permitirme meterla aun mas en estos temas.
— Carajo Massimo, ¿que mierda has hecho? — Dice Domenico apareciendo en mi despacho. Lo observo con el ceño fruncido. — Laura me llamó reservando un vuelo para hoy mismo, ¿me puedes decir que estas tramando? — Pregunta exaltado.
— Renuncio a todo, quiero tener una vida normal con la mujer que amo — Digo.
— Esta no es la manera, no te das cuenta que la estas apunto de perder a ella y al bebé, es la madre de tu hijo ¡CARAJO! — Grita.
— ¿Dónde esta? ¿Esta en su habitación? — Pregunto y me levanto de aquella silla para ir a buscarla.
— No está aqui y en ningún lado, ya la busque. Nadie la vió ni salir ni entrar — Dice.
Mi cuerpo comenzó a temblar y sabía que debía de esperar lo peor. Salí corriendo de aquel despacho, corrí hasta donde era su habitación y pude ver que aún quedaban sus pertenencias seguían pero eran muy pocas y eran las cosas que yo le había regalado. Bolsos, zapatos y perfumes, todo seguían ahí.
Me acerque hasta la mesa donde se encontraban otras pertenencias y pude ver una carta escrita a mano.
"Massimo.
H oy es el último día que sabrás algo mío, desde que te vi no pensé que el amor que iba a sentir por ti sería tan grande, tanto que me olvide del amor principal que era el mío.
Te ame y te sigo amando tanto que se que esto es lo correcto. Déjame ir, déjame ser feliz sola con mi hijo y cuando el o ella quiera conocerte lo sabrás, pero de mi ya no esperes nada. Es lo último que te pido, respeta mi decisión y no me busques, esto es el final.
Hasta nunca Massimo, te ame y te sigo amando hasta el final de mis días.
Laura."
Mis lágrimas caían de mi rostro, la había perdido para siempre y sabía que nunca mas la tendría conmigo, por paranoico perdí lo más importante en mi vida. Laura y mi hijo.
— ¿Que paso con Laura? — Pregunta Domenico.
Las palabras no salían de mi boca, mi mente se quedaba en blanco, me sentía en hoyo sin salida.
— ¡POR DIOS MASSIMO DI ALGO! — Grita Domenico.
— Yo... Yo la perdí para siempre — Digo para llorar amargamente.
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Serás Mía |Massimo Torricelli|
Fanfic"Serás mía siempre, de eso nunca dudes. Te buscaré por mar y tierra. Volveremos a ser lo que éramos antes" Massimo Torricelli jefe de la mafia siciliana quedó obsesionado con las ganas de tener a Laura Biel y no se dará por vencido hasta cumplir lo...