Confía en mí.

1.1K 45 1
                                    

Lo observé esperando su respuesta, me miraba fíjame a los ojos.

— Laura, tranquila. Estaré para ti siempre — Dice mientras toma mi rostro para besarme.

Pude sentir sus labios, por fin dije dentro mio. Sus labios eran una locura nunca me había sentido tan bien en mucho tiempo ni mucho menos con Martín.
¿Cómo era posible que un hombre pueda hacerte sentir tan bien y a la vez con tanta excitación?

Se alejó de mi y me abrazó para luego volver a su asiento, la cena transcurrió de manera agradable. Me contó varias cosas de su vida pasa, de su padre y madre. También de como se manejaba en sus compañías.

— ¿Nos vamos? — Pregunta al observar que ya había terminado.

— Si, estoy muerta del cansancio — Suspiro con una leve risa —

Lo observé levantarse e ir hacia mi dirección, me extendió su mano y la tomé para ser guiada por el. Caminamos y pude sentirme tan protegida.
Llegamos a lo que era la habitación principal.

— Buenas noches Laura, descansa — Dice mientras me besa la frente —
Lo observo dar unos pasos para luego decir.

— Espera — Tomo su antebrazo — Quédate conmigo hoy — Le pido a lo que me observa.

Lo guio hasta lo que seria el interior de la habitación me encantaba sentir su presencia, sentirlo a él tan cerca y a la vez sentirme tan protegida.

Lo observo mientras se quita aquella camisa para quedar con el torso desnudo, observaba su espalda bien trabajada.

— ¿Quieres tocar? — Pregunta mientras sigue de espaldas.

— No seas idiota — Digo mientras me dedico a quitarme el vestido, pero es una misión imposible.

Le observo caminar a Massimo hacía mi para luego decir algo.

— Voltéate — Dice a lo que hago caso — ¿Sabes? El vestido esta hecho para yo pueda sacártelo — Dice mientras se acerca a mi cuello y el vestido cae directamente al piso.

Sentir su aliento tan cerca mío había erizado mi piel a tal grado que era notable.

— Me encanta tu cuerpo. Laura, me encantas — Dice mientras besa mi cuello.

No puedo evitar sentirme tan bien mientras eso lo hacía, puedo sentir como sus manos viajan a mi hombre y hacen un recorrido a mi cadera para luego girarme.
Quedo frente a él y puedo observar su rostro. Era bastante atractivo así que esta vez el beso lo había iniciado yo.
Su manos acarician todo mi cuerpo y me encantaba la delicadeza con la que me tocaba.
El beso se iba intensificando y lugar se hacía más cálido, sus manos se encontraban en mi espalda para poder estar aún más cerca de el. Me direccionó a la cama y me acostó en ella con tanta delicadeza.

— Laura, ¿estás segura? — Pregunta mientras me observa directamente a los ojos.
Se veía tan bien, agitado y con el cabello desordenado.

— Si — Susurro para luego seguir con aquel intenso beso.

Nunca me había sentido tan relajada y segura al mismo. Comenzó a besarme nuevamente pero esta vez de una manera más delicada.
Comenzó a besar ligeramente todo mi cuerpo, me sentía tan bien y por sobre todo sentía como si me tratara como si fuera un pequeño cristal que pudiese  romperse.

— ¿Estas segura? — Pregunta totalmente agitado.

Mientras lo observo detenidamente asiento levemente con la cabeza. Massimo comienza a penetrarme tan despacio y no puedo omitir soltar unos gemidos, me sentía bien después de tanto tiempo. Me tomó de las manos y me las apretó suavemente mientras observaba su rostro.
Hasta excitado se veía bastante atractivo, no pude dejar salir unos cuantos gemidos más mientras aumentaba la velocidad. Sus manos viajaban a todo mi cuerpo y besaba mis labios la mayoría de las veces.
Pasaron unos minutos más hasta que ambos habíamos terminado, observé a Massimo que estaba cubierto por una ligera capa de sudor.

— Nunca pensé que ibas a estar aquí conmigo — Dice Massimo mientras se voltea hacía mi.

— A veces suceden cosas que no nos llegamos a imaginar — Digo mientras con mis manos tomo su rostro para darle un apasionante beso.

No lo podía negar Massimo me hacía sentir como nunca me llegué a sentir, me daba seguridad y para nada me hacía sentir desprotegida.

— Laura, quiero que me mires — Dice tomando mi rostro con sus manos — Confía en mí, no dejaré que nada te pase — Dice.

— Massimo ya no prometas nada, solo no me decepciones — Digo mientras lo beso.

Lo observo detenidamente, cada facción de su rostro me encantaba. No sabía que era lo que me pasaba pero lo único que deseaba era que nunca se acabe esto.

Serás Mía |Massimo Torricelli|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora