𝟎𝟖

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- Álvaro pero es que es una bobada - Dijo Emma mientras entrábamos al baño donde estaban todos los demás

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- Álvaro pero es que es una bobada - Dijo Emma mientras entrábamos al baño donde estaban todos los demás.
- ¿A usted le parece una bobada eso? - Estábamos discutiendo y ambos estábamos bastante enojados.
- ¿Que pasó? - Pregunto Camilo mientras todos nos miraban atentamente
- Pues que el estupido ese de Guzmán la invitó a salir. No le bastó con robarle la novia a usted, ahora también quiere venir... - Me quede callado, pues no sabía cómo llamar a Emma.
- ¿A que Álvaro? ¿Ah? -
- Pues ya sabe, a robarme la mía -
- ¿Su que Castro? - Escuchar mi apellido saliendo se boca no parecía nada bonito y la miré mientras sentía como se me partía el corazón. - Si usted y yo no somos novios. - Y con eso último salió del baño bastante furiosa, sus palabras resonaban en mi cabeza pero no sabía que hacer.

- El ahuevado ese saco las garras. - Dije mientras me recostaba en el lavamanos, estaba furioso y ni quería que nadie me preguntara sobre Emma.
- Miren yo se que les había dicho que era mejor no meterse con el, pero todo esto cambia las cosas, una cosa es Eva y otra es Emma y como dice mi viejo: "Ni tan cerca que queme al santo ni tan lejos que no lo alumbre". -
- ¿Entonces? -
- Pues tenemos que levantar a Guzmán, recodarle quien es el y quiénes somos nosotros - Hablé entendiendo lo que Camilo quería decir
- Va pa esa - Dijo Salcedo apoyando la idea y chocando la mano conmigo.

Arbelaez empezó a quejarse mientras yo ensayaba frente al espejo como le iba a pegar a ese inútil.

Llegó la noche y nosotros estábamos afuera de la casa de Eva, esperando a Guzmán.

El primero en llegar a él fue Salcedo, mientras yo lo seguía y le impedía escapar a Guzmán. Solo quería golpearlo.

Al llegar a la vieja estación de trenes y lo agarre del cuello de la camisa mientras lo empujaba contra la pared.

- Digamos hermanito que amanecí con ganas de darle en la jeta a alguien y adivine quien se gano la rifa - Le dije mientras lo apretaba más y más.
- Ya hermano, ya lo asustamos. Paremos esta vaina - Dijo Arbelaez tratando de calmarnos pero en lo personal no había nada que me pudiera calmar, por fin tenía a Guzmán a mi disposición y después de escuchar como descaradamente invitaba a salir a Emma no iba a desaprovechar esta oportunidad.
- Si, hay que cascarlo. ¿No? - Habló Pabón para sorpresa de todos pues el siempre era el más tranquilo pero parecía que que la situación con Guzmán nos tenía a todos al tope.
- A ver. ¿Esto es por Eva? o ¿por Emma, Castro? - Todos lo negamos - Ustedes son unos cobardes. Unos montoneros que si no están en manada no hacen nada. Ustedes son cinco y yo soy uno y así es muy fácil -
- ¿Y que quiere? ¿Que le demos tiempo para que llame a su pandilla de sapos lameculos? - Todos reímos 
- Más bien porque no eligen uno de ustedes y que pelee contra mi. -
- Vea hermanito pelee con dos, uno por uno - Le dije pues yo sabía que Granados quería pegarle primero pero yo no me iba a quedar con las ganas.
- Hágale. - Acepto el trato.

Camilo peleó con el pero al parecer el no era nada bueno y terminó perdiendo.

- ¿Quien sigue? - Guzmán se veía muy emocionado de ganar pero yo no sé la iba a dejar nada fácil.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐕𝐞𝐳 - 𝐀𝐥𝐯𝐚𝐫𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora