𝟏𝟐

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- ¿Usted porque lo hizo Camilo? - Le pregunté mientras caminaba a su lado, me sentía traicionada y me lo esperaba de todos menos de él

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- ¿Usted porque lo hizo Camilo? - Le pregunté mientras caminaba a su lado, me sentía traicionada y me lo esperaba de todos menos de él.

- No sabía que Quiñones estaba oyendo, perdóneme -

- Pero ¿qué fue exactamente lo que vio? -

- Pues, a Álvaro, Rodrigo y usted... Usted sabe en qué Emma, no me haga repetirlo que me da de todo ver cómo mi hermana actúa como una puta - Y con esas simples palabras fue suficiente para que yo volviera a sentir esas ganas de llorar y empezara a caminar más rápido, alejándome de él. Era difícil pues vivíamos en la misma casa.

Toda la noche estuve pensando lo que había pasado en la fiesta pues en eso me la pasaba los últimos días, Álvaro me gustaba pero no podía negar que Rodrigo era bastante atractivo, ambos eran muy diferentes, polos opuestos y al final yo tenía que decidirme por uno o eso iba a terminar muy mal.



Al día siguiente llegué directamente a comprar una arepa para desayunar, había tratado de evitar a Camilo y la única forma de hacerlo era saltarme el desayuno, estaba asustada pues si lo que había pasado en la fiesta llegaba a oídos de mi padre, me iban a matar. Entre al colegio y vi a Camilo hablando con Eva, suspire y seguí mi camino.


Llamaron a Camilo a dirección y eso hizo que todos nos pusiéramos tensos, sentía la mirada de Rodrigo y la mano en mi pierna de Álvaro pero no me atreví a mirarlos a ninguno a los ojos, no habíamos hablado después de lo del baño.

Estábamos en el baño interrogando a Camilo sobre lo que había dicho.

- ¿Y que va a pasar con Pabón? - Pregunto Rodrigo a Martín.

- Lo tienen que echar por corrompido. -

- Pues, en ese caso, hermano... También deberían de echarlo a usted -

- Ay, perdón. Es que habló el más santo de todos, que no se le olvide que todos sabemos que usted andaba haciendo trío. -

- Salcedo cállese - Le dije mientras lo miraba con rabia

- Oiga Granados. Una pregunta. ¿Usted ni habrá dicho que también estuvimos echando hierba esa noche? - Habló Álvaro mientras se acercaba a mi hermano

- No. No, no, todo bien, que yo no dije nada de eso. -

- Ah, entonces, ¿no dijo toda la verdad? - Habló Eva la cual estaba a mi lado.

- ¿Para qué? -

- Martín tiene razón Eva, no había necesidad de decirlo, eso solo nos iba a complicar más el problema y sobre todo a usted - Le dije tratando de hacerla entrar en razón

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐕𝐞𝐳 - 𝐀𝐥𝐯𝐚𝐫𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora