𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐕𝐞𝐳 - 𝐀𝐥𝐯𝐚𝐫𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨

𝟏𝟑

Estaba de noche y yo me sentía aburrido en mi cuarto con ganas de escaparme e ir a ver a Emma, pero me daba miedo que mi mamá me pillara pero como el amor todo lo puede, decidí salir por la ventana y caminar hasta su casa.

Empecé a tirar piedras a su ventana para llamar su atención y rápidamente salió y al verme se le salió esa hermosa sonrisa que tenía  y bajo por la ventana, la atrapé en mis brazos cuando cayó para que no se lastimara y al tenerla tan cerca no me importo nada y la besé, la había extrañado y últimamente sentía esa necesidad de tenerla cerca todo el tiempo.

Caminamos varias cuadras mientras reíamos, hablábamos y parábamos para besarnos desesperadamente, la necesitaba conmigo pero simplemente no había donde así que luego de unas horas, la volví a dejar en su casa pero para la mala suerte nos encontramos a Camilo el solo río y siguió por las cuerdas que tenía colgando de su cuarto.

- Gracias - me dijo ella con una encantadora sonrisa que me hacía suspirar - Fue una noche muy especial -

- Te quiero - le dije mientras la abrazaba y le dejaba un beso en el cachete, ella sonrió y siguió el mismo camino que su hermano.

Me devolví a mi casa feliz y tranquilo aunque en el fondo sabía que me había dolido que ella no me respondiera pero quizás yo estaba siendo demasiado rápido.

- Lo que pasó anoche en este colegio es francamente inaceptable. Tres estudiantes entraron al colegio como ladrones y robaron las notas de este bimestre. El celador los vio pero no pudo intervenir en ese momento porque... Llevaban un arma de fuego en las manos. A esos alumnos, que se comportaron como delincuentes les quiero decir que más temprano que tarde los vamos a identificar porque ya tenemos pistas. Así que los invito a que voluntariamente se acerquen a la rectoría y asuman su falta. Si lo hacen es muy probable que busquemos una solución diferente a llamar a la policía para que se encargue de la investigación o de lo contrario van a tener que asumir las consecuencias de lo que es nada más y nada menos que un delito muy grave. - la doctora Alicia terminó de hablar y todos nos miramos preguntándonos quiénes eran los dichosos ladrones.

Las clases continuaron mientras todos nos seguíamos preguntando lo mismo, Camilo y Eva habían estado muy sospechosos pero nadie había dicho nada. Emma estaba sentada a mi lado, no habíamos hablado mucho pero ella estaba muy pegada a mi abrazándome y eso me encantaba, sabía que esa era su forma de demostrar amor y me encantaba.