𝟎𝟕

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Estaba tranquilamente en mi casa pensando en todo lo que había pasado con Álvaro hasta que mis pensamientos fueron interrumpidos por mi hermano que llegó gritando

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Estaba tranquilamente en mi casa pensando en todo lo que había pasado con Álvaro hasta que mis pensamientos fueron interrumpidos por mi hermano que llegó gritando.

- ¡Secuestraron a Eva! -
-  ¿Que? -
- ¿Que pasó? - Pregunto mi mamá al escuchar los gritos de Camilo.
- Que secuestraron a Eva.
- ¿Que? - Le dije mientras me acercaba a él.
- Es que íbamos en un taxi y pasó un carro, nos cerró, se bajaron unos tipos con armas y se la llevaron - No lo podía creer.
- ¿Para donde? - Pregunto mi papá mientras aparentaba estar calmado
- No sé, pero tenemos que hacer algo. - Los ojos de Camilo amenazaban con soltar lágrimas.
- Tranquilo, Tranquilo. Ya saco el carro. - Y salió corriendo a buscar las llaves.
- No puede ser - Dije yo mientras pensaba en todas las cosas que podrían estar haciéndole esos tipos a Eva, últimamente no éramos tan cercanas pero ella aún es mi amiga.
- ¿Estaban armados? - Pregunto mi madre con clara preocupación en su voz.
- Si. - Dijo Camilo mientras se le cortaba la voz.
- Ay, no, hijo. -
- Camine, camine, camine - Le repetía mi papá mientras ambos corrían hacia el taxi.

Camilo nos dijo que llamáramos a la casa de Eva para ver si contestaban, ellos se fueron y mi madre y yo nos pegamos al teléfono pero nadie contestaba, yo estaba sentada en la sala esperando si llegaba Camilo con noticias y corrí cuando sonó la puerta pero mi sorpresa fue notoria al encontrarme con Martín, Rodrigo, Gustavo y Álvaro...

- ¿Podemos pasar? - Pregunto Álvaro mientras me miraba con una sonrisa
- No, no, no, nosotros estamos buscando a Camilo que no llegó al 68, no vamos a pasar. - Dijo Martín
- Pues les va a tocar esperar porque Camilo no está. - Habló mi madre la cual estaba detrás de mi.
- En ese caso, si vamos a pasar - Y sin invitación alguna todos pasaron uno a uno por la puerta y se sentaron en la sala.

Mi madre les dio un juego de mesa para que se distrajeran mientras Camilo aparecía y me decidió enviarme a mi para que ellos no preguntaran tanto, pasamos horas y horas jugando y perdiendo el tiempo, pero quede aún más sorprendida cuando alguien toco la puerta de mi casa y no era nada más y nada menos que Eva Samper, la abracé y me dijo que todo estaba bien, entró y todos empezamos a jugar, ya solo faltaba que mi hermano llegara.

Cuando Camilo entró por esa puerta me asuste al ver que llegó solo, sin mi papá pero no sabía quién estaba más aterrado, si el, al ver a Eva sentada en la sala o yo, que no veía a mi papá por ningún lado. Estábamos jugando Monopolio y como siempre todos terminamos peleados y yo termine sacándolos a todos de mi casa cuando iba perdiendo, los chicos se fueron mientras alegaban cosas entre ellos. Mi madre se fue con Camilo para la estación y yo me tuve que quedar sola, los chicos al ver cómo se iban en taxi volvieron a la casa, yo les cerré la puerta en la cara y Álvaro la detuvo justo a tiempo, todos entraron y se acercaron a mi.

- ¿Que? ¿No saben perder? -

Álvaro se acercó a mi y me dio un beso, no me lo esperaba pero tampoco me iba a enojar. Todos empezaron a gritar así que nos separamos.

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐕𝐞𝐳 - 𝐀𝐥𝐯𝐚𝐫𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora