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Segunda al mando.

Charlie decidió que mantendría ese asunto de la segunda al mando en secreto hasta que supiera exactamente a quién elegiría. Mientras tanto, analizó a todas y cada una, pensando en sus debilidades y fortalezas que podrían servir para el puesto.

Y hasta ahora, ninguna le convencía.

Charlie se paseó por el salón de entrenamiento, viendo los movimientos de cada una mientras luchaban cuerpo a cuerpo en parejas.
Siempre disfrutaba de los días de entrenamiento post exterminio, que solían ser más relajados de lo común.
Le gustaba dar ese respiro a su equipo, un tiempo para que pudieran simplemente relajarse en una buena pelea. Claro, sin dejar de ponerle empeño. No era necesario decir que a las demás les encantaba ésto.
Además, así se aseguraba de saber quiénes eran las que eran mejores en la lucha cuerpo a cuerpo aún sin sentirse presionadas o emocionadas por la llegada del día más esperado.
Tenía perfectamente estudiadas a todas y cada una de ellas.

- ¡Eso es, Ivonne! Lo estás haciendo muy bien, ¡Sigue así!

Sonrió, su mirada se pasaba de una pareja a otra mientras sus tacones hacían un sonido con cada paso que daba. Sus manos estaban cruzadas detrás de su espalda, y sus ojos concentrados en cada movimiento que hacían.

Ahora que las tenía frente a ella, podía sentir que era más sencillo decidir quiénes serían unas buenas candidatas para segunda al mando.

Celine siempre había sido ágil.

Janna... Estaba mejorando mucho.

Lute... Hm...

Charlie se detuvo un poco, luego negó con la cabeza para sí misma.

No, Lute no.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el fuerte sonido de la primera de ellas en caer.
Charlie volteó hacia atrás para ver a Maya en el suelo, con Vaggie frente a ella en posición de pelea, esperando a que se pusiera de pie, sin embargo, la otra chica no lo hizo.
Maya se sentí en el suelo y la miró ofendida.

- ¡Auch! ¡¿Por qué siempre tienes que ser así?!

- Porque es un entrenamiento - Respondió Vaggie como si fuera obvio, ayudándola a levantarse - Tal vez si te lo tomaras más en serio...

La chica gruñó, quitando su mano de la de Vaggie apenas se incorporó, volviendo a ponerse en posición.

Charlie entonces sonrió.

Vaggie.

¡Vaggie!

¿Por qué no lo había pensado antes?

Ella era perfecta para el cargo. Era seria, apasionada, competente... Ligeramente antisocial y hasta se atrevía a decir que extraña, pero podía pasar por alto eso.
Sin mencionar que, era la segunda mejor en lo que hacía. Sólo superada por Charlie.

Había tomado una decisión.
Y estaba segura de que era la correcta.
Vaggie era la indicada.

🎆🎆🎆🎆

Cuándo volvió a ponerse en posición de pelea, su compañera no hizo nada por acercarse.
Vaggie notó que la analizó unos segundos y luego suspiró, dejando caer las manos a los lados.

- ¿Sabes qué? Olvídalo. Voy a tomar agua.

Vaggie suspiró, dejó que su compañera se fuera y mientras tanto estiró un poco los músculos de los brazos.
Eso hasta que sintió que alguien la veía.

- Vaggie.

Vaggie se detuvo en seco, volteado hacia la voz de su líder con algo de sorpresa. Era la primera vez que Charlie se dirigía a ella. Específicamente.
Hasta el día del exterminio anterior, Vaggie ni siquiera sabía que Charlie supiera su nombre.
Pero ahora, la líder estaba parada a unos pasos de ella, viéndola específicamente a ella.
Vaggie analizó la posición de Charlie. Cómo siempre, era recta, pero al mismo tiempo era relajada.
Charlie siempre le había parecido alguien... Intensa.
Vaggie sentía cierta clase de respeto hacia ella. A diferencia de las otras exorcistas que simplemente se tomaban todo ésto como un juego, Charlie era la mejor. No había nadie que superara su número, al menos hasta dónde sabía. La primera vez que la vió, le parecía que no tomaba su trabajo en serio, pero luego descubrió que en realidad era una gran líder, lograba hacer que éstas inútiles la escucharan, Vaggie no creyó que ella podría lograrlo si estuviera en el lugar de Charlie.
También sabía que cruzando el portal al infierno, Charlie no se estaba con juegos. Tampoco si creía que alguien la estaba desafiando o desobedeciendo.
Esa líder, la líder que la estaba viendo justo ahora, esperando a que se acercara.