El ex de mamá.

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Pasó un año después del pequeño contratiempos con Lute, luego pasaron dos... Y ahora estaban en el tercer año después de eso. Y la traición de su pequeña exorcista había sido cosa del pasado.
Estaban emocionadas y ansiosas como siempre, las cosas habían salido perfectas como normalmente lo hacían.
También lo habían sido entre ellas, no podía creer que había pasado tanto tiempo. Para éste momento, era difícil pensar que solía hacer ésto sin Vaggie.

Como siempre, volvieron del infierno y el portal se cerró detrás de ellas. Charlie soltó la mano de Vaggie sólo por un momento para quitar un poco de demonio que aún estaba pegado en su hombro, antes de volver a verla con una sonrisa y tomar su mano.

- Bueno, creo que todo salió muy bien como siempre - Les dijo a las demás - ¡Excelente todas! Ahora pueden ir... Ah...

Se detuvo enseguida al ver las expresiones extrañas de dos de ellas, se habían quitado sus cascos y había lágrimas en sus ojos, pero también miedo, como si temieran decirle a Charlie lo que pasaba.
La rubia dejó de sonreír, mirandolas a ambas. Eran Wyn y Briar, solían estar juntas siempre... Con Maya.
Volteó hacia sus lados, luego al rededor, buscadola, Pero no la encontró por ningún lado.
Volvió a verlas, ésta vez, su mirada podría atravesar a cualquiera.

- ¿Dónde está Maya?

Ambas se miraron entre ellas, antes de que Briar respondiera temblorosa lo último Charlie hubiera imaginado.

- Fué... Asesinada - La miró directamente a los ojos, su mirada era de miedo antes de decir lo siguiente - Por un demonio.

Los ojos de Charlie se abrieron por completo.

🎆🎆🎆🎆

- Ésto es posiblemente lo más alarmante que he escuchado en siglos - Dijo Lucifer en la silla al lado suyo.

Ambas habían venido a contarle apenas salieron del centro de entrenamiento.
Suponían que Lucifer querría mantenerlo en secreto, por lo que le pidieron que fuera a casa para ello. Los tres estaban en la cocina, sentados a excepción de Vaggie, que estaba recargada en la pared al lado de Charlie.
Su padre la miró con agradecimiento.

- Hicieron bien en pedirme hablar en privado. Nadie puede saber de ésto, causaría pánico. Nunca había escuchado de un demonio que pudiera matar un ángel.

- Tampoco yo - Dice Vaggie, la ira en su voz es inocultable.

Charlie suspiró, pasando el pincel de esmalte negro por su uña.

- Necesitamos saber cómo pasó, ¿Tienes alguna idea de cómo pudo haber pasado, Charlie?

Lucifer la miró, sus piernas cruzadas, recargada en la silla pintando sus uñas.

- Charlie, ¿Estás escuchando?

- ¿Hm?

- Ésto es serio - Le advirtió - Ésto amenaza al cielo y debemos averiguar cómo pasó.

- Sé exactamente como pasó - Dijo con simpleza, cerrando el esmalte antes de sentarse derecha y tomar aire para hablar - Las compañeras de Maya dijeron que el demonio que la mató era un Overlord, algo que Maya no sabía. Ella era de mis exorcistas menos eficientes, solía tomar todo a juego. Se confió tanto como para creer que podía retar a un Overlord ella sola - Se encogió de hombros - Sólo fué cuestión de suerte de que ese demonio no se haya encontrado con una exorcista letal.

Lucifer la escuchó con atención, asintiendo.

- Aún así no podemos dejar ésto así.

- No lo haremos - Sonrió, ladeando la cabeza - Vaggie y yo ya pensamos en lo que haremos.

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