Estrategias.

167 21 13
                                    

Antes de lo que pensó ya habían pasado seis semanas.
Vaggie se sorprendía de lo buenas que habían sido. Ambas habían creado una rutina en la que Charlie la invitaba a tomar un café después del entrenamiento mínimo una vez a la semana para hablar de las estrategias de entrenamiento, sabía qué día sería ésto ya que normalmente era el mismo dela semana en el que ma dejaba dar el entrenamiento completo. Al principio Vaggie había creído que eso se volvería más normal y la dejaría tomar esa tarea más tiempo, pero no le costó mucho darse cuenta de que a Charlie no le gustaba darle el control completo. Casi siempre le daba las indicaciones para ese día, las que juntas habían planeado, Pero nunca era totalmente lo que Vaggie quería por su propia cuenta. Aún así eso no le molestaba. Entendía que Charlie había hecho ésto sola todo éste tiempo y podía tardar en aceptar su ayuda. Así que probablemente con el tiempo, lograría ganar su confianza lo suficiente para dar algunas órdenes.
Tal vez con el tiempo Charlie se iría acostumbrando a la idea de lo que "segunda al mando" significaba.

Se encontraba con Charlie en el mismo café de siempre, se había acostumbrado a su compañía al igual que a su nuevo uniforme. Habían terminado de discutir sobre los entrenamientos y se encontraban en silencio, sin ninguna de las dos hacer algo por irse todavía.
Vaggie observó a Charlie dibujar en una hoja con crayolas como solía hacerlo, y se atrevió a sonreír con gracia.

- ¿Qué es eso?

- La estrategia del año que viene, me gusta planear con tiempo - Dice sonriendo.

- ¿Esa es la nueva estrategia? - Pregunta la teniente sonriendo, sólo viendo dibujos sin sentido de ángeles y demonios más algunas líneas sin sentido.

Charlie vuelve a verla, su sonrisa vacila un poco antes de girar la hoja para que Vaggie pueda verla mejor.
La rubia señala a los lados y se da cuenta de que las rayas sin sentido en realidad estaban formando un pentagrama.

- Si alguna vez te habías preguntado por qué les pido el número de demonios exterminados de cada año, pues, es por ésto - Sonríe, explicando - Las que tienen mayor número siempre las mando al anillo del orgullo conmigo, es dónde más almas pecadoras viven. Las demás casi siempre las mando a los alrededores, dónde hay menos y los demonios son más débiles.

Vaggie mira a la rubia con sorpresa, dándose cuenta de que realmente sabía todo de cada una.

- ¿Por eso me mandas siempre al anillo del orgullo?

Charlie se encoge de hombros.

- Wow - Rió - Estoy realmente impresionada.

- Me tomo mi trabajo muy en serio - Dice con simpleza - Por eso siempre salgo con las chicas. Osea, ¡Es divertido y todo! Pero no sólo eso, también es la mejor manera de conocer a todas y cada una. Saber por qué alguna ha bajado su rendimiento o si alguna está teniendo problemas con algo. O simplemente para conocerlas, saber si puedo confiar en ellas o no - Lo último lo dijo con una sonrisa hacia ella.

Vaggie mira su café y entonces entiende.

- ¿Eso es lo que has estado haciendo?

La rubia entonces comienza a reír, doblando la hoja para guardarla.

- Y yo que pensé que sólo te gustaba mi compañía.

- Necesitaba conocerte bien si serías mi segunda al mando - Cuándo guarda la hoja, sus manos se cruzan en la mesa, ladrando la cabeza como si, de nuevo, la estuviera estudiando - Nunca te has unido a las salidas, no había hablado contigo ninguna vez.

- Nunca he sido buena para socializar.

- Es una buena forma de conocer a los demás.

Ahí está de nuevo.
Esa sonrisa.
Vaggie nunca pude descifrar lo que significa. Es diferente a la sonrisa tierna de siempre, la que la veía hacer cuándo algún ángel se les acercaba para saludar a Charlie. Ésta parecía como si estuviera advirtiéndole algo.
Y... Le gustaba.

Le gustaba conocer ese lado de ella.

Vaggie baja la mirada, sin poder mantenerla en los ojos intensos de Charlie.

- Bueno, creo que puedo ser una buena estratega, pero nunca se me hubiera ocurrido eso.

Charlie sonríe.

- Pues creo que vamos a funcionar bien juntas.

La teniente le sonríe de vuelta.

- Sí, creo que sí.

🎆🎆🎆🎆

Las cosas habían cambiado nuevamente para ellas.
Ahora Vaggie, cuándo no daba el entrenamiento, Charlie le pedía que permaneciera a su lado. Observando.
La teniente estaba caminando al lado de Charlie como había empezado a hacerlo la última semana, analizando a las demás como Charlie le había dicho que lo hiciera.

- ¡Lo haces excelente, Gianna! ¡Has mejorado mucho!

Vaggie observó hacia otro lado, sabiendo que esa era la forma en que Charlie le decía indirectamente "encárgate te observar a las del otro lado mientras tanto".
Le gustaba el respeto que le había otorgado ser la segunda al mando. Al principio, las demás parecían negarse a escucharla, o simplemente obedecían de mala gana. Pero parecía que finalmente habían aceptado que lo mejor sería escucharla.
De lo contrario, Charlie podía notarlo.
Y eso no era algo que les gustaría.

Finalmente el entrenamiento acabó, y Charlie como siempre se despidió de ellas agitando su mano, deseándoles una buena tarde y diciéndoles que las veía mañana.

Cuándo la mayoría se había ido, Charlie volteó a verla con una sonrisa más relajada.

- ¿Un café?

- Me leíste la mente.

- Uh... ¿Líder Charlie?

Ambas voltearon hacia las exorcistas, quienes parecían algo inseguras de hablar.

- ¿Sí, qué pasa? - Pregunta Charlie.

- Estábamos pensando ir a comer algo, ¿Nos acompañarían?

Charlie mira a Vaggie, si sonrisa sigue siendo suave, mirándola hacia bajo a sus ojos, con esa intensidad que se había vuelto común en ella cada vez que le preguntaba algo a Vaggie.

- ¿Tú qué dices, Vaggie? ¿Quieres ir a... Conocerlas mejor?

Vaggie entonces sonríe, entendiendo lo que decía.

- Sí, me gustaría ir ésta vez.

Se volvió hacia las exorcistas, quienes parecieron sorprenderse se que aceptara.
Vaggie levantó una ceja.

- ¿Está bien si las acompaño o sólo se referían a Charlie?

- Uh... - Miraron a Charlie, entonces negaron con la cabeza - ¡No, no! Claro que puedes venir.

- Muy bien.

Las exorcistas se miraron entre ellas y volvieron a salir, mientras tanto, ellas las siguieron.

Una mano de Charlie se pasó por su cintura al momento de salir.
Todo el cuerpo de Vaggie sintió un escalofrío al sentir su toque, y rápidamente volteó hacia arriba para ver a Charlie, pero ella no la estaba viendo.
Tampoco estaba sonriendo.
Simplemente miraba hacia el frente, escuchado a las demás hablar.

Vaggie simplemente siguió caminando, sin hacer nada por safarse de su agarre.

No notaron como las dos exorcistas que las habían invitado voltearon a verlas de reojo, con curiosidad.

HAZBIN HOTEL 🎆 ALMA PURA (SWAP AU) 💙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora