33: ❝El campo de las promesas.❞

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Diciembre finalmente tocaba la puerta de los ciudadanos para anunciarles de sus próximos días helados. La mayoría de las personas se abrigaban y los niños esperaban ansiosamente la caída de la nieve, como HyunJin, quien observaba por la ventana.

Considerando que el clima del día era lo suficientemente agradable como para salir y dar un paseo, una idea fugaz cruzó su mente, alegrando al pequeño castaño. Al darse la vuelta, tropezó con las cajas y juguetes sin guardar en su habitación, levantándose con cuidado se dirigió a la sala donde estaban sus padres, descendiendo las escaleras con cuidado.

Al llegar al octavo escalón, notó que sus padres tenían una conversación seria con BeomGyu, un tema de adultos que él probablemente no entendería si se acercaba a escuchar, por lo que se sentó en las escaleras, observando en silencio y con atención.

—Es una gran oportunidad para ti, mamá, pero no sé si podría adaptarme en la ciudad — dijo BeomGyu mirando hacia abajo y jugueteando con sus pulseras, evitando la mirada de su madre.

—No queremos obligarte, cariño. Puedes quedarte si así lo deseas.

—Puedes continuar viviendo aquí o, si prefieres un apartamento para ti, deberíamos buscar uno esta semana.

Las sugerencias eran bastante tentadoras para el azabache, pero seguía indeciso con su decisión.

SoYou había conseguido un contrato en Gyeongju para expandir su empresa y obtener más reconocimiento con su marca. Después de discutirlo con su esposo, decidieron mudarse de Seúl a Gyeongju en la segunda semana de diciembre. De esa forma, HyunJin podría adaptarse un poco más y entrar el siguiente año a una buena escuela primaria.

Por eso, habían empacado la mayoría de sus cosas.

De pronto, la atención de BeomGyu cayó directamente en el castañito que los observaba con suma curiosidad, sus ojos viéndose brillantes por las gafas, le sonrió, llamándolo para que se acercara a él. Entonces, HyunJin dejó las escaleras para acercarse a su hermano mayor.

Tal vez mucho antes, la sugerencia habría sido tomada sin pensar dos veces, porque solo se trataba de él, sin nadie a quien él quisiera cuidar. Pero ahora tenía un hermanito, a un HyunJin que siempre lo veía como a alguien que admirar, como si fuera una clase de héroe o personaje favorito. Y si lo pensaba nuevamente, no sería capaz de abandonarlo. El perderse las mejores etapas del menor, como presentaciones, cumpleaños, ayudarlo con su tarea, como cuando estaban en la “guardería”, apoyarlo como hasta ese entonces.

Quería acompañarlo y estar ahí con él, para crecer juntos.

Sus padres confiaban plenamente en él y también apoyaban sus decisiones. Fuera la que fuera, estaba bien.

—Hyung, ¿iremos juntos a la aventura de la nueva ciudad? A mí no me gustaba la ciudad antes, pero ahora ya no estoy solo, entonces creo que está bien.

Bajo la mirada de sus padres, el azabache peinó con cuidado el cabello de HyunJin, dándole una sonrisa que contagió al menor.

—Sí, Jin Jin, será nuestra mejor aventura en la ciudad.

—¡Genial! — gritó alegre, pero entonces recordó para qué había bajado en primer lugar — Ay, es verdad... hoy es un bonito día y quería saber si podemos ir a un campo, con JeongInnie. Le prometí que iríamos cuando encontráramos a nuestra familia. ¿Podemos? Por favor, mami, ya no me comeré la leche en polvo, lo prometo.

Una carcajada escapó del adulto que estaba al lado de una sorprendida castaña, misma que sujetó sus mejillas.

ㅡAsí que tú eres el ratoncito que nunca atrapamos — sin embargo, las expresiones que comenzó a hacer el menor debilitaron a su mamá, hasta que terminó por dejar un beso en su frente, marcando el beso con su labial—. Está bien, osito ladrón, podemos hacer un día de campo antes de irnos. Además, creo que papá conoce un buen lugar.

❝We Are Jaune❞『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora