La mesita estaba cubierta por los juguetes favoritos de los cuatro niños. Jugaban entre ellos con una historia diferente en sus cabezas pero coincidían fácilmente al momento de enfrentarse. Soltaban risas y chillidos, al igual que sus otros compañeros que también jugaban, ya fuera en las mesitas o en el suelo con los otros juguetes que tenían las maestras.
Innie sonrió al ver los stickers que decoraban su figura de Spiderman, regalados especialmente por Rei. Los demás juguetes de sus amigos también tenían esas insignias mágicas. Eran bonitas y divertidas; a veces las pegaba en su ropa, mochila o cuadernos.
En otras ocasiones, Rei le colocaba estrellas y diamantes en las mejillas, mencionando que todos eran tan valiosos que merecían llevar un sticker o, mejor dicho, una insignia mágica.
—¡Mi estómago va a reventar! — Yizhuo, dejando la mitad de su jugo en el suelo, lo único que le quedaba después del receso, pero no podía terminarlo.
—Es porque comiste mucha sandía. La maestra Nana dijo que solo era una porción y tomaste dos.
JaeMin asintió de acuerdo con las palabras de la azabache.
—Comer mucho puede causar dolor en la pancita, eso dijo mi mamá.
—¡Pero JeongInnie también comió dos! No le duele.
ㅡYo como mucho siempe porque la comida se puede ir.
Los tres presentes no entendieron a lo que se refería pero no le tomaron importancia. Continuaron jugando hasta que la maestra de matemáticas entró al salón con un delantal que llevaba un osito usando lentes, igual que ella.
—Buenos días, niños. ¿Cómo están?
—¡Muy bien! — respondieron todos, felices y aplaudiendo al saberse el saludo de memoria.
—Están llenos de energía porque han comido, ¿verdad? Yo también me pongo feliz después de comer, pero ahora usaremos esa energía para una canción.
La canción de los números comenzó con la maestra y continuó con los pequeños sentados en sus lugares. El grupo donde estaba Innie era el más ruidoso.
Pero detrás de ellos, en una mesa distante, había un niño muy serio. Apretaba entre sus manos una hoja con un patito pintado de verde. Cuando la canción de la maestra terminó, comenzó a contarles a sus amigos lo que había escuchado de sus padres y adultos en las cenas familiares.
Los cuatro en la mesita taparon sus bocas y vieron con miedo al niño, que regresaba a su lugar con papel para decorar su libro. La maestra salió un momento a pegar unas hojas fuera del salón, dejando la puerta abierta.
Yizhuo accidentalmente pateó el jugo derramando el contenido restante en el suelo. El líquido amarillo se expandió, apuntando bajo la silla de Innie, haciéndolo parecer responsable.
El mismo niño de antes lo notó y rápidamente lo señaló.
—¡Lee JeongIn se hizo pipí! — gritó para que todos lo escucharan.
Todos los infantes se levantaron para ver lo sucedido, creyendo que su compañero se había hecho en clase. Pero Innie negó desde su silla, alegando: — Yo no fui.
—¡Eres un niño sucio, JeongIn!
Gritaron, y los demás siguieron esa burla. Desde su silla, Innie los observó a todos, con un mohín en sus labios porque lo acusaban de algo que no hizo. Después escuchó a sus amigos gritar contra alguien y cuando volteó, se encontró con su dibujo; la página del libro indicaba dibujar a su familia, él había dibujado a sus padres con estrellitas pero ahora tenían dientes largos, garras y rayones feos que salían de su pelo, como si fueran monstruos.
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❝We Are Jaune❞『•MinSung•』
Romance❝Donde el poseedor de unos pequeños ojitos de Bambi llegó a la vida de MinHo y JiSung para ganarse su corazón y así crear un bonito color: el amarillo.❞ El color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo al igual que de los celos. Es el co...