cap 2

299 19 0
                                    

São Paulo, 3:30 p.m.

Al otro día de trabajo, Malú y yo estamos comentando la vida de todos los que entran y salen de esta tienda.

-la que se acaba de ir, tiene tanto cuerno pobrecita, que no sé ni cómo pasó por la puerta.-Me reí con María Luiza.

-jueguito hoy, Palmeiras x flamengo hoy en Allianz, ¿vamos o vamos?-dice Yuri haciéndome saltar del susto.

-Dios mío Yuri, me vas a matar- dije con mi mano en mi corazón haciéndolo reír - fue sin querer rubia, Pero bueno, ¿vamos?-dijo mirándome y mirando a Malú.

- estoy dentro -dijo María Luiza y los dos me miraron de inmediato-

-Ni siquiera necesito hablar, ¿verdad?- dije haciéndoles saltar, haciéndome reír de sus travesuras.

-Eso es todo rubia, pasaré por tu casa a recogerte a las 6, ¿okey?-dijo Yuri mirándome, asentí y pronto se fue, dejándonos solo a Malu y a mí.

-Maldito juego de hoy, ni siquiera necesito decir que me voy a preparar en tu casa, verdad amiga?-le digo haciendo un puchero.

-hoy no Victoria, tu casa es más tuya que mía, aceptalo.-se fue tirándose el pelo dejándome sola, me reí y me quedé allí hasta que llegó mi hora.

A las cinco y media de la tarde.

Ya estaba en casa, corrí a darme una ducha.

Me lavé el cabello, exfoliaré mi cuerpo, me cuidé la piel y me limpie bien.

Salí de la ducha y me fui a cepillar el pelo y a maquillarme un poco.

Me puse la clásica camisa overside del equipo, un pantalón cargo blanco satinado que no aprieta la barriga, y unas zapatillas Nike.

Me puse mis accesorios de oro, porque estoy enamorada del oro, me puse mi perfume cuando escuché sonar mi celular, le respondí obviamente, de lo contrario se moriría.

-¿Que tanto haces Victoria?, ya son las seis y media.- dice María Luiza, me reí.

-Ya voy a bajar, espera un momento.
Fin de la conexión.

Cerré la puerta de mi casa y me dirigí al ascensor, cuando bajé  me encontré en frente a dos ridículos gilipollas.

-¿Te vas a casar, princesa?- dijo Yuri, me subí al asiento trasero y me puse el cinturón.

El camino hacia el Allianz fue suave, puse música dentro del coche que María Luiza y Yuri insistieron en poner, y yo solo me reí.

Llegamos y fuimos directos a buscar un lugar, vimos a los hinchas animando cuando vieron a los jugadores entrar al campo.

-Bendita sea las mujeres que dieron a luz a todos esos hermosos hombres. VAMOS FLAMENGO"- grita María Luiza y lo único que hago es reír como una hiena.

Empezó el partido, empezamos bien, un gol de Flamengo, marcado por Pedro.

Estábamos nerviosos, pero estaba todo tranquilo.

-¿Viste amiga?, que hombre tan rico, Flamengo perdóname pero me enamoré de ese  palmeirense uruguayo, que bendición .-dice mientras íbamos a comprarme un poco de agua

-María Luiza, rejala tus hormonas.-Hablo mientras consigo el agua y le pago al joven.

-no solo yo, ni siquiera te contuviste cuando le viste entrar al colombiano caliente.-dijo la morena.

María Luiza ya conoce la historia, se lo conté porque confío en ella con los ojos cerrados.

Y al igual que mi tía, Malú también me dice que busque al jugador.

-Shiu, ¿cómo puedes decir esto en voz alta?-digo con los ojos muy abiertos.

-Loca estás tu por no decirle nada a ese bombón.- dice corriendo en cuanto anuncia el segundo tiempo.

Pasa el tiempo.

El juego se acabó, y te digo, qué juego tan feo.

Flamengo perdió 2-1.

Dos goles marcados por Raphael Gostoso Veiga.

Yuri estaba enojado.

¿cómo pierdes contra Palmeiras?--pregunta Yuri.

-Cálmate amigo, estas son cosas de la vida.-Dije con calma comiendo mi pastel de chocolate , en serio, ¿hay algo mejor?

-Solo estaré tranquilo cuando beba mi cerveza para relajarme, ven Malú, comprarás conmigo-salió tirando de María Luiza dejándome sola afuera.

Me quedé quieta, amigos del ama.

Ni siquiera les llamé y me fui a terminar de comer, estaba revisando mi celular mientras comía.

Pasó poco tiempo y ninguno de estos dos llegó.

Decidí buscarlo, metí mi celular en mi bolso y me preparé para ir a buscar a estos dos locos.

Pero cuando miro hacia adelante me congelo.

Oh, mierda, salió mal

Meu acaso|Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora