Richard Ríos
Maldita sea, papá, ¿qué quieres decir?
Todavía estoy procesando esta locura.
Me quedé con Victoria en una fiesta, ni siquiera sabía su nombre, los dos estaban borrachos.
Pero no lo suficiente como para que uno olvide la cara del otro.
Cuando la vi allí, por impulso me acerqué a ella solo para saber si estaba bien, no esperaba verla con barriga.
Y no contaba con tener la confirmación de que era mío.
Este ADN es por si acaso, sé que el niño es mío.
No usé condón con ella y, además, era virgen y las cuentas están superadas.
Pero todavía quiero tener la confirmación de que este niño es mío.
Lo único que me asusta en este momento es la reacción de Natalia cuando me enteré.
Natália y yo llevamos juntos unos 6 años.
Cuando me quedé con Victoria nos habíamos tomado un descanso, pero volvimos unos 2 meses después.
Su sueño era quedar embarazada y tener una familia, así que predigo que se asustará cuando lo sepa.
A decir verdad, nuestra relación no es una maravilla
Natalia se asusta con todo, siempre está alerta y todo tiene que ser a su manera.
Esto está desgastando nuestra relación.
Llego a casa ya respirando hondo, listo para escuchar a Natalia en mi oído.
Dicho y hecho
-¿Dónde estabas a estas horas, Richard?
-Buenas noches también, amor.
-responde a mi pregunta.
Me paso la mano por la cara tratando de no ser ignorante.
-Estaba celebrando, no sé si lo viste, pero ganó Palmeiras.
-¿Estás seguro?
- Natalia. Voy a subir las escaleras, quiero ducharme y dormir.
-¿No vas a comer?
-No.
No dejo que termine de hablar, y subo a la habitación, me doy una ducha fría mientras pienso en Victoria y en el bebé.
Fuiste estúpido.
Piensa.
¿Cómo me quedo con una extraña y todavía estoy embarazada, Dios?
Si este bebé es realmente mío, quiero seguir todo de cerca.
Ya perdí seis meses, no quiero perder lo que queda.
Nunca fue un sueño mío ser padre, especialmente cuando la madre es una completa desconocida.
Pero no hay nada que hacer.
Ya he hablado con mi abogado para solicitar el examen.
El martes se realizará el examen, y tomará de 8 a 15 días.
Ahora es el momento de sentarse y esperar.
Victoria Gaspar
Sostenía varios dulces y bocadillos.
- una flor, para otra flor.
Habla haciéndome reír.
-Pareces un viejo diciendo eso.
Tomo el ramo y lo llevo a una jarra de agua.
-Gracias Urizinho, te quiero.
-También me encanta la rubia, pero Iai, ¿cómo estás?
Habla mientras está sentado en el sofá y se quita las zapatillas.
Me acerco al sofá y me siento a su lado.
-Estoy bien, aparte de lo que pasó ayer, estoy bien.
-¿Cómo fue con el pequeño jugador allí?
-no era muy guay, quería hacer una prueba de ADN
-puto imbécil, pero sabes que el cariño y el amor por este bebé no va a faltar, si no asume sus responsabilidades, asumo vivir, eso lo sabes.
Miro a aquel que me alisaba la barriga que estaba a la vista.
Él hablaba algo mientras yo solo sabía reírme.
Amo mucho a este chico, y algún día que me case, quiero que sea con alguien como él.
El resto del día fue esto, estuvimos comiendo, mirando, llorando, riendo y durmiendo.
Victoria Gaspar
El domingo, el día amaneció medio cerrado y feo, un frío y una lluvia que parecía que se iba a caer el mundo.
María Luiza no deja de llamar y enviar mensajes de texto, lo que ya me está irritando.
Escucho sonar el timbre de la puerta y ya puedo imaginar quién es.
El único al que se le permite subir, ya que le dije al señor Eugênio que si llegaba Maria Luiza, me avisaría a mí.
-Comida y cine toda la tarde, ¿aceptas?-dice Yuri.
Me subo a su regazo y le dejo un beso en la mejilla.
Yuri sostenía un ramo de flores rojas y una caja de chocolates, en la otra mano sostenía varios dulces y bocadillos.
- una flor, para otra flor.
Habla haciéndome reír.
-Pareces un viejo diciendo eso.
Tomo el ramo y lo llevo a una jarra de agua.
-Gracias Urizinho, te quiero.
-A mí también me encanta el rubio, pero iai, ¿cómo estás?
Habla mientras está sentado en el sofá y se quita las zapatillas.
Me acerco al sofá y me siento a su lado.
-Estoy bien, aparte de lo que pasó ayer, estoy bien.
-¿Cómo fue con el pequeño jugador allí?
-No era muy guay, quería hacer una prueba de ADN.
Miro a aquel que me alisaba la barriga que estaba a la vista.
Él hablaba algo mientras yo solo sabía reírme.Amo mucho a este chico, y algún día que me case, quiero que sea con alguien como él.
El resto del día fue así, estuvimos comiendo, mirando, llorando, riendo y durmiendo.
No hablamos ni un minuto de Malú, e incluso fue bueno, él sabía que eso me incomodaría así que no lo mencionó.

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Meu acaso|Richard Rios
FanfictionDonde Victoria Gaspar pasa una noche con el jugador de palmeiras Richard Rios, pero no imagino que esto causaría problemas. ⚠️LA HISTORIA NO ES MIA, SOLO LA TRADUCI EN ESPAÑOL. ⚠️