Cap 4

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Actualidad

Estaba paralizada, no podía salir del lugar.

Se estaba riendo de algo con un chico oscuro en lo que supongo que es Endrick, ya sabes.

Veo a María Luiza y a Yuri desde lejos, salgo de mi trance y trato de pasar siendo lo más discreto posible para que no me vea, lo cual no funcionó.

El hombre me vio, la sonrisa que había en su rostro desapareció cuando miró mi vientre.

Aceleré mis pasos hacia mis amigos, pero fue en vano.

-hey-Escucho su llamado, finjo no escuchar y sigo caminando.

-Hola rubia-viene hacia mí, mis amigos ya estaban frunciendo el ceño.
.
-Es ahora, Victoria.-dice Malú, solo lo niego con la cabeza.

Siento una mano en mi brazo y me doy la vuelta.

Mi corazón se acelera al verlo.

Allí estaba él, el hombre de aquella noche, mi primer hombre, el padre de mi hijo, Richard Ríos.

Estaba en todos los colores, blanco, rosa, verde, azul.

-Hola-dice con una pequeña sonrisa en su rostro-¿desde cuándo?-inmediatamente mira mi vientre.

No sabía qué hacer, qué decir, qué reaccionar.

Me quedé paralizado.

Yuri y María Luiza guardaron silencio, y así continuaron, hasta que yo hablé.

-Sí, cuánto tiempo- salió en un susurro.

María Luiza me mira con cara de 'dilo pronto

-Fue malo detenerte así, pero hace tanto tiempo que no te vi que me sorprendí —se rascó la cara luciendo nervioso—Estás embarazada?genial, ¿cuánto tiempo?.

-Voy a tener seis meses- estaba temblando pero no lo mostraba.
Richard pareció detenerse a tiempo.

-¿seis meses?— y ahora que rezo el Padre Nuestro o el Ave María? —espera, ¿cuál es la posibilidad de que este bebé sea mío?

María Luiza respira hondo y se para frente a mí, solo supe preguntar eso no por la mirada, estaba desesperada.

-Todas, porque el bebé es su hijo- Richard mira al suelo.

Miro a María queriendo saltar sobre su cuello.

-y no me mires así, en un momento u otro tuviste que decírselo y parar con esos encantos tuyos Victoria, él es el padre, tiene derecho a saber de este niño o no. Métete esto en la cabeza, no quiero que mi ahijado crezca sin padre y tú como madre debas pensar lo mismo.-dice jalando a Yuri del brazo y alejandolo del
local.

Richard continuó en silencio.

-ven-me tomó de la mano y me guió hasta un coche.

-eh?
-Entra Victoria, hablemos mejor, dame la dirección de tu casa.

Respiré hondo y dije la dirección.
sabía que este día iba a llegar, y ese día era hoy.

La derrota de mi equipo no es suficiente, todavía me llega esta.

¡Oh, cielos!

Meu acaso|Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora