Cuando Katakuri recibe la noticia, no está dormitando junto a la cama de Luffy, como ha acostumbrado a hacer, sino en su oficina. Entre su breve estancia en el mar y pasar sus días con el niño, ha terminado posponiendo todo el papeleo. Aprovecha las horas tempranas de la mañana para ponerse al día con todas sus obligaciones, y es ahí cuando Brûlée sale despedida de un espejo como si la hubieran pateado desde el otro lado.
"¡Hermano, tenemos problemas!" Anuncia ella con urgencia en su voz. "¡Hemos recibido una amenaza de Barbablanca!"
Viniendo de cualquier otro pirata, Kaido por poner un ejemplo, la declaración solo habría encontrado un gruñido molesto por parte de Katakuri. Sin embargo, Barbablanca es una historia distinta. No es solo por su título irrevocable, el del hombre más fuerte del mundo, sino también por la renuencia del hombre a meterse en los asuntos de otros. Normalmente, Barbablanca deja a todos en paz siempre y cuando no interfieran con su familia o sus territorios. Su relación con Big Mom no es como la que tenía con Roger, la de rivales amistosos. Tampoco es como la relación entre Big Mom y Kaido, que se odian pero se respetan. Hay simplemente un acuerdo tácito entre su madre y el otro hombre que dicta paz entre ambas tripulaciones en la medida de lo posible.
Como si sus palabras no fueran suficientes para hacer que Katakuri se tambalee, Brûlée continúa:
"¡Y trae consigo al pelirrojo, el antiguo grumete de Roger!"
Katakuri frunce el ceño con fuerza. Se levanta de su escritorio y sale por la puerta, siendo seguido por su hermana.
"¿Esos dos se han aliado para derrocar a mamá?" Se pregunta en voz alta. "Akagami aún es joven, pero no tomaba a Barbablanca por ese tipo de hombre."
"Además, no tiene sentido," Perospero se une a ellos en su caminar apresurado hacia el salón principal. "Barbablanca nunca ha mostrado deseos de perseguir el tesoro de Roger, que es lo único por lo que puedo imaginar que dos grandes piratas se unirían contra mamá."
Katakuri camina con paso firme, pero su mente está en plena ebullición. El hecho de que Barbablanca y Shanks se aventuren juntos hacia Whole Cake Island no tiene sentido. La idea de que estas dos tripulaciones se alíen para atacar a Big Mom es desconcertante, pero más aún lo es el motivo. Katakuri puede imaginar numerosos escenarios en los que ambos desafiaran a su madre, pero no por un motivo en común entre ambos. Especialmente considerando que Barbablanca siempre había evitado conflictos innecesarios con otros Emperadores.
A su lado, Perospero sigue cavilando. "No entiendo qué podría haber motivado a Barbablanca a actuar de esta manera. Sabemos que tiene una debilidad por los lazos familiares, pero no hay conexión entre él y nuestra familia. No es como si le hubiéramos robado un hijo o algo..."
Perospero deja la frase en el aire, y ambos hermanos intercambian una mirada significativa. Katakuri detiene su paso abruptamente.
"Luffy," murmura Katakuri, y una comprensión inquietante comienza a formarse en su mente. Es un pensamiento desquiciado, pero acoger a Luffy es el único movimiento notable que se ha hecho en esta isla en las últimas semanas. La única razón que podría llevar a Barbablanca a intervenir en los asuntos de Big Mom era si alguien a quien él consideraba parte de su familia estuviera en peligro.
"¡Hermano, no puedes estar diciendo que lo hacen por el niño!" Exclama Brûlée, sus ojos abriéndose con incredulidad.
"Ese sombrero que el niño guarda como un tesoro, pensé que me resultaba familiar," admite Perospero. "Ahora, mirando hacia atrás, recuerdo ver ese mismo sombrero en la cabeza del pelirrojo hace años. En la cabeza de Roger, incluso antes de eso."
Brûlée se queda boquiabierta ante las palabras del primogénito de la familia. Arranca un bastón de regaliz de la pared y golpea a Perospero con él.
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100 días sin sonreír
FanfictionComo un molesto nubarrón eclipsando la luz del sol cuando más la anhelas; esa es la sensación que Katakuri tiene cuando conoce al pequeño Luffy. Es una pequeña cosita triste y desconsolada, su madre lo llamaría insignificante. La angustia sin igual...