𝐀𝐍𝐓𝐈𝐆𝐔𝐎𝐒 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐎𝐒

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— ¿Hola? — dice Ko En acercándose al salón donde todos sentados. — ¿Quiénes son?

— Hola. – Emma se levanta. — Somos amigos de Lilith, Ezequiel nos ha traído aquí. — se encoge de hombros.

— Amigos de Lilith... — Ko En procesa la información. — Sigo sin caer, Lilith tiene muchos amigos.

— Somos de Burlingame, Lilith nos mandó esta carta hace tres días. — Emma busca en su bolsillo trasero del pantalón, pero Ko En la interrumpe.

— ¿Eres Emma? — la aludida asiente mientras Ko En comienza a reír. —¡Dios, Lilith se va a llevar una enorme sorpresa! — va hacia la chica y la abraza. — Encantado soy Ko En, Woo Ko En. — el chico sonríe.

— Yo soy Natalia. — dice la castaña levantándose del sofá, Ko En va hacia ella y también la abraza. — Ese es Osvaldo.

— Su novio. — dice Osvaldo en un tono desafiante, levantándose y pasando su brazo por la cintura de Natalia, esta ríe al igual que Ko En.

— Una chica preciosa, como mi novia. — dice Ko En riendo y guiñándole un ojo a Osvaldo.

— ¿Eres el novio de Lilith? — dice Diego, la sangre hierve por sus venas ahora mismo.

— ¡No! — dice riendo. — Lilith es como mi hermana. La quiero muchísimo, pero no de esa manera. — el chico sonríe al recordar a su mejor amiga, la cual duerme en el piso de arriba. — ¿Y ustedes dos quiénes son? — pregunta con una sonrisa amable.

— Yo soy Matthew. — dice el de pelo azabache levantándose también del sofá, estrechando una mano con Ko En. — El novio de Emma.

— Yo soy Diego. — dice el ultimo.

A Ko En se le borra la sonrisa de la cara y mira a Diego detenidamente de arriba abajo. ¿Ese es Diego? ¿Diego Raeken? Frunce el ceño un poco y Diego se da cuenta de la mirada que éste le está echando.

— ¿Diego Raeken? — pregunta con voz un poco dura, olvidándose del tono amistoso que tenía antes.

— Sí. — responde Diego.

Ko En aprieta la mandíbula y gira su cuerpo decidido a ir a la cocina, pero a medio cambio se da la vuelta y mira de nuevo a Diego.

— Mira Raeken, siempre he deseado que llegase el momento de vérmelas a la cara contigo. — vuelve a apretar su mandíbula. — Y es por tu culpa... — Ko En opta por callarse y se da la vuelta de nuevo. — Tienes la suerte de que ésta sea la casa de Lilith y no la mía porque si no te juro que... — se calla de nuevo y llega a la cocina.

La casa se sume en un completo silencio bastante incómodo. Los chicos vuelven a sentarse en el sofá un poco extrañados. ¿Qué ha pasado? Las palabras que ha dicho Ko En pasan como un rayo por la mente de Diego y se estanca en "por tu culpa..." ¿Por su culpa qué? No entiende nada.

Después de un cuarto de hora, Ko En termina de hacer los dos desayunos. Los deja encima de la barra y vuelve a subir las escaleras, camina a lo largo del pasillo y entra en la última habitación de éste.

— Lilith... — Ko En se pone de rodillas en el suelo y zarandea un poco a su amiga. — Lilith, venga levántate, te he hecho el desayuno y hay una sorpresa para ti abajo.

— Déjame. — gruñe Lilith dándose la vuelta, Ko En ríe y se levanta.

— Dentro de cinco minutos como mucho, te quiero abajo. — dice él dándole una palmada en el trasero, Lilith grita y lo echa de la habitación tirándole una almohada.

Ko En vuelve al piso de abajo con una enorme sonrisa. Los chicos lo miran atento.

— Baja en nada, ¡eh! — dice él al darse cuenta de la mirada de todos los chicos.

Pasan varios minutos y de Lilith no se sabe nada, Ko En esta desayunando.

— ¡LILITH CAMPBELL! –grita Ko En haciendo saltar del sillón a todos los chicos. — ¡LEVANTATE! — vuelve a gritar.

— ¡Que me dejes! — dice una voz femenina y dormida desde el piso de arriba. —Ahógate o algo, pero ¡DÉJAME!

— Eso no es lo que le dices a Jeremiah cuando te despierta!

Un gruñido llega desde el piso de arriba, un portazo y unos pies pisando fuerte por el pasillo de arriba, después, unos pies descalzos femeninos bajan los primeros escalones, es ella. Lilith se sienta en la mitad de las escaleras y le lanza una zapatilla a Ko En, después la otra. La primera le da en la cabeza y la segunda en el pecho.

— ¡Eh! — exclama el tocándose la cabeza.

— Eso te pasa por: Uno, por imbécil. Dos, por despertarme a las 12 del mediodía. Y tres, ¡por ser un inútil!

— Imbécil o inútil decídete, pero baja a desayunar.

— No tengo hambre. –dice ella bajando las escaleras restantes.

— Vas a desayunar quieras o no, a parte... ¿Qué diría Jeremiah si te viese así? –dice él mirando su "Pijama" (unos pantalones de chándal, casualmente de Ko En, anchos y viejos a "conjunto" con una camiseta también de Ko En que le queda enorme, su pelo atado con un moño desecho de haber dormido y su cara de zombie total).

— Me diría que estoy preciosa y que me espera en la cama. —dice ella poniéndose las zapatillas las cuales le había tirado a Ko En.

— Tienes una sorpresa en el salón.

— ¿Qué sorpre...? — las palabras quedan en el aire cuando Lilith se da la vuelta y se queda en medio del salón, viendo a sus antiguos amigos.

— ¡LILITH! —grita Natalia y Emma a la vez, mientras que corren a los brazos de la cambiada chica que fue su mejor amiga; Lilith.

Unrequited Love »  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora