Unrequited Love »

𝐌𝐀𝐋𝐄𝐍𝐓𝐄𝐍𝐃𝐈𝐃𝐎𝐒

Desde la fiesta de Natalia, la tensión se ha apoderado de cada rincón de la mansión Campbell. Emma y Ko En apenas se dirigen la palabra, ni siquiera cruzan miradas. El día anterior, Emma decidió empezar algo con Michael, y esta mañana ambos se escaparon a la playa, dejando a Ko En en el aire. Mientras tanto, Diego se encuentra solo en la casa, luchando con sus propios pensamientos. Considera seriamente regresar a Burlingame, especialmente al ver que Lilith y Ko En parecen inseparables. Se abrazan, se ríen, y para Diego, eso solo puede significar una cosa: algo más está pasando entre ellos. Lo que Diego desconoce es que, a pesar de la cercanía entre Lilith y Ko En, no hay ningún amorío de por medio. Ambos reconocieron después del beso que fue algo inevitable, algo que algún dia iba a pasar, pero no significaba más.

Lo que realmente escapa al conocimiento de Diego es lo que ocurrió entre Lilith y Jeremiah. Mucho menos sabe que fue Sean, y no Jeremiah, el chico que estuvo con Lilith en la habitación aquella noche. El caos emocional en la mansión va más allá de lo que Diego puede comprender.

Por otro lado, Osvaldo se ha convertido en el protector incansable de Natalia, cuidándola con una dedicación que raya en lo paternal. En medio de todos los enredos amorosos y conflictos internos, ellos dos parecen ser los únicos que mantienen la calma, observando desde fuera el torbellino de emociones que consume a los demás.

La casa Campbell está dividida por secretos, malentendidos y relaciones que se tambalean en el borde del abismo. Las tensiones están por explotar, y cuando lo hagan, nadie quedará indemne.

[DOS SEMANAS DESPUÉS]

[NARRA LILITH]

Mi padre me llamó ayer. Al parecer, su secretaria está buscando una universidad para mí, una vez que termine el verano. No me fío de esa maldita víbora. Es capaz de mandarme a cualquier lugar a miles de kilómetros o, peor aún, a un convento. En serio, la veo capaz. Aunque, si de conventos hablamos, a quien mandaría yo directo es a Allison. ¡Eso sí que sería justicia!

La verdad es que tengo miedo de que el verano se acabe. Miedo de tener que separarme de Emma, de Natalia, incluso de Osvaldo. Pero lo que más me aterra es separarme de Diego. Tal vez, si se va, nunca vuelva a verlo, y no sé si podría acostumbrarme a la idea de no tenerlo cerca otra vez. Las cosas no están bien entre nosotros últimamente, y me asusta pensar que decida dejar todo atrás y regresar a Burlingame.

Lo peor es que Diego piensa que me acosté con Jeremiah, y que tuve algo más que unos simples besos con Ko En. Pero no es cierto, no de la manera en que él cree. Sé que he cometido errores, pero no fue así, no como él lo imagina. Si fuera por mí, iría ahora mismo a aclarar las cosas, pero sé que está enfadado, y la última vez que hablamos metí la pata. En su cabeza, ya no quiere saber nada de mí, y me duele. No sé cómo arreglarlo, pero la idea de perderlo para siempre me quema por dentro.

Si tan solo él pudiera ver más allá de los malentendidos...

[NARRA DIEGO]

Llevo dos semanas maldiciendo la maldita fiesta de Natalia. Si esa fiesta nunca hubiera pasado, Lilith y yo estaríamos bien. Pero ¿Qué demonios estoy diciendo? La culpa fue mía. Si no hubiera dejado que Allison me besara, nada de esto estaría ocurriendo.

Lilith... ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué te acostaste con Jeremiah? ¿Y con Ko En, tu mejor amigo? ¿Qué pasó con todo lo que teníamos? Jeremiah no te ama ni la mitad de lo que yo lo hago. ¿Por qué no puedes darte cuenta de eso?