𝗞𝗶𝘀𝘀 𝗠𝗲, 𝗗𝗼𝗻'𝘁 𝘀𝗮𝘆 𝗻𝗼 - 𝖩𝖺𝗄𝖾 𝖲𝗁𝗂𝗆

Episodio 02

A Hugh? No.

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Salí de mi casa como todas las mañanas, cuando vi algo que realmente arruino mi vida. Hana estaba en la acera del al frente caminando hacía la parada de autobús, no podía creer que viviera cerca mío.

— Esto es horrible.

Seguí caminando mientras miraba al frente, cuando sentí unas manos en mis hombros. Cuando me voltee allí estaba Hana con una sonrisa.

— Hola Jake, buenos días! — dijo con una sonrisa.

— ¿Qué tienen de buenos si estás aquí?

— No seas así. ¿Podemos ir juntos a la universidad?

— Ya estas pegada a mi, ¿para que quieres permiso?

— Eso es un si.

Seguimos caminando hacía la parada de autobuses, escuchaba a Hana hablar de cosas triviales, de verdad su voz eran tan chillona que llegaba a ser irritante. Cuando estábamos a punto de cruzar, un gran aguacero empezó a caer.

— Mierda, lo ultimo que necesitaba — dije.

— Jake, mira es el autobus.

Antes de que ambos pudiéramos llegar el maldito autobús ya se había ido, que día tan horrible.

— ¿Ahora que hacemos? La universidad queda en la mierda — dije.

— No vamos — contestó Hana.

— ¿Estas loca? Se va arruinar mi curriculum perfecto — dije.

— No se va a arruinar nada Jake, no creo que por un día que faltes se vaya a arruinar tu promedio. Eres muy buen alumno.

— Sabes mucho de mi.

Hana no contesto nada y solo me dio una sonrisa, me tomo de la mano y salió corriendo.

— ¿A donde vamos?

— Si nos quedamos aquí nos vamos a enfermar, vamos a  mi casa.

— ¿A tu casa?

— Si.

¿De verdad no se daba cuenta de lo que decía?

Narra Hana.

Llegamos a casa y para mi suerte  mis padres no estaban, me quite los zapatos y le pedí a Jake que hiciera lo mismo. Subí hasta el segundo piso por una toalla y ropa seca para Jake.

— Toma para que te seques, y mira puedes ponerte está ropa de mi padre — dije — ah, y te puedes cambiar en ese baño.

— ¿Y tu no te vas a cambiar? Te puedes enfermar.

— Si, ya voy hacerlo. Primero debo ver que tu estes bien.

— ¿Por que te preocupas tanto por mi? ¿Acaso no ves que tu a mi no me generas nada?

— No pasa nada Jake, si te pido un beso por dos semanas se que lograre que sientas algo.

Jake sonrió sarcásticamente, empezó acercarse a mi y me tomo de la cintura para apegarme a el. Sentí mis mejillas con un calor intenso, y más cuando su nariz toco la mía, rápidamente me aleje de el.

— No te entiendo, dices que quieres un beso mío pero siempre que me acerco te vas.

– Es que estoy esperando a que me des el beso de manera diferente.

— ¿Qué? ¿Quieres acostarte conmigo?

— ¡¿Que?! — pregunte ofendida — ¡claro que no!

— ¿Entonces que quieres?

— Quiero que lo descubras por ti mismo, tienes dos semanas. — dije subiendo para cambiarme.

— ¿Y si no lo descubro?

— Te dejare en paz.

— ¿estas en la casa de la vecina?

— Si mamá, no te preocupes, cuando deje de llover me voy.

— Está bien, no hagan nada raro.

— Claro que no!. Adiós.

Solté el teléfono en el mueble mientras veía la lluvia por la ventana, parecía como si nunca fuera a parar de llover y yo tuviera que quedarme para toda la vida en casa de Hana.

— Mira Jake, es chocolate caliente ¿te gusta?

— Si Hana, gracias.

El silencio reino en la sala mientras tomábamos el chocolate. La casa de Hana era muy fría y empezaba a congelarme.

— ¿Tienes frío? — preguntó ella.

— Si, ¿tu no? Que casa mas fría.

— Ya se, pero no hay calefacción. Voy a ir por una cobija... o, ¿prefieres un abrazo? — dijo ella con una sonrisa.

— No me gusta el contacto físico, me quedo con la cobija.

— Está bien. Algún día voy hacer que te guste el contacto físico.

— en tus sueños.

— Bueno, la mayoría de mis sueños se hacen realidad. Tengo 2 semanas y las aprovechare.

— Suerte.

— Gracias.