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Ha pasado un mes desde que el Olimpo se enteró del nuevo señor de la muerte y que este era un mago. Actualmente las cosas ya estaban más en calma y no se volvió a hablar del asunto, aunque aún Zeus estaba un poco nerviosos como toda rubia oxigenada. Sin embargo para Ares esos meses habían sido insufribles.

Primero su ex amante Afrodita se obsesionó con él al punto de entrar a su panteón y desnudarse para luego colarse con él al baño mientras él se daba una ducha.

Segundo su padre estaba insoportable con el tema del mago que se convirtió en dios de la muerte.

Y tercero cada que Ares se topaba con el dios apolo este le daba una mirada y una sonrisita socarrona que le decía yo se algo que tu no pero Ares no le prestaba atención ya que Apolo es el dios de las profecías obviamente él va a saber algo del futuro que el resto no sabe.

Ares estaba tan estresado que hizo lo único que se le vino a la cabeza tener sexo con alguna mujer y el sabia perfectamente a quien buscar. Samanta La Rue una secretaria de 25 años que conoció cuando estuvo en un bar en Texas (Yo no tengo ni idea como se llama la mama de Clarissa ni en que trabaja así que lo invente). Para Ares no seria la primera vez que se acuestan ya que tienen una relación de solo sexo nada mas.

Ares usó sus poderes de dios y llegó en menos de tres minutos a la casa de Samanta. Una vez que el dios tocó el timbre la mujer no tardó mucho en abrir la puerta y apenas vio a Ares una sonrisa lujuriosa surgió en su rostro.

- Hola Benjamín asumo que estas aquí por estrés verdad

Ares entró a la casa cerrando la puerta detrás de ellos, tomó la cintura de la mujer e introdujo su mano dentro del pantalón y la ropa interior de la mujer empezando hacer fricción con su dedo y su clítoris sacándole suaves gemidos a la mujer.

- Y yo asumo que a ti igual teniendo en cuenta que solo te he tocado un poco y ya estas completamente mojada y solo te he tocado un poco.

Ares no aguanto más y cargo a la mujer haciendo que esta enrollara sus piernas alrededor de la cadera del dios mientras se besaban ruda y desesperadamente. Cuando llegaron a la habitación Ares lanzó a la mujer a la cama y ambos empezaron a desnudarse apresuradamente como si sus vidas dependieran de ello. Una vez ambos desnudos Samanta abrió sus piernas dando espacio para que Ares se acomodará. Una vez Ares se puso entre las piernas de la mujer empezó a besarla con fuerza mientras que con una mano jugaba con su clítoris

- Benjamín haa~...por favor...deja de jugar y entra en mi

- Bueno si eso es lo que quieres no soy nadie para negarme a dártelo.

Ares sin vacilar metió de una estocada sus 28cm en la mujer haciendo que ella gritara su nombre y la vez tuvo su primer orgasmo

- Se nota que estabas necesitada apenas entre y ya te viniste

Ares no esperó a que la mujer se recuperara de su orgasmo y empezó a embestirla con fuerza haciendo que la mujer se hiciera un bulto de gemidos entre satisfacción, placer y dolor haciéndola sentir un placer inimaginable.

- HAA~ haa~ Benjamín m-mas despacio

Ares detuvo por un momento detuvo las embestidas ocasionando que la mujer diera un suspiro de alivio pero inmediatamente Ares reanudo las embestidas pero mucho más fuerte

- Grrr, tu interior está tan apretado que pareciera que me quieras arrancar la polla

Ares gruñía mientras que la mujer no paraba de gemir y encorvarse pareciera como si Ares la estuviera llevando al cielo y al infierno al mismo tiempo

- HAA~ HAA~ BENJAMIN ME VENGO, ME VENGO

Al oír eso Ares la penetró mucho más rápido y fuerte que antes demostrando que también estaba a punto de llegar al orgasmo. Unas embestidas más y Ares y Samanta terminaron teniendo un orgasmo. Ares corrió dentro de esta mientras Samanta terminó en las sabanas volviéndose húmedas y pegajosas.

Ares reanudo sus envestidos y tuvo otras tres rondas de sexo con Samanta que duraron aproximadamente tres horas. Samanta acabó desmayada por tanta acción y Ares aprovechó para vestirse e irse dejando a Samanta dormida quien sabe tal vez de ese encuentro salga algún semidios.

Ares ya estaba de regresó en New York mucho más relajado, el susodicho estaba dando una vuelta en su moto hasta que vio alguien justo en frente de su moto y de milagro se detuvo sin darle ningún golpe al chico que estaba a centímetros de su motocicleta. Cuando Ares se quitó el casco y vio al chico no pudo apartar la vista de sus penetrantes ojos verde esmeralda.

Para Harry ese mes había ido tranquilo en paz. Harry nunca había sentido tanta paz antes teniendo en cuenta que vivió en un lugar abusivo 17 años de su vida y que durante 7 años un psicópata mago oscuro trató de matarlo así que si nunca en su vida había tenido tanta paz como ahora.

Hoy era día de compras así que Harry tomó su billetera y su chaqueta y salió de la casa rumbo al supermercado. Harry tenía que ir a pie ya que en dos días le entregaban su carro nuevo y eso era un alivio para él. El mago estaba caminando de regreso a su casa en una de las muchas calles que tenía que cruzar para llegar a su hogar una motocicleta casi lo atropella.

Cuando Harry conecto miradas con el hombre que aparentaba entre 23 y 25 años de edad por algún motivo no pudo apartar su vista de él era como si algo lo impulsa a seguirlo mirando y al parecer el desconocido le pasaba lo mismo porque no apartaba la vista de sus ojos verdes.

Después de un tiempo Ares reaccionó bajándose de su motocicleta y yendo a ver si Harry no tenía algún rasguño o golpe.

- Oye chico estás bien?

Harry reacciono y le contestó al hombre que para él era un desconocido

- Si estoy bien

- Seguro no tienes buen color en el rostro. ¿Vives cerca de aquí?

- Sí estoy seguro y si vivo a unas cuadras de aquí. ¿Por qué?

-Voy a llevarte hasta tu casa tómalo como una disculpa por casi matarte

- No es necesario...

Harry iba a negarse pero Ares ya había tomado sus manos y lo estaba dirigiendo hasta un costado de su moto donde le entregó un casco

- Insisto además suelo ser muy persuasivo así que no puedes negarte.

Harry suspiró y se colocó el casco para luego subirse a la moto posicionando las bolsas de compras entre ambos y luego pegó su torso a la espalda de Ares para después pasar sus manos por el torso de Ares para sujetarse.

No tardó mucho cuando Harry y Ares llegaron al frente del edificio de apartamentos. Harry tomó las bolsas y luego bajó de la moto, una vez en el suelo se quitó el casco y se lo entregó al motociclista

- Muchas gracias por traerme

- No hay de que.

Harry iba a entrar pero la voz del desconocido lo llamó

- Oye no me has dicho tu nombre

- Hadrian, Hadrian Potter Black, Harry para los amigos. Y tú cómo te llamas?

Harry le contestó con una sonrisa y por un momento creyó haber visto sorpresa en el rostro del hombre pero lo descarto

- Ares, ese es mi nombre

Una vez presentados Ares le devolvió la sonrisa a Harry y es como si para ellos el mundo a su alrededor se detuviese. Harry le hizo una seña de adiós con la mano y luego entró al edificio. Ares al ver entrar a Harry al edificio se volvió a colocar el casco y continuó su camino.

Ambos continuaron sonriendo el resto del día y por algún motivo desconocido para ellos nada los hizo dejar de sonreír.

𝕰𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗 𝖉𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖌𝖚𝖊𝖗𝖗𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora