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Ares empezó a removerse en la cama haciéndole saber a Harry que el dios estaba a punto de despertar. Harry dejó su libro a un lado y se acercó a la cama. Poco a poco los ojos de Ares empezaron a abrirse.

- Hola bello durmiente

Ares estaba un poco desorientado el imaginaba despertarse en el callejón ya curado y listo para irse. Pero no, lo que vio a su alrededor al despertar fue una gran habitación que a kilómetros se notaba que era lujosa.

- Donde estoy?

- Estás en mi casa Ares

Ares guió su vista hacia la imnotisanate voz. Cuando giro completamente la cabeza pudo ver que el dueño de esa hermosa voz era Harry el chico que había conocido porque casi lo atropella.

- Sabes no me imaginé que me encontraría a alguien como tú muy herido en un callejón.

- De que ha...

Las palabras de Ares se quedaron trabadas en su garganta al ver que en la mano del chico había un frasco mediano rebosante con un líquido dorado. Ares sabiendo que era su sangre se levantó rápidamente y con su mano buscó su arma.

- No encontrarás tu espada aquí, la dejé en la sala

La mirada de Ares era tan penetrante e intimidante que si Harry no fuera un mago el ya se hubiera ido corriendo.

- Tranquilízate y deja de mirarme haci, no te voy hacer nada. Además como si yo pudiera hacerle algo al gran dios de la guerra Ares.

Si la mirada de Ares era intimidante ahora pareciera que pudiera asesinar a alguien solo con mirarlo. Ares se levantó de la cama rápidamente y acorraló a Harry contra esta en cuestión de segundos.

- Como sabes eso? Quién eres?

- Primero es bastante obvio ningún ser en este mundo tiene sangre dorada y segundo ya te dije mi nombre soy Harry Potter.

Inesperadamente Ares se acercó al cuello de Harry y comenzó a olerlo. Esa acción sorprendió a Harry pero al tener a Ares tan serca Harry podía oler el atrayente aroma que emanaba Ares. Inconscientemente ambos gruñeron de satisfacción.

- Quién diablos eres Harry y que mierda me estás haciendo?

Ares hablaba con su rostro aún metido en el cuello de Harry h con cada palabra el mencionado empezaba a temblar.

- Supongo que al ser tú un dios no tengo problema en decírtelo

A Harry le costaba hablar entre tantos suspiros que salían de su boca. Por algún motivo desconocido la respiración de Ares en su cuello y sus gruñidos le causaban satisfacción. Harry soltó un gran suspiro y luego continuó

- Soy un mago

Esa revelación hizo que Ares saliera de la abertura en el cuello de Harry y miraba al mismo como si le hubiera salido otra cabeza. Ares reaccionó e inmediatamente soltó a Harry para luego salir de la habitación y dirigirse hacia la sala.

- Ares que pasa?

- Olvida lo que sea que acaba de pasar

Harry se quedó estupefacto por lo que dijo Ares, pero no tardó mucho par que volviera a la realidad y siguiera a Ares.

- Disculpa? No puedes tener una erección al olerme y justo después decir que lo olvide.

Lo dicho por Harry hizo que Ares guiara su vista hacia sus pantalones dándose cuenta que tenía una prominente erección símbolo de la excitación que le dio oler a Harry.

- Oye mira no se lo que pasó ahí dentro pero ten por seguro que jamás volverá a pasar

- Es porque soy un mago verdad? Apenas te lo dijo saliste huyendo

Esa simple última oración hizo que Ares apretara la empuñadura de su espada que tomó poco después de salir del cuarto. Ares se quedó callado para luego caminar hacia la puerta de entrada, abrirla y luego irse dejando a Harry solo en la sala.

La salida de Ares hizo que Harry se pusiera a pensar en la última hora. Su día era tranquilo al principio pero luego se fue poniendo más loca. Entre mas tiempo Harry rememorara lo que pasó más se enojaba

- Pero porque diablos me enojo por esto?

Eso era lo que Harry se preguntaba y entre tantas vueltas dejó de pensar en eso y hacerle caso a Ares olvidar lo que sea que acababa de pasar.

Harry ignoró el tema de lo ocurrido con Ares peor por algún motivo cada vez que trataba de relajarse los recuerdos llegaban a él como si su cerebro no quisiera olvidar lo ocurrido. Harry se estaba reprochando mentalmente cuando el teléfono del departamento empezó a sonar así que se levantó del sofá y contesto

- Hola Sr Potter nos comunicábamos con usted para hacerle saber que su auto acaba de llegar y fue puesto en el garaje

- Ok muchas gracias algo más?

- Si, le pedimos por favor que antes de ir a ver su auto venga a recoger las llaves a la recepción. Eso es todo que tenga un bonito día.

Después de esa llamada Harry olvidó completamente el tema de Ares y salió de su departamento dirigiéndose hacia la recepción para obtener las llaves de su nuevo coche que resultaron ser una tarjeta. Ya en el estacionamiento Harry no tardó en divisar su nuevo auto un Tesla blanco de última generación.

Al parecer Harry no sabía de autos y al final eligió el que para el era el más bonito y moderno. Después de su que Harry se asegurara de qué todo estaba en orden con el coche regresó a su departamento. Cuando él vio el reloj se dio cuenta que ya era bastante tarde así que se fue a dormir esperando el día siguiente no ocurriera nada que le perturbara como ocurrió ese día.

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Lamento la demora con la actualización con todo lo de el inicio escolar, mi solicitud para entrar al equipo de arquería y para entrar a la sociedad de honor estaba muy estresada.

𝕰𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗 𝖉𝖊𝖑 𝖉𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖌𝖚𝖊𝖗𝖗𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora