La vida te da oportunidades y estas deben ser aprovechadas de la mejor forma posible, Sana lo sabía aunque eso le costó bastante y la llevó al punto en el que creía que a pesar de las luchas no llegaría a su destino, nunca se rindió y le hizo saber a todo el mundo que ella podía con todo así que no debería subestimarla.
Aunque en algún momento también lo hizo y data de hace algunos años atrás, aquel 15 de junio del 2022, creía que lo mejor que podía hacer era convertirse en una persona pacífica y sumisa, debía complacer a la persona que en ese momento era su interés amoroso para poder seguir adelante con lo que se supone que iban a tener, lamentablemente esa fue una de las principales razones por las que ese mismo día las cosas se acabaron con aquella persona y fue entonces cuando colapsó.
De ser una persona fuerte y decidida, se había convertido en alguien que no era ni la sombra de lo que alguna vez fue, lo que la llevó a buscar ayuda de las personas más cercanas que tenía y al final las mismas hicieron todo lo posible para hacerle ver que era la única culpable de la situación por lo que no se le ocurrió de otra más que acudir a sus redes sociales, un día después, en donde con un simple mensaje le hizo saber a los demás que necesitaba de una gran conversación.
No era alguien famosa ni mucho menos, pero se podría decir que tenía un ligero alcance en el mundo en el que se encontraba y eso la llevó a recibir múltiples mensajes de personas que parecían estar preocupadas por lo que le pasaba, ya era media noche cuando eso ocurrió luego de contestarle a la mayoría de las personas, decidió que lo mejor que podía hacer era irse a dormir porque no tenía de otra más que intentar ahogar lo que estaba pasando.
Todavía recuerda esa mañana, como siempre se levantaba para poder lavarse los dientes y luego ir a saludar a su familia, no había nada más cotidiano en ese día que lo que estaba pasando hasta que se dio cuenta de que no la había contestado a una de las personas que con tan solo un simple "hey", hizo que una parte dentro de ella se avivará y esa gran curiosidad la llevó a contestarle.
No tuvo una respuesta inmediata pero eso no quitó que se sintiera bien por un simple saludo informal que solo las personas que apenas se querían hablar, lo hacían.
Luego un largo rato recibió respuestas y fue suficiente como para sonreír.
Ese día fue un antes y un después para toda su vida.
Lo digo porque ahora se encuentra en el aeropuerto solo con una maleta en donde, además de traer ropa, venía con algunos regalos y recuerdos que le recordarían al lugar en donde perteneció por tanto tiempo hasta ahora.
Minatozaki Sana había pisado tierras desconocidas y nunca se había sentido tan feliz, por más que ahora se encontraba sola y tenía miedo de lo que podía llegar a pasar, lo único que la mantenía en pie era saber que esa persona que conoció hace muchos años atrás va a estar frente a ella y aunque no sabe muy bien cómo se va a comportar es un gran paso, el más grande que han tenido.
Subió la mirada y observó con detalle cada una de las partes de ese aeropuerto, no es como que se tratara de la gran cosa ni mucho menos solo que quería inmortalizar en su cabeza cada una de las cosas de ese lugar porque no quería olvidarte ese gran día por el que ha luchado por tanto tiempo.
Bajó la mirada a sus pies y notó como estos temblaban, se encontraba tan feliz y entusiasmada que apenas sí podía llegar a caminar con firmeza, se sentía encima de una gelatina que no paraba de moverse.
Tal vez puede que sea que no ha comido mucho ni mucho menos dormido en todas las horas que estuvo de viaje, y que las fuerzas que tenía poco a poco se van disipando convirtiéndose en el máximo dolor que ha sentido en todo su cuerpo.
Las horas de vuelo están pasando por encima de ella, así que se apoya del equipaje y resopla dejando salir por primera vez el cansancio que ha estado ocultando.
Cerró los ojos y es lo único que pudo pensar es que debía ser aunque sea un poco más fuerte para poder llegar a su destino porque valdría la pena por completo.
Dió el primer paso y con el muchos más, solo debía llegar al punto en que se encontraba con su novia y ya por fin se sentiría con la fuerza suficiente como para seguir.
"Uno más". Susurró intentando mantener las fuerzas. "Otro más". Volvió a susurrar y sintió un fuerte calambre en su pierna derecha cosa que la hizo detenerse en medio del aeropuerto en donde parecía que todas las personas estaban reencontrándose, habían algunos llorando y otros grandes abrazos que se notaba que estaban cargados de la máxima felicidad que puede llegar a sentir una persona.
Mientras tanto ella en lo único que podía pensar era en el inmenso dolor que la estaba enloqueciendo. Apretó los labios intentando hacer todo lo posible como para que las personas no se dieran cuenta de que estaba al borde de gritar, entrecerró los ojos y frunció las cejas con tanta fuerza que todo su rostro es de tiñó de un fuerte carmesí.
"Chou Tzuyu". Murmuró al ver a lo lejos lo que parecía ser su novia. "Tzuyu". Levantó el brazo porque ya no podía más. Pero la chica de cabellos castaños no parecía moverse del lugar en el que se encontraba y ahora ambas estaban de punta a punta, ninguna dando algún paso, solo se miraban atónitas como si no creían lo que estaba sucediendo.
Una porque estaba entusiasmada de ella por fin ver a su novia y la otra porque ya tenía otro calambre.
"¡Tzuyu!". Alzó un poco más la voz para que las personas no se asustaran; sin embargo la taiwanesa seguía en el mismo sitio. "¡Tzuyu!". Volvió a repetir el nombre y se aclaró la garganta cuando observó a varias personas mirándola con confusión.
Cerró los ojos nuevamente y le deseó a lo más sagrado que había en el universo que por favor le diera la fuerza suficiente como para llegar a su destino.
Tal parece que eso sucedió y cuando por fin estaba tan solo centímetros de la contraria cuando siempre habían sido miles kilómetros, la abrazó porque además de la gran felicidad que estaba teniendo en ese momento sus piernas ya habían dejado de responder.
"Ayúdame a caminar". Murmuró. "Por favor, no siento las piernas". Chou al escuchar esto abrió los ojos en grande.
"¡Ayuda, mi novia no siente las piernas!". Sana le pegó varias veces en el brazo para que se calmará.
"¡No, no!". Miró mal a su novia para que se callara. "¡Estoy bien!". Le enseñó el pulgar al policía que se estaba acercando.
"¿Segura que estás bien?". La agarró de las mejillas y comenzó a inspeccionarla, la japonesa no tuvo de otra más que dejar que su novia la mimara de alguna forma y suspiró cuando esta le dio un beso en la mejilla, había estado esperando este momento por tanto tiempo que todo parece un sueño. "Me asustaste".
"Hola mi amor". La saludó con una sonrisa boba al verla de cerca, Tzuyu era muchísimo más guapa en persona y se puede decir con mucha certeza que nuevamente cayó en las redes del amor. "Estás hermosa".
"Gr-gracias". Se apartó por la vergüenza que sintió sin saber qué al instante su novia iba pedir ayuda por sus piernas. "Perdóname". La disculpa sonaba con tanto arrepentimiento que no la juzgó. "Vayamos al taxi". Le sonrió y ambas después de tanto tiempo por fin estaban juntas.
¿Que les deparará este nuevo comienzo?
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love line ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂
Fanfic𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔┊El amor trasciende todo aquello que uno puede llegar a creer en su momento, para la joven Minatozaki el amor significaba devoción por una persona y nada más, hasta que conoce a Chou Tzuyu de una forma poco ortodoxa y que nunca se imagino...